Iberdrola revisa más de 50.000 kilómetros de líneas eléctricas para reforzar la seguridad de suministro este invierno

Iberdrola ha revisado más de 50.000 kilómetros de sus líneas eléctricas en España durante 2007 para reforzar la seguridad del suministro este invierno y con el objetivo último de seguir mejorando la calidad del servicio en España.

La compañía ha inspeccionado 9.300 kilómetros de líneas aéreas de muy alta tensión, 5.500 kilómetros de alta tensión y 32.000 kilómetros de media tensión, prestando especial atención a aquellas líneas con más riesgo de sufrir incidencias por las puntas de demanda de energía eléctrica y por las inclemencias metereológicas.

Por un lado, se ha llevado a cabo una revisión ordinaria a cerca de 7.000 kilómetros de líneas aéreas de muy alta tensión, de 132 kilovoltios (kV). Esta inicitiva, de obligado cumplimento -RD 1955/2000-, implica un reconocimiento general de cara a detectar las anomalías más habituales en una instalacación de estas características: rotura de aisladores, daños por rayos, caída de arbolado, obras de construcción o edificación próximas, etcétera.

Por otro lado, Iberdrola ha desarrollado por iniciativa propia otro proyecto para analizar cerca de 40.000 kilómetros de sus líneas aéreas, un tercio de todas las que posee en España. Esta actuación, que se ha desarrollado en 2.300 kilómetros de líneas aéreas de muy alta tensión, 5.500 de alta tensión y 32.000 de media tensión, ha consistido en un reconocimiento exhaustivo de todos los elementos de estas instalaciones eléctricas, analizando uno a uno todos los apoyos y efectuando las mediciones necesarias para la deteccion de posibles anomalías.

Asimismo, la Empresa ha procedido revisar por infrarrojos (análisis termodinámico) otros más de 3.300 kilómetros de líneas. Esta acción, llevada a cabo en los meses previos al invierno, consiste en el reconocimiento de estas infraestructuras mediante cámaras termográficas transportadas en helicóptero o por un equipo de operarios a pie. Se mide así la temperatura de las instalaciones, lo que permite detectar aquellos puntos que mantienen temperaturas inadecuadamente altas (puntos calientes) y evaluar el rendimiento que tendrán ante una posible punta de demanda de electricidad.

Iberdrola también ha realizado trabajos de poda en los árboles que tienen más riesgo de contactar con los tendidos eléctricos, que han supuesto un desembolso aproximado de alrededor de 9 millones de euros.

Objetivo: mejorar un 20% la calidad de suministro

Uno de los pilares de la nueva estrategia de Iberdrola es la mejora de la calidad y seguridad del suministro, filosofía en la que se enmarca este importante esfuerzo en la revisión de las líneas eléctrica realizado por la compañía.

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