Investigadores crean un catalizador para la destrucción controlada de gases de efecto invernadero
El Grupo de Química Organometálica y Catálisis Homogénea de la UJI, coordinado por Eduardo Peris, desarrolló el que es el catalizador más activo que existe hasta el momento para la activación -en lenguaje químico «rotura»- de enlaces carbono flúor, que son los enlaces más fuertes que existen en moléculas orgánicas, por lo que resultan también los más difíciles de romper, de ahí la gran dificultad de descomponer los compuestos orgánicos fluorados.
La relevancia de los resultados alcanzados llevó a que el trabajo, codirigido por José A. Mata y en el que participó la doctoranda Sara Sabater, haya sido publicado en la revista Nature Communications, donde recibió casi un millar de visitas en menos de un mes. El trabajo tiene un valor añadido para la universidad de Castellón, ya que fue desarrollado enteramente por tres investigadores de la UJI.
Debido a su elevada estabilidad, los CFCs experimentaron un gran desarrollo durante los años 80 del pasado siglo, fundamentalmente por su aplicación en productos como aerosoles, gases de nevera, entre otros, hasta que se evidenció su elevado efecto perjudicial, ya que, al llegar a la atmósfera y, por la acción del sol, se descomponen fotoquímicamente creando radicales libres que destruyen la capa de ozono.
Esto provocó que una gran cantidad de compuestos CFCs volátiles se quedaran en stock, sin posibilidades de eliminarse debido al elevado coste energético que ello supone.
El diseño del catalizador parte de la combinación de dos metales diferentes que actúen de forma sinérgica. Así pues, uno de los metales rompe el enlace carbono-flúor (paladio), y el otro introduce hidrógeno (rutenio).
La idea generó una gran expectación en los foros especializados, y la explotación de catalizadores heterometálicos (con dos metales diferentes), ya situó al grupo de investigación de la UJI en la vanguardia internacional de la investigación en catálisis, ya que el uso de catalizadores heterometálicos permite concatenar de forma secuencial procesos catalíticos, lo que facilita la obtención de moléculas muy sofisticadas minimizando costes y simplificando los procedimientos experimentales.
El grupo está trabajando ahora en una nueva fase de la investigación consistente en facilitar la reacción inversa, lo que facilitaría introducir flúor en otro tipo de compuestos. La obtención de moléculas fluoradas podría tener una gran repercusión en diferentes campos como, por ejemplo, en el de la industria farmacéutica para el desarrollo de medicamentos, según la UJI.

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