Iberdrola recorta un 2,4% su capital social y consigue reforzar su solidez financiera mediante un modelo centrado en la internacionalización

El presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, destacó que su compañía fue una de las «pocas», del sector en Europa que consiguió mantener sus resultados y su retribución al accionista desde el estallido de la crisis económica hace cinco años. Una situación que fue posible «gracias a un modelo centrado en la internacionalización, la participación en negocios de carácter estable y predecible, la solidez del balance y una mejora continua de la eficiencia».

Asimismo, afirmó que la compañía sigue navegando «con rumbo firme» gracias a las «correctas» decisiones adoptadas, la «prudencia» en la gestión, el «esfuerzo» de toda la plantilla y su «compromiso» con la sostenibilidad y la innovación.

Sánchez Galán, que presidió la Junta General de Accionistas celebrada en el Palacio Euskalduna de Bilbao, señaló que el futuro más inmediato de la compañía pasa por seguir la senda marcada por este modelo. De esta forma, el objetivo prioritario de Iberdrola para el período 2012-2014 es «consolidar la fortaleza financiera de la empresa y mantener la política de dividendos», según aseguró.

El máximo dirigente de Iberdrola recordó que las previsiones para 2012-2014 incluyen inversiones cercanas a los 12.300 millones de euros y que se concentrarán, en su mayor parte, en negocios y países como Reino Unido, Estados Unidos, España, Brasil y México, calificados por Sánchez Galán como «estratégicos» y que ofrecen «una mayor solidez y estabilidad». También anunció una desinversión de 2.000 millones de euros en los ámbitos «que no lo son».

Con los proyectos anunciados, Iberdrola se comprometió a mantener sus resultados y la retribución a sus accionistas a la par que reducirá su deuda en aproximadamente 6.000 millones de euros.

Luz verde a las propuestas

La Junta General de Accionistas aprobó la reducción de su capital social mediante la amortización de 87,9 millones de acciones propias en cartera de Iberdrola, S.A., representativas del 1,4% del capital social, y la adquisición de acciones propias a través de un programa de recompra para su amortización, de un máximo del 1% del capital.

Además se dio luz verde a una remuneración total al accionista de aproximadamente 0,305 euros por acción. De esa cifra, 0,143 euros ya se pagaron el pasado mes de enero y los 0,157 euros restantes, que se distribuirán en julio, lo harán en forma de pago de 0,03 euros en efectivo y 0,127 euros a través del «script dividend», el programa de dividendo flexible de la compañía. A ello hay que sumarle una prima de asistencia a la Junta de 0,005 euros.

Con estas medidas, Ignacio Sánchez Galán remarcó que se permite a los accionistas «seguir beneficiándose de las ventajas fiscales del programa de dividendo flexible, que puede llegar a suponer un ahorro de hasta el 27% en impuestos, al tiempo que se reduce su efecto dilutivo». Esto implica «un incremento de la rentabilidad total al accionista», cifrada en más del 8% por la propia compañía, una de las mayores de la bolsa española.

Iberdrola gana 2.841 millones de euros en 2012, un 1,3% más

Por otra parte, el presidente de Iberdrola admitió que 2012 fue un ejercicio de «extrema dificultad», pero sostuvo que los resultados logrados por la compañía «fueron buenos».

En este sentido, Sánchez Galán cifró en 2.841 millones de euros el beneficio neto del ejercicio 2012, lo que supone un incremento del 1,3% respecto al ejercicio anterior. Un resultado positivo que se debe, según Sánchez Galán, a la «fuerte expansión internacional que ha realizado la compañía desde el año 2000». Según datos de la compañía, el 41% del resultado neto proviene del Reino Unido y Estados Unidos, el 28% de Iberoamérica mientras que España representa únicamente el 30% del beneficio neto, en contraposición a la práctica totalidad que representaba a comienzos del siglo.

El beneficio operativo bruto (EBITDA) se situó por encima de los 7.700 millones de euros en 2012, con un crecimiento del 1% con respecto al pasado ejercicio. Sánchez Galán destacó que «tres cuartas partes del EBITDA de Iberdrola provinieron de los negocios regulados, redes y renovables, un 70% más que en lo que respecta a sus competidores europeos. Un mix de negocio que nos diferencia de los demás».

Estos resultados permitieron a Iberdrola «reforzar su solidez financiera, reducir su deuda neta en casi 1.400 millones de euros y mejorar el apalancamiento hasta el 47,1%». Además, la compañía eléctrica cerró el año con una disponibilidad de liquidez de más de 12.000 millones de euros, cantidad que cubre sus necesidades de financiación para los próximos tres años gracias a «las condiciones favorables en las que se ha accedido a los mercados financieros» según concluyó Sánchez Galán.

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