Industria aboga por introducir nuevas plantas de energía renovable pero «con cabeza» y «al menor coste»
Esta afirmación, realizada durante la presentación del Balance energético 2014 y perspectivas para 2015 organizado por el Club Español de la Energía, justifica la propuesta del Gobierno de convocar la instalación de 500 megavatios (MW) eólicos y 200 MW de biomasa, con lo que se rompería en la práctica la moratoria renovable vigente desde enero de 2012. Nadal defendió que la nueva potencia se asigne mediante «concurrencia competitiva«, esto es, mediante procedimientos competitivos, con el objetivo de abaratar el coste.
Nadal subrayó que hay que empezar por construir estas nuevas plantas de renovables en «aquellas partes del sistema donde suponen ahorro neto en sí mismo», como Canarias, mientras que en la Península hay que introducirlas donde haya «más posibilidad de ganar eficiencia«, como la renovación de equipos eólicos, o donde «cabe gran posibilidad de crecimiento» como en la biomasa. «El objetivo es cumplir, pero con el menor coste y con el mayor efecto arrastre. Hay que hacerlo cuando el momento oportuno ha llegado y los costes son los adecuados», insistió.
No obstante, recordó que «no hicimos siempre bien las cosas» ante la elevada implantación de renovables en los años pasados, si bien valoró que «tenemos un depósito de renovable importante». «Desde el punto de vista de energía primaria alcanza el 17%, muy cerca del objetivo del 20%», avanzó. Por ello, valoró el fin de la anterior política energética, en la que «no se acompasaban los costes con los ingresos y las diferentes regulaciones no respondían a reglas claras» mientras se generaba una situación «insostenible». En definitiva, consideró que «se pueden compartir o no algunos elementos de la reforma pero no se puede negar la necesidad de la misma para acabar con los elementos que desestabilizaban».
Además, señaló las inversiones en redes «tienen que seguir siendo un pilar», especialmente en la red de distribución. «Todo esfuerzo para mejorar la calidad es poco tanto en la red de transporte como de distribución. Pero con cabeza, ya que las planificaciones anteriores eran como una especie de carta a los Reyes Magos, incluyendo todo lo solicitado. Hay que ordenar las inversiones de manera que se hagan primero las más importantes para el país», dijo el secretario de Estado. En cualquier caso, indicó que la retribución, como la regulación, tiene que ser «flexible» para poder adaptarse a los cambios tecnológicos.
En ese sentido, Nadal explicó que a la hora de «pensar en el futuro» se desconoce cómo va a evolucionar la tecnología en los próximos años y cómo va a responder la demanda energética al crecimiento económico previsto ya que en los últimos años no se ha mostrado acompasada al crecimiento del PIB como tradicionalmente sucedía. Así, Nadal reiteró nuevamente que será necesario desarrollar interconexiones eléctricas y gasistas con Europa, así como redes de distribución de gas, para llegar a toda la demanda potencial, y electricidad, para mejorar la calidad.
Por su parte, la subdirectora de Planificación Energética y Seguimiento, María Teresa Velasco, anunció que la energía primaria descendió un 1,8% en 2014, mientras que la energía final registró una reducción del 2,7% debido a la crisis y a la mayor eficiencia energética. La baja demanda contribuyó a avanzar en consecuencia en el objetivo de renovables, que supusieron el 17,1% de la demanda final bruta, cinco puntos por encima del hito marcado, como en la reducción de la dependencia energética, que se sitúa ligeramente por encima del 72%, con un pequeño repunte respecto a 2013.
Asimismo, la subdirectora de Planificación Energética adelantó que la demanda eléctrica «se está recuperando», con un crecimiento del 1,3% desde inicio de este año y con unas condiciones climáticas similares a las de 2014.»En 2015 se anticipa un cambio de tendencia«, destacó Velasco, ya que los «indicios de que la recuperación económica se empieza a notar» coinciden con la vuelta a unas demandas energéticas «positivas».
Carbunión pide más a Industria
Por su parte, el presidente de la patronal del carbón Carbunión, Óscar Lapastora, aseguró que la propuesta del Gobierno de ayudas a las centrales eléctricas de carbón implica unos niveles de producción y compra de mineral «muy inferiores a lo que necesita el sector para mantener su actividad». Lapastora subrayó que la propuesta del Gobierno es insuficiente, aunque reconoció que aún no se ha iniciado su tramitación y reclamó la fijación de una estrategia con Bruselas. Las ayudas para la adaptación de las centrales térmicas de carbón nacional para que resulten menos contaminantes es una de las normativas previstas en el marco para la minería del carbón para garantizar la continuidad del sector hasta 2018.
En términos de balance, Lapastora señaló que el pasado año se cumplieron en un 74% los objetivos del real decreto de garantía de suministro en materia de energía programada, aunque en un porcentaje mucho menor en lo que se refiere a la compra de carbón, ya que había existencias acumuladas. Así, la producción de carbón se situó en 3,9 millones de toneladas y las ayudas a esta actividad, en 33 millones de euros, «disminuyendo un 14% respecto a las recibidas durante el 2013», de los que se han desembolsado 27,4 millones, la décima parte que hace tres años (300 millones).
De cara al futuro, Lapastora espera «un año complicado» ya que aunque la utilización del carbón como fuente eléctrica ha mejorado en el primer trimestre del año, el sector afronta el retraso en la aprobación de las normativas y la fuerte competencia del mineral extranjero, que cotiza a precios mínimos de varios años. En 2014 un 16% de la electricidad en España se generó en las centrales térmicas de carbón.




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