Iberdrola inicia el cierre de su central térmica de Murcia, que será sustituida por una de ciclo combinado

La futura central, junto a otras dos instaladas también en el Valle de Escombreras propiedad de Gas Natural y AES Cartagena, producen 3.200 megawatios de energía eléctrica, lo que supone más del doble del consumo medio de la Región de Murcia, por lo que la energía restante pasa a la Red Eléctrica Nacional para abastecer el consumo de otros puntos del país.

La citada «Acta de Cierre» se realiza después de la oportuna inspección a la instalación del director del Área de Industria y Energía, Francisco Faraco, y una vez que sea emitida, la empresa podrá iniciar los trabajos oficiales de desmantelamiento, que se calcula que durarán entre dos y tres años.

Esta central, que venía funcionando desde el año 1952 con tres grupos de fueloil, se amplió en 1966 con otro más y dos años más tarde con un quinto con el que se alcanzaba una potencia media cuando estaba en pleno funcionamiento de 588 megawatios, si bien sólo estaban en funcionamiento actualmente los dos últimos grupos, que serán los que ahora se cierren, ya que en sustitución de los otros tres Iberdrola creo en 2007 una Planta de Ciclo Combinado.

La empresa ha informado que una parte de la actual plantilla, alrededor de 20 trabajadores, participará en los trabajos de desmontaje, mientras que el resto será recolocado en otras organizaciones del grupo, garantizando así el cien por cien de los empleos actuales, más lo que se generarán directa e indirectamente en las labores de desmantelamiento.

La Central, que en breve será cerrada definitivamente, va a ser sustituida por una Central de Ciclo Combinado de gas natural de 800 megawatios de potencia, propiedad igualmente de Iberdrola, «que destaca sobre el fuel-oil por su mayor eficiencia y respeto al medio ambiente, ya que, una vez consumido el gas para producir electricidad, el calor generado en el proceso se aprovecha para generar más energía», añade la fuente.

«Se trata de un doble proceso que se traduce en menores costes de generación, dado que su rendimiento se sitúa en torno al 60 por ciento, frente al de una central térmica convencional, que no llega al 35 por ciento», agregó la fuente.

Además, sus emisiones a la atmósfera son menores que las térmicas convencionales gracias al empleo del gas natural como combustible, reduciendo la emisión de CO2 y NO (óxido de nitrógeno).

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