Iberdrola reduce las inversiones en España debido a la incertidumbre regulatoria y centra su inversión en Reino Unido, EEUU y México
Reduce las inversiones en España por la incertidumbre regulatoriaEl presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, presentó en Londres los planes de la compañía para el período 2014-16 con una apuesta marcada por continuar profundizando en la internacionalización de la eléctrica. Una senda que ha llevado al peso de su negocio en España a representar un tercio del total, una cifra que continuará reduciéndose a tenor de sus planes de expansión internacional.
Con una inversión prevista de 9.600 millones de euros para los próximos tres años, Iberdrola muestra su interés hacia países “con regulación predecible, estable y con perspectivas de crecimiento”, como se ha encargado de recalcar Sánchez Galán. En este sentido, Iberdrola concentrará su mayor esfuerzo inversor en el Reino Unido, país al que destinará el 41% de la cifra global. La compañía considera que el país británico encara una etapa de crecimiento para el transporte y la distribución de energía y destaca también sus proyectos de energías renovables.
El continente americano también es uno de los focos a los que Iberdrola prestará una mayor atención con un 40% del total de su inversión: un 23% se destinará a Latinoamérica, especialmente a México, país para el que Sánchez Galán mostró sus esperanzas de que la reforma energética impulsada por el presidente Peña Nieto sea “un éxito”; anunció la construcción de 4 centrales generadoras: dos en Monterrey, una en Ciudad Juárez y otra para la Baja California. También se espera a incrementar la presencia de Iberdrola en Brasil a través de diversos proyectos hidroeléctricos. Un 17% de la inversión se reserva para Estados Unidos: hay expectativas de crecimiento en el área de redes y de nuevos desarrollos eólicos.
«Dicen que sobra inversión en España»
Para España, con la que el presidente de la compañía reiteró en todo momento su compromiso, el plan de Iberdrola es invertir 1.500 millones de euros destinados fundamentalmente al mantenimiento de redes. Sánchez Galán apuntó que la compañía ha invertido en el país más de 22.000 millones de euros pero lamentó que el beneficio de la compañía a nivel nacional “sea inferior a cuando llegué a la presidencia de Iberdrola, lo que es difícil de explicar a los accionistas” y que sean las propias autoridades las que consideran que “sobra inversión en redes y en generación en España”. “Si el regulador dice que no hace falta no vamos a invertir», sentenció Galán.
También señaló el máximo responsable de la compañía “su dolor” ante que España sea percibido por los inversores como un país con elevado riesgo regulatorio al tiempo que criticó el proceso que supuso la retirada, en la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, de los 3.600 millones de euros que se iban a destinar para el sistema eléctrico ya que “afecta a la reputación internacional de España”.
Además, Iberdrola considera que en España y en el resto de la Europa continental se han adoptado “decisiones equivocadas”: entre estas decisiones, Iberdrola lamenta que se haya optado por fomentar las tecnologías solares en detrimento de otras “más baratas” como la energía nuclear, la hidráulica y la eólica. También critica que se haya “impuesto” la utilización del carbón, más contaminante, desplazando la utilización del gas y de las centrales de ciclo combinado.
En este aspecto, en un escenario de caída de la demanda, Iberdrola apunta a que la sobrecapacidad del sistema, derivada de la planificación energética de los diferentes Gobiernos, ha llevado al cierre de instalaciones “eficientes y básicas para garantizar el suministro eléctrico”. Por ello, Sánchez Galán no descartó el cierre de centrales de generación ya que “no podemos tener abiertas instalaciones que funcionan 0 horas al año”.
Ignacio Sánchez Galán se mostró tajante al afirmar que el negocio de la generación en España «pierde dinero» y criticó la política energética emprendida por el Gobierno que ha llevado a frenar la inversión del grupo en España y a tener que cerrar centrales. «Estaría encantado de ir a un modelo que reconozca todos los costes que tienen las centrales; la mayor parte de nuestra flota de generación pierde dinero» afirmó el presidente de Iberdrola que destacó que es un problema que también afecta a las nucleares de su compañía. «Perdieron dinero el año pasado», aseguró Sánchez Galán ante las voces que reclaman recortar la retribución a las nucleares.
Respecto a la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), el presidente de Iberdrola apuntó a que “si cambian las cosas, lo más seguro es que Nuclenor (entidad integrada por Iberdrola y Endesa) quiera que siga funcionando” al tiempo que lamentó que fuera la carga impositiva la que acelerara el cierre de una central “eficiente y segura”.
“Imposible para implantarse en abril”
Respecto al nuevo sistema anunciado por el Gobierno para ligar el recibo de la luz a los precios marcados por el pool eléctrico en cada hora, Ignacio Sánchez Galán cuestionó seriamente que pueda estar en marcha para el próximo mes de abril dadas las limitaciones tecnológicas y la complejidad del sistema propuesto. El máximo responsable de la compañía eléctrica reclamó al Gobierno “cualquier sistema que lleve a que haya más transparencia y menos coste” pero también hizo un llamamiento a la cordura: “hagamos lo que podamos hacer”, reivindicó Galán, “y lo primero es tener los contadores”.
El presidente de Iberdrola señaló que, de los dos millones de contadores inteligentes que tiene instalados su compañía, aproximadamente la mitad no están preparados para empezar en abril a trasladar todos los datos de consumo horario de forma telemática. Además, sin profundizar en detalles técnicos, Sánchez Galán señaló que la compañía debería disponer de un macro-ordenador capaz de procesar todos los datos así como que no están diseñados los programas informáticos necesarios, “que tardarían meses en desarrollarse”, apuntó Sánchez Galán.
El máximo dirigente de la compañía eléctrica subrayó que los problemas del sistema eléctrico español y de los elevados precios de la energía, están en la parte regulada y no en el coste de la energía o el funcionamiento del mercado mayorista o «pool». Galán volvió a manifestar que el precio de la energía en España “debe bajar” pero mostró su discrepancia con el Gobierno sobre que el sistema propuesto para fijar la tarifa pueda ofrecer un ahorro destacable a los consumidores; el presidente de Iberdrola indicó que el verdadero ahorro que se puede conseguir está en ese 60% de la factura “que no tiene nada que ver con la energía que consumimos”, en alusión a la parte regulada del recibo.
“Son políticas sociales, medioambientales, fiscales y tecnológicas que en un país como España debe tener, pero hay otros medios de pagarlas como en los Presupuestos Generales del Estado y no en el recibo”, sentenció Galán, que apuntó que es un problema compartido con otros países de Europa en los que la energía “es 2,5 veces más cara, pero no por el coste de la energía sino por esta clase de recargos en la factura”.
Caída del 7% del beneficio neto en 2013
Iberdrola obtuvo en 2013 un beneficio neto de 2.571,8 millones de euros, un 7% menos que durante el ejercicio anterior. Un resultado que Sánchez Galán atribuyó a las modificaciones regulatorias y fiscales que se han producido en España y que han provocado un “fuerte” incremento de los tributos energéticos: para la compañía eléctrica se han duplicado y alcanzan los 1.577 millones de euros a nivel global, de los que 1.044 millones de euros proceden de impuestos pagados en España, un escenario que para el presidente de Iberdrola no parece “razonable ni sostenible” ya que es mayor la cantidad de impuestos que tiene que afrontar la compañía que sus gastos de personal.
El impacto de las medidas aprobadas por el Gobierno durante 2013 asciende para la compañía a 801 millones de euros, un impacto que ha sido contrarrestado en gran medida por el crecimiento internacional de la compañía así como la eficiencia y las diferentes medidas de optimización de la gestión financiera llevadas a cabo por la compañía.
De estos, 280 millones de euros corresponden al efecto de la reforma energética desde julio de 2013 y 521 millones, a las tasas sobre la generación eléctrica aprobadas en 2012 y con aplicación desde comienzos del pasado año.
La reforma energética ha supuesto un recorte en la retribución del negocio de distribución en España de 111 millones de euros y una disminución del incentivo a la inversión de 47 millones de euros.
Además, Iberdrola ha incluido un impacto estimado de 122 millones de euros para su negocio de régimen especial (renovables, cogeneración y residuos), dado que esta parte de la normativa está todavía por desarrollar.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) en 2013 fue de 7.205 millones de euros, con una reducción del 6,8% de los que un 77% proviene de los negocios regulados.
El ebitda del negocio de redes sumó 3.685,3 millones de euros el pasado año, un 2,3% menos que en 2012; el de generación y clientes, 2.017,8 millones, un 14,3% menos, y el de renovables, 1.573,1 millones, un 2,9% menos.
La cifra de ventas alcanzó los 32.807,9 millones de euros, lo que representa una caída del 4,07%.
Por lo que respecta al margen bruto, se mantiene estable en 12.577 millones de euros, gracias a las mejoras de los negocios de generación y renovables en un año de alta producción eólica e hidráulica.
En el conjunto del ejercicio, Iberdrola generó 136.347 gigavatios hora (GWh), un 1,2% más, gracias al repunte de las renovables, España, el Reino Unido y los Estados Unidos.
En 2013, Iberdrola actualizó el valor de algunos de sus activos, que aumentó en 6.323 millones de euros, en virtud de la normativa que permite deducir fiscalmente esta operación a cambio de abonar en el momento actual un impuesto del 5% por ese importe.
La deuda financiera neta ajustada, una vez incluido el déficit tarifario pendiente de cobro, de Iberdrola al cierre del ejercicio era de 28.053 millones de euros, por debajo de los 30.324 millones de doce meses antes.
Al mismo tiempo, la liquidez alcanzaba los 10.826 millones de euros, «suficiente para cubrir las necesidades de Tesorería de más de 30 meses».
Con las inversiones previstas para los próximos años, Iberdrola espera una evolución al alza de sus beneficios, con un crecimiento al ritmo de un 4% anual. Además, la compañía mantiene su objetivo de entregar una retribución anual a sus accionistas de 0,27 euros por acción y que no se descarta que pueda aumentar en función de la evolución del beneficio, con un pay out que oscilará aproximadamente entre el 65% y el 75%.




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