La AIE destaca el parón a medio plazo en el desarrollo de las energías renovables en España

El estudio destacó que la situación de la economía española hará que el desarrollo de las renovables sufra las consecuencias de una menor inversión en ese ámbito, aunque la AIE destacó la cuota que tienen en términos absolutos en el país.

El informe indicó que, en aplicación de la moratoria decidida por el Gobierno español con el Real Decreto Ley del 27 de enero de 2012, «y sin apoyo financiero, solo algunos recursos renovables serán atractivos» en España de aquí a 2017.

Es el caso de la energía solar, especialmente en el sur del país, y donde la AIE ve posibilidades de desarrollo, especialmente para el autoconsumo y específicamente en los ámbitos residencial y de comercio (supermercados).

La AIE estimó que la capacidad de las energías renovables debería subir desde los 48 gigawatios de 2011 hasta los 55 gigawatios en 2017 y que la eólica terrestre es la que, con un aumento esperado de 3,8 gigawatios, tiene un crecimiento esperado más sólido.

Eso haría que el total de la producción total de las energías renovables en España alcanzara los 112 terawatios dentro de cinco años, con la mayor aportación procedente de la eólica terrestre, seguida de la hidroeléctrica y la solar.

La AIE calificó de «impresionante» el desarrollo de la generación de energía procedente de recursos renovables en España entre 2005 y 2011 y constató que las fuentes convencionales también experimentaron un impulso al principio de la década del 2000.

Sin embargo, afirmó que parte de esa capacidad suplementaria quedó sin utilización desde que comenzó la crisis económica y la situación actual es de exceso de capacidad de generación, según el estudio.

En cuanto a la red eléctrica española, la AIE la calificó de «mallada y fuerte» y recordó que el país tiene una de las tasas más elevadas del mundo en penetración de la energía eólica (con un 15% en 2011); destacó además que este recurso proporcionó el 60% del consumo en las primeras horas del día del 16 de abril de 2012.

El informe indicó que en 2011, último año del que ofrece datos, la producción de energía en España mostraba una situación «bien diversificada»: el 29% procedente del gas, el 20% de la energía nuclear, el 15% del carbón y el 31% de fuentes renovables.

Finalmente, la AIE dijo que el problema del exceso de capacidad de la red energética española es «auténtico» y que, dado que la demanda no aumentará hasta niveles previos a la crisis económica más que en 2014, «hay poca necesidad para nuevos activos generadores, ya sean estos renovables o no».

La producción de renovables crecerá un 40% en 5 años

Asimismo, la AIE vaticinó que la producción de energías renovables aumentará en los próximos cinco años más de un 40%, según la cual el sector hidráulico será el que más crecerá en ese lustro.

Su informe sobre las tendencias a medio plazo de las renovables, el primero que dedica en exclusiva a ese tipo de energía, examinó en detalle la situación en los quince países que representan el 80% de su producción a nivel mundial, y prevé el desarrollo que puedan experimentar otros mercados.

Así por ejemplo de los 710 gigavatios (GW) de nueva potencia que se esperan de aquí a 2017 en electricidad renovable, China acapara el 40% con 270 GW, mientras que se esperan también avances significativos en EEUU (+56 GW, la India (+39), Alemania (+32) y Brasil (+32).

Con este análisis la AIE reconoció «el papel cada vez mayor y más dinámico» de las renovables como fuentes de energía, y concluyó que pese a la incertidumbre económica de algunos países se espera que mantenga su crecimiento y expanda las posibilidades de desarrollo.

La directora ejecutiva de la agencia, Maria van der Hoeven, indicó en su presentación que las soluciones tecnológicas necesarias para su desarrollo están disponibles y que su madurez contribuyó a que la apuesta por este tipo de energía se mantenga al alza.

De 2011 a 2017, según las conclusiones de la AIE, la generación de electricidad renovable debería aumentar un 60% respecto al quinquenio precedente, hasta los 1.840 teravatios/hora, y en ese cambio se alzan como factores clave el cada vez mayor atractivo económico de esa fuente y la persistencia de políticas de apoyo.

Para 2017, la energía hidráulica, que de 2005 a 2011 supuso el 80% de la generación de renovables, limitará su aportación al 70%, pero se mantendrá como la fuente más importante, en la que los países que no pertenecen a la OCDE deberían de ser responsables del 65% de la generación.

El alza en las renovables aparece, sin embargo, en todas los sectores que las generan, como la eólica, que para 2017 se cree que aportará el 16,7%.

De la bioenergía, además, procederá ese año el 8,3% de la generación de renovables, con un incremento anual del 9,6%, mientras que la energía solar se espera que contribuya con un 4,9% y la geotérmica mantenga en un plano secundario con un 1,4% del que se confía en que aumente a medio plazo.

Los incentivos económicos juegan un papel clave en el mantenimiento de estos desarrollos, precisó la AIE, según la cual las inversiones en generación de electricidad renovable crecieron un 19% en 2011 respecto al año anterior, hasta los 250.000 millones de dólares.

Van der Hoeven indicó que el aumento de la exportación de ese tipo de energías es una manera de rentabilizar las inversiones, y recalcó que esos intercambios entre países va a ser una constante en los próximos años.

Y entre los casos concretos analizados citaron al español, donde según la AIE el desarrollo de las renovables experimentará a medio plazo una «expansión significativamente ralentizada», fruto de la coyuntura económica.

Pero a nivel general, según los datos disponibles, se constató esa tendencia al alza, en la que aparecen como principales desafíos el coste de las inversiones o la falta de políticas coherentes al respecto.

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