Implosión en el Gobierno: el conflicto Soria-Montoro se reaviva
La filtración de que Montoro asumió las posiciones de Abengoa ha abierto una guerra sin cuartel en el Gobierno a cuenta de la publicación en el portal digital Voz Pópuli, publicación que dirige el periodista económico Jesús Cacho, del origen de los documentos utilizados por el Ministerio de Hacienda para la elaboración de la propuesta de medidas fiscales para resolver el problema del déficit tarifario.
De fuerte irritación calificaban ayer fuentes cercanas al Ejecutivo el hecho de la difusión (no desmentida, por otra parte) de que José Manuel Soria reveló al presidente del Gobierno que el Ministerio de Hacienda había hecho suyas, de forma íntegra, textual y sin explicitarlo, las posiciones de Abengoa en el proyecto de ley de medidas fiscales conducentes a la absorción del déficit tarifario y de la diferencia entre la tarifa y el coste del suministro. Toda una bomba de relojería para el Gobierno. Soria habría enseñado a Rajoy el mismo documento presentado con membrete del Ministerio de Hacienda, procedente directamente de Abengoa. El enfrentamiento abierto en el seno del ejecutivo entre Cristóbal Montoro y José Manuel Soria se recrudecía con esta filtración, además de por el hecho de que el canario afeara la reprobable conducta del titular de Hacienda, primero haciendo suyas estas posiciones y luego ocultándolo en el seno de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos.
Una reforma pródiga
La propuesta «elaborada» por Hacienda, calificada de muy polémica, establecía un impuesto especial para dos de las tecnologías concurrentes en el mercado liberalizado de generación eléctrica: la hidráulica y la nuclear. Dichos gravámenes recogerían las tesis del colectivo retroprogresivo de la electricidad que ha tenido cobertura en Abengoa y en las ramificaciones de la industria termosolar.
La propuesta, además, mantenía casi intactas las previsiones de ingresos de las tecnologías con mayores niveles de subsidio por MWh de generación (sobre todo la termosolar). Además, la propuesta fiscal, casualmente, apuraba mucho más con la fijación de nuevas figuras tributarias, especialmente a las tecnologías renovables y de régimen especial más cercanas a la paridad con los precios del mercado de generación, como la eólica.
Paradójicamente, en los cálculos que empleaba Hacienda para determinar este impuesto, que en la práctica quebraba el funcionamiento del mercado de generación, no se contemplaban ni los datos contables auditados de las empresas, ni las inversiones, ni gastos de mantenimiento, ni las amortizaciones de estas instalaciones. Se trata de una práctica conocida y usual entre este colectivo como soporte de sus posiciones ideológicas antinucleares y antihidráulica. Dichas posiciones eran compartidas, además, por el Director de la Oficina Económica del Presidente, Álvaro Nadal, colaborador del propio Montoro en su etapa parlamentaria al frente del área económica en la oposición.
Las informaciones conocidas hasta el momento provocaron fuertes suspicacias y casi transparentaban que Abengoa habría influido fuertemente en todo el proceso por su capacidad de acceso al Ejecutivo, vía Cristóbal Montoro y sus relaciones. Dichas informaciones estaban pendientes de publicación a la espera de su confirmación oficial por varios medios de comunicación, incluido Energía Diario, pero la noticia de ayer fue un salto cualitativo, tanto en lo metodológico como en el escándalo, al revelarse el origen de los «papeles» que empleaba Hacienda y confirmar su autoría.
Dicho impuesto supondría en la práctica, además de una distorsión del mercado de generación, comprometer la viabilidad de las instalaciones de generación afectadas. Así, tal y como se conocía hoy, Nuclenor ha aplazado la solicitud de ampliación de la operación de la central de Santa María de Garoña hasta que no se despeje la incertidumbre regulatoria en torno a estas medidas. Los efectos de esta normativa pueden ser devastadores para el sector eléctrico y para la seguridad de suministro, con un alcance mucho mayor que salvaguardar unos MW futuros de generación termosolar, cuya campaña para evitar una moratoria había llegado muy lejos.
La fuerte asimetría de la reforma y el hecho de que el coste de garantizar unos cuantos megavatios fuertemente subsidiados por esta vía comprometa la política energética y de suministro, ha situado sobre alerta al ministro de Industria, José Manuel Soria, que se ha implicado personalmente y a fondo en esta cuestión. Hoy mismo, en varios medios de comunicación, volvía a enfatizar el problema del déficit tarifario, su gravedad y su necesidad de control y ajuste.
Por otra parte, dichas fuentes lamentaban que se hubieran transparentado «estas deliberaciones» (por la revelación de la influencia de Abengoa y el origen de los documentos) dentro del Ejecutivo. En esta agria polémica, en días pasados, Montoro se irrogó la capacidad de su cartera para la fijación de impuestos, figuras tributarias y fiscales, mientras que el titular de Industria, Soria, reclamó su responsabilidad en la política energética. Una fuerte brecha y un problema de cohesión en el Ejecutivo, que no está, ni mucho menos, cerrado.
El hecho es que, hoy, Rajoy tiene encima de la mesa un problema gravísimo con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, fuertemente cuestionado debido a su relación con su exsocio, Ricardo Martínez Rico (hermano, por otra parte, de su actual jefe de gabinete). Martínez Rico hoy está presente en el Consejo de Administración de Abengoa, con una retribución de 300.000 euros, muy elevada para este tipo de posiciones (el expresidente José María Aznar percibe, después de la última subida de retribuciones, 120.000 euros del magnate Rupert Murdoch por su presencia en los Consejos de Administración de sus empresas).
Fuentes políticas revelan la debilidad actual del ministro de Hacienda dentro del Ejecutivo, dado que el propio Rajoy siempre estuvo receloso de contar con él, por sus relaciones empresariales peligrosas pasadas al frente de la consultora Equipo Económico. El apoyo de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, su gran valedora, es cada vez más débil, aunque Rajoy le habría encargado que medie junto a Álvaro Nadal (conocido partidario también de las tesis retroprogresivas) en la disputa entre Montoro y Soria.
Para complicar más las cosas al Ejecutivo de Rajoy, y tal como había anticipado Energía Diario, el Partido Socialista Obrero Español, a través de su secretario de Organización, Óscar López, ya ha puesto en el punto de mira de la oposición el proyecto de ley con las figuras fiscales para resolver el grave problema del déficit tarifario que preparaba el Ministerio de Hacienda. El PSOE necesita artillería gruesa y el Gobierno en general, y Montoro en particular, parece que se le está dando.


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