Ignacio Sánchez Galán afirma que el déficit de tarifa no se cura con «sanguijuelas» y califica la reforma del Gobierno Rajoy de «valiente»
«Creo que las agencias de rating están teniendo un cambio similar al de los inversores respecto a España» y «ya no hay la negatividad que había», afirmó en una entrevista con «Onda Cero«, antes de elogiar «la clase empresarial, que no emprendedora, porque ha sabido irse fuera» y abrir nuevos mercados.
Sánchez Galán también calificó de «valientes» las reformas del Gobierno, que se realizaron en unas condiciones «muy duras y difíciles», y ante «una situación límite». Además, animó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a continuar con las reformas y destacó su «aguante» para no pedir el rescate total de la economía.
Iberdrola, señaló, ha sido capaz de financiarse durante la crisis «sin problema» gracias a que entre el 70% y el 80% de su negocio se encuentra fuera de España. «Nuestro rating está dos ‘notches’ por encima del de España, y porque estamos en España, porque si no seguramente estaríamos en mejores condiciones todavía», afirmó.
El presidente de la energética aprovechó además para criticar la fuerte fiscalidad sobre la electricidad en España y el volumen de costes regulados cargados sobre la tarifa. «En Estados Unidos, la parte de fiscalidad apenas supone un 10% y los costes como los incentivos a las renovables se cargan sobre las cuentas públicas, mientras que en España estos conceptos y otras partidas reguladas no relacionadas con el suministro alcanzan el 57%».
Sobre el déficit de tarifa, lo comparó con un cáncer y dijo que «hay dos maneras de tratarlo», que es «con sanguijuelas, que era lo que se hacía en la Edad Media, o con cirugía, que es ahora lo necesario».
«Si tenemos un 5% de la energía que cuesta el 20% de la factura, podemos sacar sangre al resto del cuerpo, con lo que termineremos matándolo, y encima seguirá el cáncer», afirmó, para defender la opción de una cirugía que identifique y extirpe el problema.
Sánchez Galán dijo que el Gobierno tiene la «oportunidad» de corregir el problema y puso como ejemplo de la necesaria búsqueda de diólogo las negociaciones entre Iberdrola y el Gobierno de Brasil para resolver un problema de sobrecapacidad de centrales térmicas.
Al aludir a los tratamientos con «sanguijuelas», el presidente de Iberdrola evocó el caso de las tecnologías solares y criticó su alta retribución. «Si los inversores están esperando, como me dijo uno en Londres, rentabilidades sobre el equity del 40%, no quiero decir la palabra dura, pero o su departamento de análisis estaba equivocado o no sabe lo que es un negocio regulado», afirmó.
El presidente de Iberdrola destacó la competitividad lograda por la eólica, con un coste de 80 euros por megavatio hora (MWh), frente a las solares, que alcanzan los 400 euros por MWh, y calificó además de «abusivo» el autoconsumo fotovoltaico de electricidad, porque a su juicio se quiere hacer «sin pagar la red» y cargando costes sobre el resto de consumidores.
«Estoy dispuesto a hacer un debate con quien quiera en público en el momento que quiera sobre esas cosas», afirmó, antes de insistir en que «lo que no pueden esperar los negocios apalancados en un 95% es un sueño de rentabilidad del 40% para el poco dinero que pusieron».




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