Industria reducirá el objetivo de instalación de potencia renovable para el año 2020
Así está recogido en el borrador del Plan de Acción Nacional de Energías Renovables 2010-2020 (PANER) que el Ministerio de Industria ha enviado a la Unión Europea y cuyo contenido confirmó el director general de Política Energética y Minas, Antonio Hernández, en la inauguración de la Convención eólica 2010 organizada por la Asociación Empresarial Eólica (AEE).
Esta reducción del objetivo, marcado en el Pacto de Zurbano, afectará tanto a la energía solar (que pasará de 15.685 MW a 13.446 MW, es decir, 2.239 MW menos) como a la eólica, que pasaría de los 40.000 MW estimados al principio, a 38.000 MW, debido a la reducción de la previsión de la tecnología eólica marina, que bajaría de 5.000 MW a 3.000 MW para el año 2020.
Una disminución que el director general de Energía atribuyó a un «cambio de la estimación de generación», en el caso de la solar (puesto que Industria ha comprobado que las instalaciones pueden operar más horas de las previstas) y a las previsiones del sector, en el de la eólica marina.
Asimismo, el PANER prevé que la generación de electricidad con gas natural se incremente hasta alcanzar el 35% del total, frente al 30,4% registrado en 2009, aunque la mitad de esa producción corresponderá a la cogeneración, un sistema que produce electricidad y energía térmica útil (calor) con un mismo combustible.
En la actualidad, la producción de electricidad con gas natural corresponde en un 71% a las centrales de ciclo combinado y el 25% a la cogeneración.
El Plan de Acción también señala que en 2020 la generación de las tecnologías emergentes, como la eólica marina, la geotermia y las energías de mar, será equivalente a la procedente de productos petrolíferos.
Hernández dejó claro que el nuevo marco por el que se regirán las renovables será anunciado antes del 1 de julio. Aunque todavía «está todo abierto», este Departamento intentará que sea «lo más eficaz posible», partiendo de la necesidad de competitividad que reclama el sector.
«Queremos planificar la energía de aquí a 2020, y que nuestras señales de regulación y nuestro mercado sean claros. No puede ser que tengamos un objetivo para 2010 que se cumpla antes de tiempo» (en 2009), de tal modo que «las empresas tengan que acudir a los mercados internacionales», dijo.
Además, Hernández también avanzó que la nueva regulación para las renovables incluirá una asignación anual de capacidad para las diferentes tecnologías, con el objetivo de que la industria asociada pueda adaptarse a la demanda y que, en la medida de lo posible, los aerogeneradores y placas solares provengan de fábricas españolas.
«Esperamos que el mecanismo de asignación que estamos trabajando con el sector nos permita ese objetivo», añadió, al igual que confió en que la nueva regulación dé confianza a los inversores y permita una rentabilidad razonable a las empresas del sector.
Apoyo «incondicional» de Industria y el Gobierno a las renovables
El director general insistió en que tanto Industria como el Gobierno van a mantener el apoyo a las energías renovables porque han ayudado a mejorar la competitividad y la internacionalización de la economía española, así como a reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Un apoyo que «viene del pasado, está en el presente y continuará en el futuro, con el horizonte 2020 y 2050».
Sostuvo, en este sentido, que las renovables son básicas para el sistema eléctrico, por las numerosas ventajas que aporta en términos de independencia energética, reducción de emisiones de gases, apoyo a la seguridad de suministro e internacionalización, «en un momento clave, en el que el sector exterior es el que tira de la economía».
«El apoyo público no va a faltar», insistió Hernández, recordando que en un año de caída de la demanda como fue 2009 «se redujo el hueco térmico, pero se mantuvo la apuesta por las renovables».
Con todo, el director general de Energía también dejó claro que, debido a la intermitencia de estas fuentes limpias, es necesario contar con un mix energético equilibrado, en el que haya energía térmica que respalde a la renovable.
La nueva regulación para el sector, apuntó Hernández, se apoyará en cuatro principios básicos: el diálogo con los agentes implicados (asociaciones y empresas del sector y comunidades autónomas), el balance entre sostenibilidad y competitividad, el apoyo al autoconsumo y la coordinación entre empresas eléctricas e industria.
Para lograrlo, destacó la consecución de un equilibrio adecuado entre la seguridad de suministro y la sostenibilidad, por un lado, y la competitividad de la economía, por otro.
Hernández expresó, además, la intención del Gobierno de apoyar la I+D+i en el sector de las renovables, desarrollar las empresas de servicios energéticos y apostar por el autoconsumo (con la colaboración de las empresas de servicios energéticos).
La producción de las renovables se duplicará en 2020
Añadió que, según el Plan de Energías Renovables (PER), en el horizonte 2020 se va a duplicar la generación renovable, hasta cubrir el 38,2 por ciento de la demanda eléctrica nacional, alcanzando su producción los 152.835 gigavatios hora (GWh) en diez años, casi el doble de los previstos para 2010 (82.631 GWh).
Por tecnologías, la eólica (terrestre y marina) seguirá siendo la protagonista con un 52% de la producción total de renovables en 2020, seguida de la hidráulica (8,3%), la solar termoeléctrica (3,8%) y la solar fotovoltaica (3,6%).
La evolución del mix de generación (el reparto de la producción entre las distintas fuentes) previsto por el Plan de Acción supone un incremento en la participación en la producción de electricidad de las renovables y el gas natural, una reducción del carbón y el petróleo y una estabilización de la nuclear.
Además, se perseguirán los objetivos de mejorar la intensidad energética un 2%, mantener el proceso de electrificación del sistema español, apoyar el vehículo eléctrico y apostar por las interconexiones energéticas internacionales.

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