Iberdrola pone en marcha en la costa de Reino Unido su primer parque eólico marino con 389 MW

La instalación offshore, dentro del mar, la primera de este tipo realizada por una compañía española, fue puesta en marcha por Iberdrola a través de su filial británica ScottishPower Renewables y en consorcio con la empresa danesa Dong. Cuenta con una vida útil de hasta 25 años y está situada a unos 20 kilómetros de Barrow-in-Furness, la pequeña ciudad industrial frente la que se ha instalado el denominado como parque West of Duddon Sands (WoDS).

Sánchez Galán destacó que la energética tiene una apuesta «muy importante» en Reino Unido, con unos planes de inversión de más de 13.000 millones de euros hasta el año 2020, especialmente en el área de redes eléctricas y en generación. «Hace muchos años, cuando poca gente creía en eso de las renovables, hicimos una apuesta muy fuerte porque creíamos que el mundo podía ser mejor, las emisiones de CO2 se podían controlar y reducir, y se podía producir energía de otra manera», sostuvo Sánchez Galán.

Por ello recordó que Iberdrola realiza inversiones «cuantiosísimas» en renovables desde 2001, «que han llevado a Iberdrola ser la primera compañía del mundo en energía eólica en este momento«, y explicó que la energía eólica offshore es «una más» dentro de la tecnología eólica. No obstante, la compañía española también seguirá invirtiendo en eólica terrestre en zonas como Texas (Estados Unidos), México, Brasil e Inglaterra.

Además, Sánchez Galán subrayó ante las preguntas de los periodistas que Iberdrola mantiene una política de «tolerancia cero» con la corrupción. En este sentido, explicó que tienen un código ético aprobado por el Consejo así como una comisión de cumplimiento dedicada a «perseguir cualquier asunto y que depende directamente del Consejo de Administración». Sánchez Galán, que rehusó pronunciarse sobre el futuro del exministro Ángel Acebes en el Consejo de la compañía tras su imputación por el caso Bárcenas, indicó que «yo puedo hablar de mi casa, de política no sé«.

Por otra parte, sobre las previsiones del Ministerio de Industria de una disminución del precio de la electricidad de aproximadamente el 4% en 2014, Sánchez Galán apuntó que «gracias a Dios» en el primer trimestre del año se dieron unas «magníficas condiciones» hidroeléctricas y eólicas. Como consecuencia de estas características, el precio del mercado bajó y «nos hemos beneficiado todos», apostilló el ejecutivo, quien sostuvo que estará «encantado de que siga bajando» si vuelve a hacer «mucho viento y lluvia».

Por su parte, el ministro de Energía y Cambio Climático británico, Ed Davey, destacó la contribución económica y de empleo del proyecto, al generar más de 3.000 empleos, y su ubicación en «el mayor hub del mundo en energía eólica, corazón de una revolución verde«. De igual forma, celebró la apuesta de Iberdrola por las energías limpias y ensalzó los últimos acuerdos de la Comisión Europea en materia de emisiones de CO2 y lucha contra el cambio climático para 2030. «Gracias por traer energía limpia segura, así como puestos de trabajo a esta parte de nuestro maravilloso país», concluyó Davey.

Cubre 7.000 campos de fútbol

El parque de West of Duddon Sands, el tercero más grande de este tipo en el mundo, cubre un área de unos 67 kilómetros cuadrados, equivalente a más de 7.000 campos de fútbol, utiliza más de 100 kilómetros de cable submarino y sus 108 turbinas, de última generación y que han sido suministradas por la empresa alemana Siemens, tienen una capacidad unitaria de 3,6 MW, los aerogeneradores con más potencia operados hasta la fecha por la empresa. Se inició su construcción en 2013 y finalizó en junio, meses antes de lo previsto, completando una potencia eólica de 1.800 megavatios que convierten a Iberdrola en la líder eólica del Reino Unido.

La energía producida por los aerogeneradores se recoge en una subestación offshore especialmente diseñada por Iberdrola para resistir las duras condiciones climatológicas de la zona en donde se encuentra. En ella se eleva el voltaje y mediante dos cables submarinos se transporta la electricidad hasta la subestación en tierra, ubicada en Heysham, que es el punto de conexión a la red de alta tensión del Reino Unido. El ensamblaje de los diversos componentes se realizó en una terminal del puerto de Belfast, construida al efecto y que, con una inversión de 50 millones de libras, 63 millones de euros, es la primera de su naturaleza habilitada en el Reino Unido.

La construcción de este tipo de infraestructuras está íntimamente ligada a la meteorología, y fue el clima benigno del que disfrutó el norte de Inglaterra el pasado verano el que permitió superar los retrasos acumulados en la obra en meses anteriores y llegar a adelantarse al calendario previsto. «El invierno había sido muy duro y estuvimos parados muchas semanas, pero en verano recuperamos todo el tiempo perdido. Llegábamos a colocar una turbina por día, cuando en principio preveíamos instalar una cada seis o siete días», indicó Oscar Undabarrena, responsable de Prevención y Salud del centro de control del parque offshore .

Oscar Undabarrena se encarga de los protocolos de seguridad de un complejo donde trabajan cerca de 50 técnicos en condiciones meteorológicas que pueden llegar a ser muy adversas, con oleajes de hasta diez metros de altura. Las operaciones del nuevo parque se controlan a tiempo real tanto desde Barrow-in-Furness como desde los centros de Iberdrola en Toledo (España) y Glasgow.

Ya desarrolla más proyectos offshore

Iberdrola ya trabaja en otros proyectos de este tipo. En concreto, para 2017 prevé poner en operación Wikiner, situado en aguas alemanas del mar Báltico y que contará con una capacidad instalada de 350 MW. El otro complejo en el que trabaja ya también la compañía es el de East Anglia, que se iniciará en los próximos meses y cuya puesta en marcha está prevista entre 2019 y 2020, y que será uno de los parques offshore más grandes del mundo, al contar con una capacidad superior a los 7.000 MW. Iberdrola se centrará en Alemania, Francia y Reino Unido para el desarrollo de sus proyectos offshore, precisó Sánchez Galán.

En España por el momento no se desarrolla este tipo de energía al ser «más complicado», por la profundidad de sus costas, según explicó el director de operaciones offshore de Iberdrola, Álvaro Martínez Palacio. No obstante, en España cada vez más empresas trabajan en el mercado de la energía eólica offshore, como Gamesa, en la producción de aerogeneradores, entre otras.

Entre las principales ventajas de la energía eólica marina, offshore, se encuentra el menor impacto visual y la minimización de los efectos en la flora y la fauna, así como su capacidad de producción, ya que duplica casi a la de la eólica terrestre, aunque, eso sí, la inversión de una infraestructura de este tipo en el mar es dos o tres veces mayor en comparación a la terrestre. Actualmente en el mundo hay en funcionamiento más de 7.000 MW de eólica offshore a través de más de 50 parques que proporcionan energía a más de cinco millones de personas.

La energética española invirtió 9.000 millones de euros en el Reino Unido desde 2007, donde ya cuenta con activos valorados en más de 23.000 millones de euros, si bien prevé invertir en el país otros 13.000 millones de euros hasta 2020. En concreto, contempla una inversión de 4.000 millones de euros hasta 2016, el 41% de todas las inversiones del grupo, lo que supondrá la creación de 4.500 empleos en los próximos años. Actualmente Iberdrola dispone en Reino Unido de más de 6.460 MW de capacidad instalada, y más de 5,6 millones de clientes eléctricos y de gas, a los que suministra con 120.000 kilómetros de líneas y 35 centrales.

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