Durante su comparecencia ante la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Senado, Jorge Calvet indicó que el mayor problema para la industria energética española es que «no hay una idea de lo que debería ser el mix energético que tendremos de aquí a 2020».

En este sentido, aseguró que es necesario «sentarse a una mesa» para fijar un «marco de referencia» que permita crear una regulación «estable» para el sector, y subrayó que «el mejor» modelo energético para España debe incluir, entre otras, a las nucleares, el gas y las hidráulicas.

De lo contrario, señaló que, si no se alcanza un acuerdo político para impulsar las energías renovables, los clientes «no sabrán en qué invertir», al tiempo que destacó que no se puede depender «al 100%» de los combustibles fósiles.

Asimismo, subrayó que, a causa de la ausencia de un marco regulatorio estable, Gamesa no tiene «esperanza de crecer absolutamente nada» en España durante los próximos tres años, lo que ha hecho que el nuevo plan estratégico de la empresa esté orientado al crecimiento en el exterior.

En cuanto al nuevo proyecto del grupo en el Reino Unido, donde piensa instalar un centro eólico marino en el que invertirá más 150 millones de euros hasta 2014, Calvet explicó que la empresa está estudiando cuáles pueden ser las ubicaciones más idóneas para estas instalaciones, tanto en Escocia como en Inglaterra.

A su vez, Calvet recordó que la compañía ha llevado a cabo una expansión «muy importante» en EEUU y varios países de Europa del Este, así como en China, India, Brasil y México.

Además, explicó que la empresa se ha visto abocada a reducir un 58% su capacidad de fabricación en España, para poder concentrarse «en aquellos países en los que se está produciendo».

También criticó que los concursos eólicos abiertos por las comunidades autónomas «no ayudan» a la empresa, ya que, a su juicio, en algunas autonomías, como Cantabria o Cataluña, «se favorecen a propuestas de otros países» frente a las de la propia empresa.

Por lo que respecta al cierre de la planta de Gamesa en la localidad navarra de Alsasua, que ha pasado a ser utilizada por la empresa de fabricación de placas solares Fluitecnik, Calvet apuntó que se trata de un proceso de «reindustrialización» que demuestra el compromiso de la compañía con esa comunidad.