Iberdrola afirma que la fiscalidad eléctrica solo puede ser temporal si se ataja el déficit tarifario y se recortan las primas a las renovables

Durante la conferencia con analistas para presentar los resultados del tercer trimestre y las perspectivas para el periodo 2012-2014 de la empresa, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán se mostró optimista con las medidas que está tomando el actual Gobierno español, del que dijo que «quiere acabar con esa situación» cambiando el marco regulatorio .

«Quiere un modelo parecido al que tienen otros países, en que se planifica conjuntamente (con las compañías eléctricas) que es lo que precisa el país, se define el «mix» energético necesario y se hacen planes a largo plazo predecibles y estables, que ayudan a atraer a los inversores», explicó. A su juicio, ello pasa por adoptar medidas de liberación de mercado y de reducir la variación de tarifas

El presidente de la eléctrica, advirtió de que Iberdrola condicionará sus inversiones a la estabilidad regulatoria de cada país y repitió en inglés, español, portugués e italiano el siguiente mensaje: «Los gobiernos deben definir la política energética y no hacer política con la energía».

Asimismo, Sánchez Galán, pidió a los países de la eurozona que desarrollen un marco regulatorio «estable y predecible» que permita prosperar y atraer inversión al sector energético.

En este sentido, lamentó que la incertidumbre regulatoria en muchos países del euro «hace que los inversores vayan hacia la zona de la libra o del dólar».

«Un sector como el nuestro, que tiene potencial de creación de riqueza en el entorno en el que operamos y que podemos, y queremos crear empleo y crecimiento en los países en que estamos, necesita predicibilidad y estabilidad«, dijo el presidente.

Sánchez Galán subrayó que Europa tiene activos de calidad y diversificación del riesgo, lo que en principio haría atractiva la inversión energética, pero la inestabilidad legal -«que te cambien las reglas del juego en mitad del partido», precisó- ahuyenta el capital de los bancos o los fondos de inversión.

«Creo que en la eurozona se ha hecho mucha política con la energía y poca política energética«, aseveró y puso como ejemplo que Iberdrola «no tiene conflictos legales en ningún país que no sea de la zona euro y solo en España el sector eléctrico tiene más de 300 pleitos».

Por su parte, el director general ejecutivo de la compañía, José Luis San Pedro afirmó que «la voluntad del Gobierno es que las medidas sean transitorias, pero la voluntad es que desaparezcan cuando desaparezca el déficit de tarifa, o mejor dicho, cuando desaparezcan las causas, y las causas son las primas a las renovables. Mientras no bajen las primas, deberá mantenerse la fiscalidad«.

Al tiempo que criticó el volumen de primas a las renovables, Iberdrola insistió en su apuesta por este sector, en el que dispone de una capacidad instalada de cerca de 14.000 megavatios (MW). El grupo destinará 2.600 millones de euros a inversiones en renovables entre 2012 y 2014, de los que la mayor parte, 1.500 millones, corresponden a la eólica marina.

Iberdrola, que instalará 1.450 MW nuevos en el periodo, indicó que este negocio es «cuasi regulado» y cifró en el 94% la producción «verde» prevista cubierta con tarifas fijas o contratos a largo plazo.

San Pedro también indicó que «se está hablando» de rebajar hasta 3 kilovatios (kW) el umbral de potencia por debajo del cual no habrá derecho a tarifa eléctrica regulada. «Eso sería un éxito y permitiría recuperar la competitividad dentro del mercado minorista», afirmó. La medida equivaldría a dejar sin la tarifa al 80% de los usuarios actuales, según cálculos de la CNE.

El directivo cifró en 580 millones de euros el efecto de la nueva fiscalidad eléctrica sobre el negocio de Iberdrola y advirtió de que las cargas harán que la nuclear solo pueda ser rentable si el precio de la electricidad en el «pool» supera los 55 euros por megavatio hora (MWh). En la actualidad estos precios no alcanzan los 50 euros por MWh.

Por otro lado, San Pedro advirtió de que, al presentarse como medioambientales, los nuevos impuestos, que se encuentran en trámite parlamentario, pueden implicar «una doble fiscalidad», ya que se solaparían con las «ecotasas autonómicas» que paga Iberdrola cada año y que le suponen un coste de 100 millones.

El segundo principal directivo de la eléctrica se mostró además partidario de los pagos por capacidad para los ciclos combinados y se preguntó acerca de la conveniencia de «mantener los incentivos» a las renovables y de la posibilidad de cobrar a estas tecnologías «el servicio de garantía que les están dando» las centrales de gas.

San Pedro también advirtió durante la conferencia de que la fiscalidad elevará el precio del mercado mayorista de electricidad y, con ello, reducirá las exportaciones españolas e incrementará las importaciones procedentes de Francia y Portugal, lo que a su vez agravará el problema de sobrecapacidad del sistema eléctrico, puesto que «la energía no será competitiva».

Sobre los nuevos tipos impositivos de la reforma energética, San Pedro dijo que su adaptación «dificilmente» se podrá transfererir al precio de mercado. Los nuevos impuestos, dijo, suponen incrementos en el precio del kW/h en todas las tecnologías de generación de energía que van entre una subida de 13,32 eu/mWh en la hidráulica y 5,20 eu/mWh en la eólica.

Los mercados mayoristas ya recogen subidas de entre 3 y 4 euros por megavatio hora (MWh) como consecuencia de la nueva fiscalidad, al tiempo que estos tributos «tarde o temprano irán transfiriéndose al consumidor final y probablemente producirán un incremento de la tarifa», advirtió el directivo.

Además, San Pedro señaló que las nuevas normas impuestas por el Gobierno en marzo con el Real Decreto Ley 13/2012 redujeron los ingresos ya definidos para este año en un 20%, lo que supone, agregó, una reducción de ingresos en 256 millones de euros, que comparado con 2011, supone una dismunición de ingresos de 156 millones de euros. Además de retrasar en un año la recuperación de las inversiones, añadió.

La deuda descenderá en 6.000 millones reduciendo un 37% las inversiones

La compañía eléctrica se centrará en los próximos años en reducir su deuda actual en 6.000 millones de euros, a la vez, que pretenderá mantener un resultado neto similitar al cosechado en 2011, que fue de 2.804,5 millones euros, año en el que se logró un ebitda de 7.650,5 millones de euros.

Sánchez Galán resaltó que su objetivo será la reducción de la deuda, de manera que en 2014 se sitúe en los 26.000 millones de euros frente a los 32.000 millones de euros cifrados en 2011, gracias a las menores inversiones, la generación de flujo de caja, las desinversiones y la titulización del déficit de tarifa eléctrica y sin necesidad de acudir a ampliaciones de capital.

Para lograr este hito, reducirán las inversiones de manera que invertirán 10.500 millones netos a lo largo del trienio (2012-2014), lo que supone una reducción del 37% respecto al periodo 2009-2011.

Además, el presidente de la eléctrica apuntó que durante el periodo venderá activos por valor de un mínimo de 2.000 millones de euros y confía en mantener beneficios y dividendo, aunque las desinversiones podrían elevarse hasta 5.000 millones de euros en función de las necesidades de la compañía.

Las desinversiones se centrarán en activos y países no estratégicos para contribuir a compensar un «entorno adverso», caracterizado por la caída de la demanda, los cambios en la regulación, principalmente en España, y las mayores cargas impositivas.

En lo que va de año, la compañía ya desinvirtió por valor de 300 millones de euros y ultima negociaciones para desprenderse de activos valorados en otros 1.500 millones.

Sumados los incentivos y subvenciones que recibe en los distintos países en los que opera, la inversión bruta del grupo se elevará a 12.300 millones de euros, cifra inferior en un 30% a la acumulada en los tres ejercicios anteriores.

Las inversiones se concentrarán principalmente en Reino Unido (42%) y en Latinoamérica (23%), así como en los negocios de redes y renovables, mientras que a España le corresponderá el 19% del presupuesto y a Estados Unidos el 16%, según el Plan Estratégico remitido por la eléctrica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNVM). Según la compañía, las inversiones se centrarán en proyectos que tengan periodos de desarrollo breves, sean predecibles y rentables y generen flujos de caja positivos en el corto plazo.

Así, el grupo se volcará en dos áreas: la de redes de transporte y distribución de energía eléctrica, a la que destinará el 59% del total de las inversiones netas, y, en menor medida, la de energías renovables (25%), en tanto que la generación absorberá el 13%.

En redes, se acometerán inversiones en función de los marcos regulatorios vigentes en cada país, mientras que en generación, la operación de las plantas se ajustará a la coyuntura de cada mercado.

En España, Iberdrola ajustará inversiones y costes para adaptarse al nuevo marco regulatorio; optimizará las labores de operación y mantenimiento del parque de producción de electricidad y potenciará las medidas de eficiencia. En Reino Unido, crecerá en las actividades de transporte y distribución de energía y se posicionará de cara a futuros proyectos de generación tradicional y renovable. Al otro lado del Atlántico, centrará sus inversiones en Estados Unidos en redes y renovables, en tanto que en Latinoamérica, el grueso del presupuesto es para Brasil y México, país en el que permanecerá atenta «a las nuevas oportunidades que puedan surgir derivadas de una mayor apertura del sector energético».

Junto a esto, anunció que Iberdrola completó la salida de 400 empleados del grupo en España y de 600 en Reino Unido dentro del plan puesto en marcha en julio por la compañía para recortar su plantilla en 1.200 trabajadores hasta 2014.

La salida de los 400 trabajadores en España se produjo en julio mediante un plan de bajas incentivadas y prejubilaciones y sin la necesidad de aplicar un expediente de regulación de empleo. La compañía aclaró que de los 1.200, 1.000 ya dejaron la compañía.

Según puntualizó San Pedro, la reducción neta de plantilla se produce por las nuevos conocimientos tecnológicos que requiere el sector. Se pasará de los 32.000 empledos en 2011 a los 30.800 en 2014. A lo que se suma que los salarios quedan ligados a los resultados y no a la inflación y apuntó que en Reino Unido tienen previsto contratar a 1.500 profesionales para afrontar los proyectos en marcha en eólica marina y redes inteligentes.

La consecución de estos objetivos le permitirá seguir dando a sus accionistas una retribución media anual de en torno a 0,3 euros por título.

Un 12% más de beneficios hasta septiembre por su negocio exterior

Iberdrola logró un beneficio neto de 2.401 millones de euros entre enero y septiembre, el 12% más que en el mismo periodo de 2011, gracias a que el negocio internacional compensó la caída del resultado en España en un 36%.

Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el beneficio neto registrado en España, una cuarta parte del total, descendió hasta 616 millones de euros debido principalmente al recorte de la retribución de las redes de distribución aprobada por el Gobierno en marzo. La eléctrica advirtió de que las cuentas hasta septiembre no reflejan aún el impacto de las nuevas medidas fiscales sobre la generación que se encuentran en trámite parlamentario.

El negocio internacional arrojó un beneficio neto de 1.784 millones de euros, con un crecimiento del 52% respecto a los nueve primeros meses de 2011.

En los nueve primeros meses del año, la eléctrica ingresó 25.236 millones de euros, un 8% más que en el mismo periodo del año anterior, mientras que las inversiones descendieron un 67%, hasta situarse en 2.083 millones de euros. De estas inversiones, el 67% se dedicó al negocio de redes, el 19% a renovables, y el 14% a generación y comercial.

El resultado bruto de explotación (ebitda) se incrementó en el periodo en un 3,4%, hasta 5.778 millones de euros, gracias a los negocios de renovables y de redes internacionales, que crecieron por encima del 15%.

El ebitda de los negocios internacionales subió un 13,1% en el periodo, hasta 3.042 millones de euros, mientras que el de España cedió un 5,6%, hasta 2.735 millones.

En renovables, el resultado bruto creció un 16,4%, hasta 1.181,8 millones, en un periodo en el que la capacidad instalada de la compañía aumentó en un 6,5% hasta 14.319 megavatios (MW).

El beneficio neto recurrente de Iberdrola en los nueve primeros meses del año fue de 1.849,7 millones de euros, un 1,7% menos.

Por su parte, el margen bruto -que mide la diferencia entre el precio de venta sin IVA y los costes de producción o adquisición- se incrementó un 5,3% hasta 9.291 millones de euros.

En cuanto a la situación financiera, el flujo de caja operativo avanzó en un 6,5%, hasta 4.709 millones, y el apalancamiento se situó en el 45,9%, lo que redujo el coste medio de la deuda hasta el 4,49%.

La deuda neta ajustada de Iberdrola, sin incluir los 3.022 millones de euros pendientes de cobro del déficit de tarifa, se situó al cierre de septiembre en 28.838 millones de euros.

Iberdrola afirma que la fiscalidad eléctrica solo puede ser temporal si se ataja el déficit tarifario y se recortan las primas a las renovables

Durante la conferencia con analistas para presentar los resultados del tercer trimestre y las perspectivas para el periodo 2012-2014 de la empresa, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán se mostró optimista con las medidas que está tomando el actual Gobierno español, del que dijo que «quiere acabar con esa situación» cambiando el marco regulatorio .

«Quiere un modelo parecido al que tienen otros países, en que se planifica conjuntamente (con las compañías eléctricas) que es lo que precisa el país, se define el «mix» energético necesario y se hacen planes a largo plazo predecibles y estables, que ayudan a atraer a los inversores», explicó. A su juicio, ello pasa por adoptar medidas de liberación de mercado y de reducir la variación de tarifas

El presidente de la eléctrica, advirtió de que Iberdrola condicionará sus inversiones a la estabilidad regulatoria de cada país y repitió en inglés, español, portugués e italiano el siguiente mensaje: «Los gobiernos deben definir la política energética y no hacer política con la energía».

Asimismo, Sánchez Galán, pidió a los países de la eurozona que desarrollen un marco regulatorio «estable y predecible» que permita prosperar y atraer inversión al sector energético.

En este sentido, lamentó que la incertidumbre regulatoria en muchos países del euro «hace que los inversores vayan hacia la zona de la libra o del dólar».

«Un sector como el nuestro, que tiene potencial de creación de riqueza en el entorno en el que operamos y que podemos, y queremos crear empleo y crecimiento en los países en que estamos, necesita predicibilidad y estabilidad«, dijo el presidente.

Sánchez Galán subrayó que Europa tiene activos de calidad y diversificación del riesgo, lo que en principio haría atractiva la inversión energética, pero la inestabilidad legal -«que te cambien las reglas del juego en mitad del partido», precisó- ahuyenta el capital de los bancos o los fondos de inversión.

«Creo que en la eurozona se ha hecho mucha política con la energía y poca política energética«, aseveró y puso como ejemplo que Iberdrola «no tiene conflictos legales en ningún país que no sea de la zona euro y solo en España el sector eléctrico tiene más de 300 pleitos».

Por su parte, el director general ejecutivo de la compañía, José Luis San Pedro afirmó que «la voluntad del Gobierno es que las medidas sean transitorias, pero la voluntad es que desaparezcan cuando desaparezca el déficit de tarifa, o mejor dicho, cuando desaparezcan las causas, y las causas son las primas a las renovables. Mientras no bajen las primas, deberá mantenerse la fiscalidad«.

Al tiempo que criticó el volumen de primas a las renovables, Iberdrola insistió en su apuesta por este sector, en el que dispone de una capacidad instalada de cerca de 14.000 megavatios (MW). El grupo destinará 2.600 millones de euros a inversiones en renovables entre 2012 y 2014, de los que la mayor parte, 1.500 millones, corresponden a la eólica marina.

Iberdrola, que instalará 1.450 MW nuevos en el periodo, indicó que este negocio es «cuasi regulado» y cifró en el 94% la producción «verde» prevista cubierta con tarifas fijas o contratos a largo plazo.

San Pedro también indicó que «se está hablando» de rebajar hasta 3 kilovatios (kW) el umbral de potencia por debajo del cual no habrá derecho a tarifa eléctrica regulada. «Eso sería un éxito y permitiría recuperar la competitividad dentro del mercado minorista», afirmó. La medida equivaldría a dejar sin la tarifa al 80% de los usuarios actuales, según cálculos de la CNE.

El directivo cifró en 580 millones de euros el efecto de la nueva fiscalidad eléctrica sobre el negocio de Iberdrola y advirtió de que las cargas harán que la nuclear solo pueda ser rentable si el precio de la electricidad en el «pool» supera los 55 euros por megavatio hora (MWh). En la actualidad estos precios no alcanzan los 50 euros por MWh.

Por otro lado, San Pedro advirtió de que, al presentarse como medioambientales, los nuevos impuestos, que se encuentran en trámite parlamentario, pueden implicar «una doble fiscalidad», ya que se solaparían con las «ecotasas autonómicas» que paga Iberdrola cada año y que le suponen un coste de 100 millones.

El segundo principal directivo de la eléctrica se mostró además partidario de los pagos por capacidad para los ciclos combinados y se preguntó acerca de la conveniencia de «mantener los incentivos» a las renovables y de la posibilidad de cobrar a estas tecnologías «el servicio de garantía que les están dando» las centrales de gas.

San Pedro también advirtió durante la conferencia de que la fiscalidad elevará el precio del mercado mayorista de electricidad y, con ello, reducirá las exportaciones españolas e incrementará las importaciones procedentes de Francia y Portugal, lo que a su vez agravará el problema de sobrecapacidad del sistema eléctrico, puesto que «la energía no será competitiva».

Sobre los nuevos tipos impositivos de la reforma energética, San Pedro dijo que su adaptación «dificilmente» se podrá transfererir al precio de mercado. Los nuevos impuestos, dijo, suponen incrementos en el precio del kW/h en todas las tecnologías de generación de energía que van entre una subida de 13,32 eu/mWh en la hidráulica y 5,20 eu/mWh en la eólica.

Los mercados mayoristas ya recogen subidas de entre 3 y 4 euros por megavatio hora (MWh) como consecuencia de la nueva fiscalidad, al tiempo que estos tributos «tarde o temprano irán transfiriéndose al consumidor final y probablemente producirán un incremento de la tarifa», advirtió el directivo.

Además, San Pedro señaló que las nuevas normas impuestas por el Gobierno en marzo con el Real Decreto Ley 13/2012 redujeron los ingresos ya definidos para este año en un 20%, lo que supone, agregó, una reducción de ingresos en 256 millones de euros, que comparado con 2011, supone una dismunición de ingresos de 156 millones de euros. Además de retrasar en un año la recuperación de las inversiones, añadió.

La deuda descenderá en 6.000 millones reduciendo un 37% las inversiones

La compañía eléctrica se centrará en los próximos años en reducir su deuda actual en 6.000 millones de euros, a la vez, que pretenderá mantener un resultado neto similitar al cosechado en 2011, que fue de 2.804,5 millones euros, año en el que se logró un ebitda de 7.650,5 millones de euros.

Sánchez Galán resaltó que su objetivo será la reducción de la deuda, de manera que en 2014 se sitúe en los 26.000 millones de euros frente a los 32.000 millones de euros cifrados en 2011, gracias a las menores inversiones, la generación de flujo de caja, las desinversiones y la titulización del déficit de tarifa eléctrica y sin necesidad de acudir a ampliaciones de capital.

Para lograr este hito, reducirán las inversiones de manera que invertirán 10.500 millones netos a lo largo del trienio (2012-2014), lo que supone una reducción del 37% respecto al periodo 2009-2011.

Además, el presidente de la eléctrica apuntó que durante el periodo venderá activos por valor de un mínimo de 2.000 millones de euros y confía en mantener beneficios y dividendo, aunque las desinversiones podrían elevarse hasta 5.000 millones de euros en función de las necesidades de la compañía.

Las desinversiones se centrarán en activos y países no estratégicos para contribuir a compensar un «entorno adverso», caracterizado por la caída de la demanda, los cambios en la regulación, principalmente en España, y las mayores cargas impositivas.

En lo que va de año, la compañía ya desinvirtió por valor de 300 millones de euros y ultima negociaciones para desprenderse de activos valorados en otros 1.500 millones.

Sumados los incentivos y subvenciones que recibe en los distintos países en los que opera, la inversión bruta del grupo se elevará a 12.300 millones de euros, cifra inferior en un 30% a la acumulada en los tres ejercicios anteriores.

Las inversiones se concentrarán principalmente en Reino Unido (42%) y en Latinoamérica (23%), así como en los negocios de redes y renovables, mientras que a España le corresponderá el 19% del presupuesto y a Estados Unidos el 16%, según el Plan Estratégico remitido por la eléctrica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNVM). Según la compañía, las inversiones se centrarán en proyectos que tengan periodos de desarrollo breves, sean predecibles y rentables y generen flujos de caja positivos en el corto plazo.

Así, el grupo se volcará en dos áreas: la de redes de transporte y distribución de energía eléctrica, a la que destinará el 59% del total de las inversiones netas, y, en menor medida, la de energías renovables (25%), en tanto que la generación absorberá el 13%.

En redes, se acometerán inversiones en función de los marcos regulatorios vigentes en cada país, mientras que en generación, la operación de las plantas se ajustará a la coyuntura de cada mercado.

En España, Iberdrola ajustará inversiones y costes para adaptarse al nuevo marco regulatorio; optimizará las labores de operación y mantenimiento del parque de producción de electricidad y potenciará las medidas de eficiencia. En Reino Unido, crecerá en las actividades de transporte y distribución de energía y se posicionará de cara a futuros proyectos de generación tradicional y renovable. Al otro lado del Atlántico, centrará sus inversiones en Estados Unidos en redes y renovables, en tanto que en Latinoamérica, el grueso del presupuesto es para Brasil y México, país en el que permanecerá atenta «a las nuevas oportunidades que puedan surgir derivadas de una mayor apertura del sector energético».

Junto a esto, anunció que Iberdrola completó la salida de 400 empleados del grupo en España y de 600 en Reino Unido dentro del plan puesto en marcha en julio por la compañía para recortar su plantilla en 1.200 trabajadores hasta 2014.

La salida de los 400 trabajadores en España se produjo en julio mediante un plan de bajas incentivadas y prejubilaciones y sin la necesidad de aplicar un expediente de regulación de empleo. La compañía aclaró que de los 1.200, 1.000 ya dejaron la compañía.

Según puntualizó San Pedro, la reducción neta de plantilla se produce por las nuevos conocimientos tecnológicos que requiere el sector. Se pasará de los 32.000 empledos en 2011 a los 30.800 en 2014. A lo que se suma que los salarios quedan ligados a los resultados y no a la inflación y apuntó que en Reino Unido tienen previsto contratar a 1.500 profesionales para afrontar los proyectos en marcha en eólica marina y redes inteligentes.

La consecución de estos objetivos le permitirá seguir dando a sus accionistas una retribución media anual de en torno a 0,3 euros por título.

Un 12% más de beneficios hasta septiembre por su negocio exterior

Iberdrola logró un beneficio neto de 2.401 millones de euros entre enero y septiembre, el 12% más que en el mismo periodo de 2011, gracias a que el negocio internacional compensó la caída del resultado en España en un 36%.

Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el beneficio neto registrado en España, una cuarta parte del total, descendió hasta 616 millones de euros debido principalmente al recorte de la retribución de las redes de distribución aprobada por el Gobierno en marzo. La eléctrica advirtió de que las cuentas hasta septiembre no reflejan aún el impacto de las nuevas medidas fiscales sobre la generación que se encuentran en trámite parlamentario.

El negocio internacional arrojó un beneficio neto de 1.784 millones de euros, con un crecimiento del 52% respecto a los nueve primeros meses de 2011.

En los nueve primeros meses del año, la eléctrica ingresó 25.236 millones de euros, un 8% más que en el mismo periodo del año anterior, mientras que las inversiones descendieron un 67%, hasta situarse en 2.083 millones de euros. De estas inversiones, el 67% se dedicó al negocio de redes, el 19% a renovables, y el 14% a generación y comercial.

El resultado bruto de explotación (ebitda) se incrementó en el periodo en un 3,4%, hasta 5.778 millones de euros, gracias a los negocios de renovables y de redes internacionales, que crecieron por encima del 15%.

El ebitda de los negocios internacionales subió un 13,1% en el periodo, hasta 3.042 millones de euros, mientras que el de España cedió un 5,6%, hasta 2.735 millones.

En renovables, el resultado bruto creció un 16,4%, hasta 1.181,8 millones, en un periodo en el que la capacidad instalada de la compañía aumentó en un 6,5% hasta 14.319 megavatios (MW).

El beneficio neto recurrente de Iberdrola en los nueve primeros meses del año fue de 1.849,7 millones de euros, un 1,7% menos.

Por su parte, el margen bruto -que mide la diferencia entre el precio de venta sin IVA y los costes de producción o adquisición- se incrementó un 5,3% hasta 9.291 millones de euros.

En cuanto a la situación financiera, el flujo de caja operativo avanzó en un 6,5%, hasta 4.709 millones, y el apalancamiento se situó en el 45,9%, lo que redujo el coste medio de la deuda hasta el 4,49%.

La deuda neta ajustada de Iberdrola, sin incluir los 3.022 millones de euros pendientes de cobro del déficit de tarifa, se situó al cierre de septiembre en 28.838 millones de euros.

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