Juncker recuerda a Rusia que la Unión Europea «no va a permitir chantajes con la energía» y que South Stream «puede construirse»
Juncker mostró su apoyo a los países afectados por el anuncio ruso y, especialmente a Bulgaria, con cuyo primer ministro, Boyko Borissov, se reunió para tratar éste y otros asuntos.
«No acepto la simple y fácil idea de que Bulgaria sea chantajeada», advirtió poco después Juncker, quien repitió unas palabras del nuevo presidente del Consejo europeo, el polaco Donald Tusk, en las que definió a Rusia como un «problema estratégico».
«Bulgaria no está sola. Estamos con ellos. Queremos que la energía fluya hacia Bulgaria y la Unión Europea, y no aceptaremos chantajes con la energía», dijo Juncker durante una conferencia de prensa.
«Trabajaremos junto con Bulgaria y también gracias al plan de inversiones para asegurar las interconexiones energéticas», señaló el presidente del Ejecutivo comunitario en referencia al plan de inversiones de 300.000 millones de euros que él mismo presentó la pasada semana ante el pleno del Parlamento Europeo en su sede de Estrasbutrgo (Francia).
«Lo mejor para Bulgaria es lo mejor para la Unión Europea y trabajaremos juntos y encontraremos una solución legal conjunta«, señaló Juncker.
El South Stream «puede construirse»
A propósito del caso concreto del gasoducto South Stream, en el que Rusia decidió suspender su participación, Juncker dijo que «las condiciones están claras y encima de la mesa desde hace mucho tiempo y no hay nada nuevo».
En este sentido, dijo que el gasoducto, que debería unir Rusia con los países de la Unión Europea, «puede construirse» y descartó que haya problemas «insalvables».
Agregó que por ello «la pelota está en el tejado de Rusia», un país que esta misma semana anunció la cancelación de su participación en un proyecto que pretendía abastecer a países europeos con gas natural a través del mar Negro sin la necesidad de pasar por Ucrania.
Putin culpó a Bulgaria de no haber dado la autorización necesaria para continuar los trabajos en su zona económica exclusiva y anunció al mismo tiempo que apostaba por Turquía como país de transito y destino para su gas.
Borissov, por su parte, advirtió de que su Gobierno no ha recibido ninguna notificación oficial de parte de Moscú sobre la suspensión de su participación en South Stream, al tiempo que confió en que los ministros europeos de Energía, que se reúnen en Bruselas el próximo día 9, puedan encontrar una solución.
Asimismo, señaló que no es Bulgaria el único país afectado por South Stream, en referencia al resto de países que participan en el gasoducto (Hungría, Grecia, Croacia, Eslovenia, Austria y Serbia).
El primer ministro búlgaro agradeció a Juncker que la Unión Europea se considere negociadora de parte de los Estados miembros respecto al gasoducto y no un mero observador.



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