Iberdrola, EDF y GDF Suez luchan por la explotación de los primeros parques eólicos marinos de Francia
Todos los pretendientes para esta primera licitación de cinco parques frente a las costas atlánticas francesas por una capacidad global de unos 3.000 megavatios deben formalizar sus propuestas ante la Comisión de Regulación de la Energía de Francia (CRE).
EDF, asociado al fabricante francés Alstom y al danés Dong, es candidato a cuatro de ellos (Fécamp, Courseulles-sur-mer, Saint Brieuc y Saint Nazaire), mientras GDF Suez, que tiene como socios a la eléctrica alemana E.ON y al grupo francés de construcción Vinci, pretende estar presente en los tres de la región de Normandía (Fécamp, Courseulles-sur-mer y Le Tréport).
Iberdrola se presenta por las dos instalaciones mediante un consorcio en el que tiene el 70% junto al británico Eole-Res Consortium (30%), y al que se sumaron como fabricantes de los equipos y para el montaje los franceses Areva, Technip y Neoen Marine.
En concreto, el consorcio liderado por Iberdrola aspira a hacerse con una capacidad de 980 MW repartida en dos áreas: Saint-Brieuc, situada en el Condado de Côte d’Armor, en el norte de la Bretaña, y que tiene el potencial para un máximo de 500 MW, y Saint-Nazaire, ubicada en el Condado de Loire-Atlantique, en la Costa Atlántica, donde se podrían alcanzar los 480 MW de potencia.
Las instalaciones eólicas marinas que Iberdrola y sus socios pretenden llevar a cabo en la costa francesa serían capaces de atender las necesidades de suministro eléctrico de alrededor de 1,2 millones de hogares.
La compañía española, líder mundial de la energía eólica terrestre, tiene también en cartera 12.500 megavatios de instalaciones marinas que consiguió en las licitaciones lanzadas en el Reino Unido, donde Eole-Res Consortium ya explota un parque y cuenta con reservas para un total de 5.000 megavatios.
El director de Iberdrola en Francia, Jean-Christophe Chomette, explicó, en declaraciones publicadas por «La Tribune» que la opción por los equipos M5 desarrollados por Areva, que fueron probados desde hace dos años, tiene que ver con su fiabilidad: «cuando uno se compromete con un plan de negocios para 25 años, se busca una disponibilidad máxima para las eólicas».
En caso de ser escogidos, Areva tiene previsto construir una fábrica en Le Havre (noroeste de Francia) que debería servir no sólo para las instalaciones previstas en Francia, sino también frente a las costas británicas.
El Gobierno francés pretende tomar una decisión en abril, antes de la primera vuelta de las presidenciales el 22 de ese mes. Los elegidos deberán abonar una tasa sobre su facturación, de la cual la mitad se dedicará a la conservación del litoral, un 35% para desarrollar una pesca sostenible y el 15% para favorecer otras actividades marinas.
Las tres centrales marinas de esta primera licitación, que supondrán una inversión de unos 10.000 millones de euros, deben entrar en servicio en 2015-2016. Otro concurso que se organizará más adelante en Francia para atribuir 3.000 megavatios suplementarios contempla el arranque de la producción de esa segunda oleada de parques marinos en 2017-2018.



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