Greenpeace y Adenex piden al Gobierno que no renueve la licencia de Almaraz
Greenpeace y Adenex instaron al Gobierno central a acometer un «cambio radical» en su política energética, que «actualmente basada en el acoso y derribo a las energías renovables, liderado por el Ministerio de Industria que dirige Miguel Sebastián, y en el apoyo hipócrita a la energía nuclear», señala.
Se trata, explican las organizaciones, de «una política que contradice los compromisos programáticos del PSOE, mil veces reiterados (e incumplidos) por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero».
Así, estas organizaciones piden al Gobierno que no renueve la licencia de explotación de la central nuclear de Almaraz, a pesar del informe favorable remitido por el pronuclear Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), con lo que alargaría su funcionamiento hasta 2020.
«Los numerosos problemas de seguridad ocurridos en la central nuclear de Almaraz en los últimos años, demuestran el agotamiento de su vida útil», a lo que se han sumado «inesperadamente los fallos en equipos relativamente nuevos, como los generadores de vapor de la unidad II, que se tuvieron que cambiar a finales de los 90 por graves problemas de corrosión, que ahora se vuelven a repetir», señala.
Según los datos aportados por estas organizaciones, las energías renovables proporcionaron el año 2009 un 26% de la electricidad, frente a un 19% de la nuclear. «Es cada vez más obvio que las centrales nucleares funcionan cada vez con más problemas de seguridad y también que, gracias a la creciente aportación de las renovables, el sistema eléctrico español puede asumir el cierre progresivo pero urgente de las centrales nucleares «, señaló el responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, Carlos Bravo.
Por su parte, el director de Comunicación de Adenex, Jesús Valiente, resaltó que las energías renovables «siguen aumentando en disponibilidad y en su contribución a la cobertura de la demanda de forma limpia y sin incidentes», mientras que la central nuclear de Almaraz y las demás centrales nucleares «aumentan en inseguridad y pierden fiabilidad».
El presidente de la Plataforma de Afectados se encadena
Por su parte, el presidente de la Plataforma de Afectados por la Central Nuclear de Almaraz, Máximo García, se encadenó a las puertas de esta instalación nuclear para su cierre y mostrar su rechazo con el informe favorable elaborado por el CSN para la renovar la licencia de explotación.
«El Consejo de Seguridad Nuclear quiere dar diez años más y yo creo que ya está bien. Lleva 35 años contaminando y dando problemas. Bastante dinero han ganado ya«, afirmó Máximo García.
Para su protesta, García utilizó una pequeña cadena, con la que podía atarse y desatarse fácilmente, y junto a él había dos pancartas en las que rezaba ‘Almaraz, cáncer de nuestra tierra’ y ‘La Vera tierra viva. La nuclear mata’.
En declaraciones a los medios de comunicación, García reclamó «que se haga un estudio de la gente que hay afectada y que se indemnice», y en ese sentido recordó que su hijo padeció con 13 años el sarcoma de Edwin «y estuvo siete años en el hospital».
«En Jaraíz de la Vera (localidad de la que es natural Máximo García) hay siete casos de sarcoma de Edwin cuando lo normal es que haya un caso cada un 1.300.000 habitantes», añadió.
El presidente de la plataforma admitió también que «estará tres o cuatro días» en esta protesta, «hasta que salga en los medios».



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