La central de Garoña realiza el simulacro anual de emergencia
A pesar de que la planta dejó de estar operativa en diciembre de 2012 y desde entonces su reactor está apagado, llevó a cabo el simulacro anual de emergencia. Durante el ejercicio, el CSN realizó el seguimiento del estado de planta y de las actuaciones del titular para recuperar las condiciones de seguridad, y estuvo en contacto con la Subdelegación del Gobierno en Burgos para recomendar las correspondientes medidas de protección radiológica de la población.
El simulacro se inició a las 8.50 horas con la comunicación de varias explosiones en el interior de Garoña, fruto de un sabotaje, cuyos efectos impidieron la refrigeración y aporte de agua a la piscina de combustible y daños en la misma. La reducción del nivel de agua dio lugar al descubrimiento de los elementos combustibles con el consiguiente aumento de los niveles de radiación en el interior del edificio del reactor y la liberación de material radiactivo al exterior.
Ante ello, y siguiendo criterios radiológicos, el Centro de Coordinación Operativa de la Subdelegación del Gobierno de Burgos adoptó medidas de protección a la población. Entre otras, el control de accesos, evacuación de las poblaciones, confinamiento y distribución e ingesta de tabletas de iodo, así como la activación de las Estaciones de Clasificación y Descontaminación. A lo largo del ejercicio también se simuló la intervención de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en la investigación del sabotaje y en la final detención de los presuntos responsables del incidente.
El titular de la central llegó a declarar «emergencia general» (categoría IV) de su Plan de Emergencia Interior, y el CSN activó su Organización de Respuesta ante Emergencias en modo 3, lo que hubiera implicado la activación de todo su personal y de sus apoyos externos. La emisión de material radiactivo al exterior hizo necesaria la adopción de medidas de protección a la población. Un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado como «accidente importante», nivel 6 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES), apuntó el CSN.
El Consejo de Administración de Nuclenor, participada por Iberdrola y Endesa, solicitó en mayo del año pasado la renovación de la autorización de explotación de Garoña hasta 2031, por lo que la planta atómica alcanzaría los 60 años de edad en funcionamiento. No obstante, por el momento el CSN no dictaminó su decisión final sobre la vida de la central, la más antigua de España.


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