La Comisión Europea financiará un proyecto ambiental de Iberdrola en Castellón con 4 millones de euros
Esta iniciativa, denominada Life+ CO2Formare, persigue demostrar que se puede utilizar de manera eficiente el CO2 proveniente de los ciclos combinados para sustituir a productos químicos clorados utilizados para el control de la suciedad de los sistemas de refrigeración de centrales energéticas causado por moluscos, como los mejillones o similares. Las larvas de dichos organismos se fijan sobre estas estructuras de hierro o acero y causan la obstrucción de los sistemas: un problema conocido como macrofouling que impide la circulación del agua necesaria para el correcto funcionamiento de las instalaciones.
El proyecto Co2formare se va a desarrollar en la central de ciclo combinado de Castellón, donde se comprobará el efecto del CO2 como inhibidor del macrofouling con el fin de validar su idoneidad y poder aplicar los resultados obtenidos en el resto del parque térmico de generación en Europa; el éxito del proyecto permitiría que mediante el CO2 procedente de la combustión de gas disuelto en agua se reemplace al actual uso de compuestos clorados en el control del macrofouling, así como eliminar la emisión a la atmósfera del CO2.
El CO2 procedente de la combustión de gas natural en la central de Castellón será capturado mediante una novedosa tecnología de absorción desarrollada por Westec Environmental Solutions, que aumenta significativamente la eficiencia del proceso. Una vez disuelto el CO2 en agua para conseguir los efectos biocidas esperados, se confía en poder combatir eficazmente el mencionado problema del macrofouling. De este modo se conseguiría no solo eliminar el uso de compuestos clorados, sino que el CO2 de los gases de combustión que los sustituiría dejaría de ser emitido a la atmósfera.
Según Iberdrola, Life+ CO2Formare también desarrollará equipos automáticos de detección de la presencia larvaria y la optimización de los sistemas de almacenamiento y disolución del CO2 en el agua. Las estimaciones iniciales de la eléctrica revelan que en una central de ciclo combinado de 400 megavatios de capacidad instalada, podrían destinarse a este cometido hasta 50.000 toneladas de dióxido de carbono al año, por lo que la tasa de emisión de las plantas térmicas a la atmósfera se podría reducir de forma notable, contribuyendo al cumplimiento de los compromisos de la Unión Europea en el marco del Protocolo de Kyoto, así como a los relacionados con el límite de emisiones de gases de efecto invernadero de la UE para 2020.
La iniciativa la lidera el área de generación de Iberdrola y también participan otros seis socios españoles: la filial de ingeniería de la eléctrica, el Clúster de la Energía de la Comunidad Valenciana, Idesa Fabrication, el Centro Tecnológico del Agua (CETaqua), Nalco Española y la Compañía de Tratamiento de Aguas OX-CTA. Asimismo, es destacable el apoyo de las instituciones valencianas al proyecto: el Ayuntamiento de Castellón, la Generalitat Valenciana y la Universidad Jaume I (Castellón) participarán, junto al resto de los socios, en el comité de seguimiento de este proyecto.
Esta iniciativa se suma a otras impulsadas por el Grupo Iberdrola que persiguen el aprovechamiento del CO2 emitido por las centrales térmicas de generación, como el Life Co2algaefix, el Cenit Sost-Co2 o el de seguimiento de la incidencia del mejillón cebra en el ciclo de Castejón (Navarra). El programa LIFE busca soluciones innovadoras relacionadas con problemas medioambientales, destacando los resultados concretos medibles y no relacionados directamente con el desarrollo o inversión en tecnologías ya existentes.

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