Industria no tiene competencias para tramitar la central térmica de carbón de Mequinenza (Zaragoza)

De esta forma lo expresó en la Comisión de Industria del Senado en respuesta a una pregunta formulada por el senador de CiU Ramón Alturo sobre la situación de esta central térmica de 37 megavatios de potencia en una zona colindante con los municipios de Seròs y Almatret, en la provincia de Lleida.

Hernández explicó que «ninguno de los aspectos que tienen que ver con la tramitación de la central depende del Ministerio de Industria» y precisó que, por tratarse de una central con una potencia instalada menor a 50 megavatios de potencia, la competencia es de la Comunidad de Aragón, que debe aclarar cómo está la tramitación.

Los estudios del impacto ambiental de la central sobre las zonas colindantes tampoco es competencia del Ministerio de Industria, sino de la Comunidad Autónoma, afirmó el secretario de Estado de Energía.

Alturo indicó que esta central se alimentará en gran parte de los residuos de carbón, que se han acumulado por la actividad minera de la empresa a lo largo de su historia.

Los escombros, que están situados al lado de la zona de Lleida y están enterrados en valles y barrancos, se pretenden utilizar como fuente de energía en un 70 por ciento aproximadamente, según el senador de CiU.

Apuntó que diferentes estudios señalan que el combustible procedente de estos escombros es «altamente contaminante» debido a las elevadas emisiones de azufre, óxido de nitrógeno y anhídrico carbónico, que representan casi tres veces más que las de una central de ciclo combinado.

Alturo reconoció que la competencia sobre la central es de la Comunidad de Aragón, pero, por su proximidad a la provincia de Lleida, también afecta a la Comunidad de Cataluña.

Tras precisar que en un radio de veinte kilómetros de la central, hay nueve municipios leridanos y tres aragoneses, estimó que el Gobierno central algo tendrá que decir en relación a los estudios de impacto ambiental y la situación que se pueda generar.

Asimismo, mostró la preocupación de los residentes en las proximidades de la central térmica por las afecciones ambientales de esta instalación.