Industria denegó a Nuclenor la ampliación del plazo para solicitar la renovación de explotación de Garoña porque afectaría al rigor de la revisión efectuada por el CSN
En el informe, que Industria solicitó al CSN, el organismo señaló que la fecha establecida como límite para presentar la solicitud, el 6 de septiembre de 2012, «ya implica un periodo de tiempo menor que el año normalmente requerido por el CSN para la renovación de una autorización de explotación».
De este modo, indicaron que «una reducción adicional de este plazo, necesario para llevar a cabo la revisión, evaluación, e inspecciones que procedan, afectaría negativamente al rigor y profundidad de la revisión» del organismo.
El departamento que dirige José Manuel Soria, recogió estos argumentos en el documento en el anunciaba la decisión negativa a la petición de Nuclenor. En este informe, Industria señaló que la empresa responsable de la central burgalesa podrá interponer potestativamente recurso de reposición en el plazo de un mes, o bien un recurso contencioso-administrativo en el plazo de dos meses.
El pasado 14 de agosto Nuclenor solicitó al Ministerio, a través de un escrito, la ampliación del plazo de presentación de la solicitud de renovación de la autorización de explotación, para retrasar la fecha límite del 6 de septiembre.
Según indicó Industria, la empresa justificó su solicitud argumentando que ante la falta de información segura y la incertidumbre actual sobre las medidas que el Ministerio está considerando para resolver el déficit de tarifa, no está en condiciones para tomar una decisión responsable sobre el futuro de la central nuclear de Santa María de Garoña.
En el documento, Industria indicó que diez días después se solicitó un informe al CSN, que el consejo presentó el 31 de agosto y en donde se desaconsejaba la ampliación del plazo solicitado. El CSN «ha estudiado la solicitud, así como el informe de evaluación realizado por la Dirección Técnica de Seguridad Nuclear, y por las razones expuestas ha acordado informar desfavorablemente sobre la ampliación del plazo solicitado», concluyó el documento del organismo regulador.
En este sentido, el ministro de Industria, Energía y Turismo insistió que el hecho de que una central amplíe o no su periodo de vida depende de que la empresa explotadora lo plantee y de que el CSN lo estime oportuno o no en función de las condiciones de seguridad.
Sobre el dictamen del CSN que desaconseja autorizar otra ampliación para que el operador de la central de Santa María de Garoña tenga otros dos meses para decidir si quiere prórroga o no, Soria afirmó que «hemos llamado a la empresa y le hemos dicho que no, porque si la prorrogáramos en estos términos estaríamos yendo en contra de ese dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear«, comentó.
El ministro reconoció que «eso no le ha gustado a la empresa, pero tampoco estamos para hacer lo que le guste o no a una empresa sea más grande o más pequeña».
Asimismo, Soria afirmó que el Gobierno «no tiene ningún prejuicio ideológico» sobre la prolongación de la vida de las centrales nucleares, y que para decidir sobre cualquier tema de esta materia se van a «seguir literalmente» lo que digan los informes del CSN.
«La energía nuclear es, ha sido, debe seguir siendo una de las partes del mix energético en España», apuntó el responsable de Industria.
Nuclenor seguirá operando en Garoña con garantías de seguridad
Por su parte, Nuclenor, la empresa propietaria de la central nuclear de Santa María de Garoña, aseguró que, independientemente de si renuevan la explotación de la central, la empresa «va a continuar operando con las mayores garantías de seguridad y fiabilidad».
La propietaria de Garoña no comunicó, por el momento, al Ministerio de Industria si desea renovar su autorización. Simplemente le trasladó al Departamento que dirige Soria que «no está en condiciones de solicitar la renovación de la autorización de explotación de la central nuclear» porque «desconoce cómo le afectarían las nuevas condiciones que podrían establecerse para la actividad de generación nuclear en el marco de la reforma energética aún pendiente de aprobación por parte del Gobierno».
Tras expresar su inquietud, el director de comunicación de la empresa, Antonio Cornadó, afirmó que la central trabajará bajo la supervisión del Consejo de Seguridad Nuclear.
Recalcó que, debido a que no se conocen las «circunstancias y bajo qué supuestos regulatorios y fiscales debería desarrollarse» la actividad de la central, no se ha «podido presentar la solicitud de renovación» del permiso de funcionamiento de Garoña ante el Ministerio de Industria.
El Gobierno autorizó en el mes de julio que la central siga operando hasta 2019. Para ello la empresa tenía que solicitar una prórroga, cuyo plazo finalizó este miércoles, lo que hace apuntar que la central nuclear dejará de producir el 6 de julio de 2013.
Sin embargo, «Nuclenor (controlada por Iberdrola y Endesa) no renuncia a seguir operando la central» aunque necesita «clarificar la situación regulatoria para despejar las incógnitas sobre la viabilidad económica de la empresa. Si estos interrogantes se clarifican adecuadamente, Nuclenor podría solicitar la renovación del permiso de funcionamiento para Santa María de Garoña», insistió.
La empresa indicó esta decisión y argumentó que es posible porque «técnicamente reúne todos los requisitos para seguir operando de una manera fiable y segura, como reiteradamente señalaron tanto el CSN como la Agencia Internacional de la Energía Atómica.


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