La CNMC dice que el nuevo precio de la electricidad será menos estable y solicita más tiempo de adaptación
Así lo señaló el regulador en un informe de 72 páginas elaborado por el regulador sobre el Real Decreto de la metodología de cálculo de precios de la electricidad.
Al evolucionar conforme a las cotizaciones del mercado eléctrico, los nuevos precios para el consumidor pueden sufrir una variabilidad entre un bimestre y otro de dos euros al alza o a la baja, que podría ascender a 6 euros en caso de que se den circunstancias relacionadas con el mayor o menor viento o hidraulicidad.
Además, el regulador pidió que se realice una labor informativa de cara al consumidor, a la vista de que la modificación es «compleja», puesto que se pasará de un precio conocido a priori a otro difícil de saber en el momento en que se consume. Junto a esto, añadió que su aplicación «complica» la labor de las comercializadoras, que tendrán que analizar 1.480 horas en el caso de los contadores digitales. El plazo de adaptación de un mes es «insuficiente», señaló, por lo que recomendó ampliar el plazo de entrada en vigor.
Para facilitar la adaptación de los consumidores, la CNMC se comprometió en el informe a ofrecer en su página web una aplicación que permita comprobar al usuario si su factura es correcta, así como a promover un código de buena conducta para los comercializadores.
Tras anular la última subasta trimestral Cesur, el Gobierno propuso vincular el coste de la energía, que supone alrededor de la mitad del recibo eléctrico, a la evolución del mercado mayorista a partir del próximo mes de abril.
Con el nuevo sistema, el precio de la electricidad pasa de fijarse a priori en esas subastas a depender del precio del mercado en cada periodo de facturación.
El sistema varía en función de si el consumidor tiene o no contador «inteligente», con capacidad de telegestión, unos equipos de los que carecen el grueso de los consumidores, advierte el informe.
En este sentido, la CNMC advirtió de que a cierre de 2014 sólo habrá instalados 7 millones de contadores inteligentes, lo que apenas supone un 35% de la base total de los 27 millones de consumidores con derecho al nuevo Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC). De esta cifra, 16 millones están en el precio regulado y el resto, en el mercado.
En caso de disponer de un contador digital, al consumidor se le facturará el precio de la electricidad en cada hora, mientras que si el contador es analógico la facturación se realizará a partir del precio medio a cabo de cada bimestre.
Para los consumidores con contadores digitales, se creará el efecto «positivo» de disponer de una señal de precios «adecuada», lo que les puede ayudar a modificar sus hábitos e incluso permitir que el sistema allane las llamadas «puntas de demanda».
Sobre la obligación de las empresas de ofrecer un contrato anual con precios estables, el organismo advirtió de que compite con los servicios ofrecidos en el mercado libre. En función del desarrollo de estos contratos y su impacto sobre el mercado liberalizado, añadió, «convendría revisar en el futuro la necesidad de mantener esta obligación».
El informe también destacó aspectos positivos. El nuevo mecanismo puede suponer una reducción del precio de la factura del 4,3%, al eliminarse la anterior prima de riesgo de los mercados financieros, puesto que las subastas Cesur ocasionaron un sobrecoste de 1.671 millones de euros desde 2009, superior a los 1.100 millones de euros calculados por el Gobierno.
Entre el inicio de las subastas Cesur, que fijaban con antelación el precio de la electricidad para todo el trimestre, y la eliminación del mecanismo, los precios de la puja fueron de media un 11% superiores a los que se dieron en el mercado.
Otro de los aspectos que el regulador citó dentro de las «ventajas» del nuevo mecanismo de precios es su capacidad para transmitir a los consumidores señales adecuadas de precios, lo que debería contribuir a unas pautas de consumo más eficientes.
En el informe, la CNMC aprovechó para hacer una reflexión acerca de las dificultades de las pequeñas empresas para entrar en el negocio de la comercialización. Estas empresas apenas tienen un peso del 3% y, a juicio del regulador, ni el anterior sistema de precios ni el nuevo cambiarán sustancialmente la situación.
«La principal dificultad para la entrada de nueva comercialización libre no está tanto en la existencia de un precio de referencia para el pequeño consumidor, sino fundamentalmente en la estructura verticalmente integrada en los principales grupos del sector de la actividad de generación, distribución y comercialización«, aseguró.
Además, el organismo presidido por José María Marín Quemada se mostró partidario de que el Gobierno elabore una «hoja de ruta» para la liberalización del mercado eléctrico, a la que no aludió de forma explícita y se limitó a describir como una «reducción del colectivo al que resulta de aplicación el Precio Voluntario».
A juicio de la CNMC, la «hoja de ruta» debería activarse una vez se encuentren en funcionamiento los mecanismos de cambio de suministrador y se hayan introducido las medidas para una completa transparencia en el proceso de contratación. Además, se necesita que los consumidores tengan un mayor conocimiento del consumidor de la oferta contratada.
El organismo consideró necesario que el bono social se adapte a la nueva fórmula, con el objetivo de «no perjudicar a los consumidores vulnerables».
Industria dice que «dará respuesta» a dos inconvenientes de la CNMC al nuevo precio de la luz
Por su parte, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo «dará respuesta» a dos «inconvenientes» planteados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en su informe acerca del nuevo mecanismo de revisión de los precios de la electricidad a partir de abril, según el departamento que dirige José Manuel Soria.
En concreto, los dos inconvenientes de la CNMC a los que aludió Industria son el de que debe realizarse una labor informativa dirigida al consumidor y el de que el nuevo mecanismo provocará una menor estabilidad de precios.
En respuesta al primero, Industria señaló que «ya está trabajando para subsanar esta cuestión», mientras que al aludir al segundo recordó que el real decreto en el que trabaja ya incluye la obligación de que los comercializadores hagan una oferta anual a un precio fijo.
Industria destacó que el regulador señala en su informe que el nuevo sistema reducirá un 4,3% de media la factura y que transmitirá a los consumidores señales reales de precio, al tiempo que mejorará la curva de carga del sistema eléctrico, evitará las lecturas estimadas y eliminará las revisiones trimestrales.
Industria indicó que ya recibió el informe de la CNMC y que el real decreto debe aprobarse antes del 1 de abril, ya que va a incluir el nuevo mecanismo de fijación de precios de la electricidad para los consumidores domésticos y pequeñas y medianas empresas.



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