Guillermo de la Dehesa: «A pesar de la crisis, el sector energético contará con una mayor inversión»
Guillermo de la Dehesa, presidente del Centre for Economic Policy Research (CERP), consideró que el auge del sector financiero en los últimos años “ha sido excesivo” por lo que ahora con la crisis económica debe funcionar como un desacelerador del crecimiento económico, que también afecta a las empresas energéticas. Para de la Dehesa, “la restricción crediticia que provoca la recesión de los países desarrollados, genera que la demanda energética sea menor, algo que en mi opinión en muy positivo”.
El ponente, que fue asesor del Fondo Monetario Internacional (FMI) y consultor del Banco Mundial, afirmó que Europa “está cerca de tener problemas de suministro energético durante los próximos años. Tenemos instalaciones viejas y las energías alternativas van a tener problemas para refinanciarse”. En el caso de España, Guillermo de la Dehesa recordó que importamos casi el 80 por ciento de la energía que consumimos. A esta elevada dependencia energética, añadió como problemas la caducidad de varias nucleares entre 2009 y 2011, así como el déficit de tarifa, “cuyo volumen es muy importante”.
En cuanto al debate sobre las nucleares, destacó el “tremendo rechazo de los ciudadanos” por esta energía y las dudas que genera la colocación de las posibles centrales y del lugar donde ubicar sus deshechos. En este sentido, Guillermo de la Dehesa afirmó que el único país que ha tomado una decisión firme en esta cuestión es Finlandia, “debido a su total dependencia de Rusia en cuestión energética”. Asimismo, aseguró que “ahora mismo en Europa no veo a ningún político con la intención de tomar alguna decisión al respecto”.
Con la actual crisis, de la Dehesa considera que “las posibilidades de endeudamiento son mucho mayores, por lo que se han buscado alternativas, como los biocombustibles, que tendrán un mayor impulso debido a su eficiencia”.
El presidente del CERP auguró que los proyectos del sector energético “contarán con una mayor inversión, puesto que es un sector no tan volátil como otros y sus proyectos se desarrollan a medio y largo plazo”.
Ante esta situación, Guillermo de la Dehesa opinó que “es el momento para establecer las bases de un desarrollo más sostenible” y apostó por el ahorro energético y la reducción de emisiones de Co2. “Hasta ahora ha existido un exceso de consumo energético y si no ahorramos, los combustibles fósiles empezarán a elevar su precio, debido a su escasez y su concentración en países poco estables y controlados por compañías estatales” afirmó de la Dehesa. Es más, “eliminaría las subvenciones y subiría los impuestos, ahora que están bajos los precios de las materias primas”, sentenció.
Como conclusión, el primer ponente, aseguró que “consumimos energía en exceso y hoy en día es fácil cambiar nuestro estilo de vida, sin cambiar nuestro nivel de vida”.
Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI) destacó la “complejidad, severidad y singularidad” de esta crisis financiera, debido a que “su epicentro se encuentra en Wall Street, lo que genera bastante inquietud, así como a la ramificación por contagio y su metástasis al sector real de las economías”.
Ontiveros aseguró que “los mercados de futuros se han visto condicionados porque nunca antes habían visto una restricción crediticia tan severa por tanto tiempo”.
En su discurso, Ontiveros tiró un guante a las entidades bancarias “que se permiten el lujo de no acudir a las subastas convocadas por el Gobierno. Esto es inaudito, sobre todo por la necrosis que se está generando en el sector”. Un sector cuyas inversiones previstas entre 2007 y 2030 ascienden a los 26.000 millones de dólares.
En cuanto a la crisis financiera, Emilio Ontiveros consideró que “los proyectos que están en marcha se verán amenazados”. De igual modo, resaltó el impacto que tendría en las empresas, en especial en la cuenta de resultados operativos y en la reducción de crédito y financiación. En este sentido, Ontiveros afirmó que “los movimientos corporativos van a ser más lentos o menos frecuentes en el sector energético”.
Ontiveros acabó su exposición afirmando que lo que más teme es la “desafección de la gente, que ya empieza a desconfiar de casi todo. Es malo que no confiemos en los que gobiernan”.




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