Greenpeace cree que es»alta» la probabilidad de otro accidente en la central nuclear de Fukushima

La organización hizo públicos los estudios «La crisis nuclear japonesa. Informe sobre el estado de Fukushima Daiichi» y «Los efectos de Fukushima. El declive de la industria nuclear se precipita» con motivo del cuarto aniversario del accidente, que se cumplirá este miércoles.

Greenpeace subrayó que Japón, con el tercer mayor programa de energía nuclear del mundo, lleva casi 18 meses con todos sus reactores nucleares parados sin haber causado ningún corte en el suministro eléctrico en el país, «lo que demuestra la obsolescencia de esta peligrosa energía».

«Desde Greenpeace nos sumamos al duelo de las víctimas del terremoto y tsunami de Japón en el cuarto aniversario de aquella tragedia. Lamentablemente, nos vemos en la obligación de advertir de que el accidente nuclear de Fukushima sólo es el comienzo de una pesadilla que permanece, o lo que es peor: una pesadilla que las autoridades y Tepco (la compañía que opera en la planta) quieren esconder», declaró Raquel Montón, experta en energía nuclear de Greenpeace.

En «La crisis nuclear japonesa«, Greenpeace señaló que no se conoce la ubicación exacta de los núcleos fundidos, causantes de la emisión de la radiactividad peligrosa para la salud y el medio ambiente, aunque se acepta que una gran proporción se ha derretido a través de las vasijas a presión.

Además, indicó que «hay agua contaminada por todas partes». «El agua contaminada se filtra y la que no, se almacena (hasta ahora, un total de 320.000 toneladas). Las aguas subterráneas se contaminan también debido a la contaminación superficial para, posteriormente, acabar en el océano Pacífico. Oficialmente, se emiten 800 toneladas más, de las cuales la mitad escapan sin control y contaminan cada día», añadió.

Asimismo, la ONG ecologista señaló que existen elevados niveles de radiación. En concreto, explicó que el nivel objetivo de descontaminación del Gobierno japonés a largo plazo es de 0,23 micro Sv/h, aunque detalló que en el monitoreo que realizó, en octubre de 2014, encontró que un 59% de las mediciones de radiación sobrepasaban el nivel objetivo.

El informe alertó de elevados niveles de radiación «como para plantear problemas de salud para las personas que siguen conviviendo a diario con esta contaminación» y aseguró que hay residuos hasta en patios traseros de viviendas. Además, apostilló que «el desmantelamiento de la central nuclear es una incógnita» y que todavía falta calcular el coste real del desastre, que en febrero de 2013 se situaba en 169.000 millones de dólares.

En su informe «Los efectos de Fukushima«, Greenpeace ofrece una perspectiva general del impacto que ha tenido el desastre de Fukushima en la industria nuclear, tanto en Japón como en el mundo entero.

Así, recalcó que «Japón sigue adelante sin energía nuclear», ya que los 48 reactores nucleares de este país, sin contar el de Fukushima Daiichi, se encuentran en parada a largo plazo, y alude a una aceleración de la tendencia bajista mundial de la generación nuclear, con descensos del 4% en 2011 y el 7% en 2012.

«Los 18 meses sin energía nuclear en Japón demuestran inequívocamente que esta energía no es indispensable, sino una tecnología anticuada y poco competitiva. A Japón no le quedan excusas para echar el cierre definitivo a todos sus reactores nucleares», concluyó Montón.

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