Iberdrola tratará de vender por separado las cuatro plantas de combustible fósil en Nueva York
La Comisión del Servicio Público de Nueva York, encargada de regular las compañías de servicios esenciales públicos en este Estado, ordenó a Iberdrola «que trate de vender las plantas por separado después de no conseguir una oferta mínimamente aceptable por el conjunto», explicó un portavoz de la Comisión, James Denn.
Denn detalló que la Comisión permitió a Iberdrola hacerse en 2008 con las empresas New York State Electric & Gas Corporation (NYSEG) y Rochester Gas and Electric Corporation (RG&E) con el requisito de vender las plantas generadoras de combustible fósil pertenecientes a esas compañías.
En noviembre de 2009 la Comisión aprobó un plan para subastar esas plantas, pero en diciembre del año pasado Iberdrola le comunicó que no había recibido ninguna oferta que alcanzase los requerimientos de ese plan.
Ahora la quinta energética del mundo por capitalización tratará de vender en diferentes lotes esas plantas, que consisten en dos plantas de gas de ciclo combinado (la estación de Allegany, de 62 megavatios y la de Carthage, de 62 megavatios), una de combustión de gas de 18 megavatios (las estaciones 3 y 9 de RG&E), y la planta de carbón Russell, que ya no está en funcionamiento.
La Comisión propuso a la compañía española que, para atraer más interés de posibles compradores, oferte las dos plantas de gas de ciclo combinado en un paquete conjunto, las otras dos estaciones de gas de RG&E en otro, y por último trate de vender la planta de carbón en un tercer lote.
Las autoridades reconocieron que será difícil encontrar un comprador interesado en la desmantelada planta de Russell, por lo que aseguró que la «mejor alternativa es que se proceda a la demolición».
Fitch mantiene la calificación de Iberdrola en A- con perspectiva estable
Por otra parte, la agencia internacional de medición de riesgos Fitch anunció que mantiene la calificación de Iberdrola y de sus filiales a largo plazo en A- con perspectiva estable y en F2 a corto plazo.
La agencia subrayó el sólido modelo de negocio de la compañía, su alto de grado de diversificación geográfica así como la estabilidad de los negocios regulados.
Sin embargo, Fitch sostuvo que Iberdrola tiene una «cierta» exposición a los mayores costes de financiación en el marco de un escenario de estrés soberano y ante la débil demanda interna y de precios.
La agencia consideró que los avances en la titulización del déficit de tarifa, el desajuste que se produce cuando los ingresos del sistema eléctrico no son suficientes para cubrir los costes, reforzarán aún más las tasas de crédito de la compañía en los próximos 12-24 meses.
El pasado 26 de mayo, la Moody’s confirmó la nota A3 a largo plazo de Iberdrola y de sus filiales y cambió de negativa a estable la perspectiva en un entorno regulador más favorable marcado por los avances en el proceso de titulización de la deuda eléctrica.
Asimismo, Iberdrola cuenta actualmente con una calificación por parte de la agencia Standard & Poor’s de A- a largo plazo y A-2 para el corto plazo.


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