Iberdrola invierte 15 millones de euros para revisar 47.000 kilómetros de líneas eléctricas

Los trabajos se han centrado en inspeccionar las líneas que tienen un mayor uso para hacer frente a las puntas de demanda que se producen por las elevadas temperaturas veraniegas.

En concreto, entre enero y junio Iberdrola revisó de forma «ordinaria» más 33.500 kilómetros de líneas para detectar posibles anomalías, como rotura de aisladores, daños por rayos, caída de arbolado u obras de construcción o edificación próximas, entre otras.

La compañía también analizó exhaustivamente 5.300 kilómetros de sus tendidos españoles y revisó por infrarrojos otros 6.000 kilómetros.

La revisión por infrarrojos consiste en el reconocimiento de las infraestructuras con cámaras termográficas para medir la temperatura de las instalaciones, lo que permite detectar aquellos puntos que mantienen temperaturas demasiado altas para corregirlos y asegurar el suministro ante una posible punta de demanda.

Por otra parte, Iberdrola realizó en la primera mitad del año trabajos de ampliación de los pasillos por donde discurren las líneas y de poda en aquellos árboles que presentaban un mayor riesgo de contactar con los tendidos a lo largo de unos 2.000 kilómetros de líneas.