Industria asegura que vincular el recibo eléctrico al «pool» permitirá ahorrar un 3% anual en la factura

Fuentes de Industria explicaron que este lunes remitieron a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) su propuesta, con «vocación de permanencia total en el tiempo», para modificar el sistema para fijar el componente energético de la tarifa, que supone la mitad del recibo y que sustituirá a las antiguas subastas trimestrales.

El Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), es decir, la antigua Tarifa de Último Recurso (TUR), se compone mediante la conjunción de los peajes de acceso, que fija el Gobierno para retribuir las actividades reguladas; el componente energético y los impuestos.

Hasta ahora, el componente energético se determinada trimestralmente en unas subastas denominadas Cesur que aseguraban un precio fijo para los tres meses siguientes, aunque esto implicaba ciertos costes por cobertura financiera.

El nuevo mecanismo para fijar los precios tomará como referencia el precio medio diario del mercado mayorista eléctrico durante el periodo de facturación, mientras que en el caso de los usuarios con contador inteligente con discriminación horaria se les cobrará en función de su consumo y del precio del mercado en cada hora.

Con el nuevo modelo desaparecen las coberturas financieras incluidas en esas subastas, que han supuesto un sobrecoste anual de 1.160 millones de euros en los cuatro años de vigencia del modelo aún vigente por culpa de su efecto inflacionista, dado que los consumidores pagarán en cada periodo de facturación exactamente el precio medio del mercado en esas fechas.

El sobrecoste de este «seguro» trimestral fue de 500 millones de euros en 2010, de 200 millones de euros en 2011, de 250 millones de euros en 2012 y de 210 millones de euros en 2013, «y todo por evitar una fluctuación de dos o tres euros al mes», dijeron las fuentes.

Según reconoció Industria, esto supondrá una cierta volatilidad, de entre «tres o cuatro euros al año», puesto que el precio del mercado fluctúa en función de diversos factores, entre los que destaca la disponibilidad de producción renovable, que entra a cero euros y abarata el precio de cierre, aunque aseguró que no será más que «unos pocos euros», al alza o a la baja, en la factura final.

Ahorros del 3% al año en la factura

Además, al eliminar las subastas y sus costes financieros, la factura media de los consumidores acogidos a la tarifa con menos de 10 kilovatios (kW) de potencia se reducirá en torno a un 3%, según Industria, unos 200 millones de euros anuales en total. El coste de la energía se reducirá entre un 10% y un 11%.

Las ofertas «estandarizadas» y fijadas de forma libre por las compañías se publicarán mediante una herramienta que habilitará Industria, a través de su web y de la de la CNMC, en la que cada consumidor introduciendo sus datos (potencia, periodo de facturación y consumo) podrá comprobar si su recibo es correcto y adecuado a los precios del mercado en el periodo.

Posibilidad de contratar una tarifa fija anual

Al margen de este sistema, los consumidores que quieran «estabilidad» tendrán la opción de contratar una tarifa con precio fijo y cerrado para todo el año, ya que Industria obligará a las comercializadoras de referencia a ofrecer esta opción.

Esta tarifa, previsiblemente interesará a un bajo porcentaje de usuarios, principalmente a pymes, ya que al ofrecer mayor previsión, será «más cara» que la tarifa normal.

Sobre las tarifas anuales, desde Industria señalaron que se tratara de ofertas «muy estandarizados» y que se harán publicas para facilitar a los consumidores las comparaciones. Los consumidores que se acojan a estas tarifas, pasarán al mercado libre aunque siempre tendrán la opción de volver al regulado transcurrido un año desde el cambio.

Un mecanismo «transparente» y «menos costoso»

Industria defendió este nuevo mecanismo, que entrará en vigor en abril, y se reflejará en la factura de mayo de forma bimestral, como el «más transparente y menos costoso para el consumidor» e implicará la desaparición de «toda actuación del Gobierno en la fijación del precio de la electricidad».

De este modo, la factura incluirá por un lado los peajes regulados y los impuestos, y por otro un precio de la energía fruto de la media que haya marcado durante ese periodo el «pool». De esta forma, se resuelve el efecto encarecedor de las anteriores subastas Cesur.

Se crearán mecanismos de supervisión

Otro de los aspectos del nuevo mecanismo, que Industria aún debe analizar junto a la CNMC, es la creación de una fórmula de supervisión para poder responder ante posibles variaciones extraordinarias en el mercado mayorista. «Siempre estamos encima del mercado y, si se ve algo extraordinario, tenemos la idea de crear instrumentos específicos», afirmaron las fuentes, aunque no desvelaron en qué sentido.

En diciembre, el Gobierno anuló el resultado de la última subasta Cesur por concurrir «circunstancias atípicas» y arrojar un precio de 61,84 euros por megavatio hora (MWh), por lo que fijó un precio provisional para este primer trimestre del año, de 48,48 euros, a la espera de establecer un nuevo mecanismo.

De hecho, los 48,48 euros son superiores a la media de 30 euros que está marcando el «pool» en lo que va de año.

Este precio provisional se comparará, una vez cerrado el trimestre, con el precio medio del mercado en el periodo y la diferencia, que por el momento es a la baja, se ajustará en las facturas de los consumidores en los meses de mayo o junio, restituyendo las comercializadoras el dinero cobrado de más en un pago único.

En caso de los consumidores con contadores horarios, se les aplicará el precio del «pool» en cada hora de consumo. Para los que no los tienen, la referencia será la media del día, y luego la media de los precios diarios en el conjunto del periodo facturado.

Este nuevo sistema afecta al componente de la energía del recibo. De forma orientativa, por cada 50 euros que paga un consumidor, 20,6 euros van a peajes, 10,7 euros a impuestos y 18,7 euros a este componente energético.

Las fuentes de Industria también explicaron que, tras el aumento del término fijo de la electricidad, de los 20,6 euros que se pagan por los peajes, 12,36 euros irán a la parte fija, mientras que otros 8,24 euros se dedicarán a la variable. Anteriormente, la proporción era de 7,21 euros frente a 13,39 euros.

Por otro lado, Industria señaló que se no se producirán nuevas revisiones de peajes de la tarifa de gas natural hasta que no concluya la reforma de este sector en la que trabaja el Gobierno.

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