Francia visita China para impulsar su relación en energía nuclear

El viaje de Ayrault al país asiático se produce después de que el presidente francés, François Hollande, visitara la capital china en marzo -el primer mandatario occidental que se reunió con Xi Jinping tras el nombramiento de éste como jefe de Estado- y consiguiera la firma de importantes acuerdos comerciales y en materia nuclear.

Entre ellos figuró la venta de 60 aviones Airbus o la construcción por parte de la empresa francesa Areva de una fábrica de reprocesamiento en el país asiático y el desarrollo de un «reactor de tercera generación chino-francés» junto a EDF.

Tras estos acuerdos, ahora Francia pretende dar un impulso a la venta de sus productos en China y asentar la firma suscrita por EDF, uno de los proyectos nucleares en marcha más importantes del mundo.

Su atención recaerá en la cooperación nuclear entre ambos países. Según lo previsto, el primer ministro ofrecerá un discurso en el seminario que se celebrará para conmemorar el trigésimo aniversario de la relación bilateral en este sector en la Residencia de Huéspedes de Estado de Diaoyutai, oeste de Pekín.

Tras ello, se espera que el primer ministro mantenga una reunión con su homólogo chino, Li Keqiang, en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín -sede del Parlamento chino-, además del presidente de la Asamblea Nacional Popular, Zhang Dejiang, y el presidente de China, Xi Jinping.

Después de su paso por Pekín, la delegación francesa visitará la ciudad de Wuhan, centro de China, con la vista puesta en una futura colaboración en materia de «ciudades sostenibles».

De ahí, el primer ministro viajará hasta la provincia de Cantón y se desplazará hasta la ciudad de Taishan, donde se encuentra la central de tercera generación en construcción en la que participan las francesas Areva y EDF junto al Grupo Nuclear chino de Cantón (CGNPC).

El proyecto de Taishan es uno de los más punteros en el ámbito nuclear, pues se trata de una planta de tipo EPR, de las más avanzadas, y que, de momento, no opera en ninguna parte del mundo, a la espera de que se terminen la de China, y dos más, una en Finlandia y otra en Francia.

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