Greenpeace denuncia que el PSOE trata de dinamitar la propuesta de reforma del Consejo de Seguridad Nuclear

La organización ecologista Greenpeace considera que el PSOE tratará hoy de dar un paso atrás en la promesa del Gobierno de llevar a cabo una reforma legal del Consejo de Seguridad Nuclear que perseguía convertirlo en un organismo transparente, independiente de la industria nuclear y al servicio de los ciudadanos.

El Grupo Parlamentario Socialista tiene previsto presentar hoy en la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso una serie de enmiendas transaccionales a la Proposición de Ley de Reforma del Consejo de Seguridad Nuclear, presentada por Izquierda Verde, que según Greenpeace, establecerá un régimen sancionador beneficioso para la industria nuclear, sustraerá competencias a las Comunidades Autónomas y no penalizará la puesta en riesgo del medio ambiente.

La organización ecologista destaca que las enmiendas dinamitan el espíritu de la Proposición de Ley, que reconocía expresamente los derechos de los ciudadanos frente al CSN. «Gracias al PSOE, a las centrales nucleares les seguirá resultando más rentable pagar multas antes que parar cuando descubran un problema de seguridad, como sucedió en el accidente de Vandellós-2 en 2004», según ha declarado el responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo.

Rechazo a la central de Morata de Tajuña

Por otra parte, Greenpeace ha tachado de «fábrica de cambio climático» la central térmica que la belga Electrabel tiene previsto construir en Morata de Tajuña, en Madrid. Por ese motivo, la organización ha recordado su oposición al proyecto. De hecho, ha hecho un llamamiento al Ayuntamiento para que impida que se lleve a cabo el proyecto, teniendo en cuenta el «masivo rechazo social» que ha producido. El responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, José Luis Gar´cia, ha declarado que «existe una amplia base social que quiere energía limpia y no más centrales térmicas». Para la organización, la energía que necesita Madrid tiene que venir de proyectos de energías renovables, como las termosolares, que según el informe Renovables 2050 de Greenpeace, podrían generar más de cuatro veces la electricidad que consumiría la Comunidad en 2050.

Greenpeace ha alegado varios motivos para su rechazo. En primer lugar, la emisión de CO2 a la atmósfera. En segundo lugar, dificultará el cumplimiento del protocolo de Kyoto. También podrá afectar a la salud de los ciudadanos de las comarcas próximas y desde el punto de vista energético, es innecesaria. Además, señala Greenpeace, aumentará la dependencia de fuentes de energía externas. Y, por último, señala que Electrabel no ha evaluado ni considerado otras alternativas limpias.

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