Fomento prepara un plan para ahorrar un 50% en el coste de iluminación de las carreteras
El ministro de Fomento defendió las medidas de ahorro energético porque es «una necesidad del conjunto del país, porque tenemos una dependencia energética muy fuerte».
«Tenemos un problema de precios», apuntó el ministro, quien explicó que eso «tiene una consecuencia sobre la factura que España paga y puede hipotecar nuestra recuperación económica».
Blanco aclaró que este anuncio no va a suponer que se vayan a eliminar o a apagar farolas. «Nadie ha hablado de eliminar ningún punto de luz», aseveró. Se trataría de sustituir las bombillas de las farolas por otras de bajo consumo.
La eficiencia energética consiste en que pueda existir el mismo nivel de iluminación con sistemas que ahorren energía; y puso el ejemplo de los túneles, donde dijo que se pueden introducir los sistemas LED «que ahorran un 40% de energía».
Según el ministro, de lo que se trata es de buscar más eficiencia energética en el conjunto de actuaciones del Ministerio de Fomento, todo ello dentro del plan de eficiencia energética que está elaborando el Gobierno para reducir el consumo energético del país.
«Para que se entienda, todos en nuestras casas sustituimos unas bombillas que consumen más por otras que consumen menos. En esto, entre otras cosas, consiste la eficiencia energética», indicó. Concluyó que la intención del ministerio y del Gobierno es lograr un mayor ahorro energético «sin que eso vaya en detrimento de los servicios que se prestan».
Sobre la reducción de la velocidad en autopistas y autovías a 110 kilómetros por hora recordó que es una «medida excepcional y transitoria«, para añadir que «vamos a tratar que dure el menor tiempo posible». Se trata de una medida que durará «hasta tanto dure la situación de inestabilidad en los países que suministran petróleo a España».
Sobre el precio de modificar las señales, dijo que es «absolutamente irrelevante» dentro del amplio coste de mantenimiento de las carreteras.
Por otra parte, preguntado por si se consultaron las medidas a agentes del sector o a los partidos políticos, el ministro indicó que el trabajo del Gobierno es tomar decisiones que convienen al interés general del país, y que no está obligado a someterse siempre al escrutinio público o a referéndum.
También, el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió como «necesaria y conveniente» la reducción de la velocidad para ahorrar energía, porque es la medida «más directa» y con mayor impacto para este fin.
Recalcó que se trata de una iniciativa transitoria y dijo que confía en que «ojalá» la limitación pueda levantarse cuanto antes, porque significará que ha bajado la presión del precio del petróleo.
Tras recordar que el 80 % del petróleo que consume España es importado y que el transporte privado es el mayor gasto, hizo hincapié en que se trata de una medida de ahorro para los consumidores, que en un viaje de unos 300 kilómetros tardarán entre diez y quince minutos más. No se trata, a su juicio, de una medida «tan grave» y, además, insistió, «salva vidas y contamina menos».
Según señaló, varios países europeos prósperos y respetuosos con el medio ambiente, como Suecia, Noruega y Reino Unido, han situado también su velocidad máxima en los 110 kilómetros
La reducción a 110 Km/h sólo tiene antecedentes en tiempos de Franco
Por su parte, la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, señaló que la decisión del Gobierno de reducir el límite de velocidad en autovías y autopistas sólo tiene antecedentes en tiempos de Francisco Franco y «lo protagonizaron Carrero Blanco y Arias Navarro», dos de los últimos presidentes del Gobierno durante la dictadura española.
A su juicio, cuando se quiere ahorrar energía «hay que saber, sentarse y estudiar» las medidas que se van a adoptar con más calma en lugar de tomar decisiones «improvisadas».
Recordó que el Ejecutivo ha adoptado otras medidas en los últimos años, como quitar las corbatas en las empresas en el verano, regalar bombillas de bajo consumo y, ahora, limitar la velocidad.
Asimismo, el Partido Popular revisará los límites de velocidad en las carreteras españolas para «adecuar» los máximos permitidos en cada caso al estado de las vías, el trazado, la siniestralidad y el ruido, según consta en el programa electoral para los comicios autonómicos del próximo 22 de mayo.
Lara tacha de «recaudatorias» las medidas del Gobierno
En cuanto a Izquierda Unida (IU), su secretario general, Cayo Lara, tachó de «recaudatorias» las medidas aprobadas para promover el ahorro energético y manifestó además que son medidas fruto de la «improvisación» y de la «pérdida de rumbo de un Gobierno que sencillamente no encuentra ni el norte ni el sur ni el este ni el oeste».
En cuanto a la decisión del Gobierno de rebajar un 5% el precio del billete del tren de Cercanías, una medida «positiva» para los consumidores, Lara señaló que «nadie» va a dejar de coger el coche por tomar el cercanías, por lo que no va a facilitar el ahorro energético.
El portavoz de IU de la Asamblea de Madrid, Gregorio Gordo, dijo que la decisión del Gobierno tiene «clarísimos elementos de improvisación».
Tras indicar que la política energética del Gobierno central «no se caracteriza por la planificación ni por usar criterios lógicos», ya que «igual reducen la velocidad máxima que amplían el periodo de vida de las centrales nucleares» aseguró que «Zapatero se mueve por impulsos según suceden las cosas».
Díez tilda la medida de «socialismo viejo y casposo»
También, la líder de UPyD, Rosa Díez, opinó que la decisión del Gobierno de reducir la velocidad máxima en las carreteras a 110 kilómetros por hora es una medida de «socialismo viejo y casposo».
La diputada aseguró que esta decisión del Gobierno es «hipócrita», «ineficiente» e «intervencionista», así como «un ejemplo más de por dónde va este Gobierno desde el comienzo de su mandato, allá por 2004, y que se ha plasmado con toda su crudeza en la mala gestión de la crisis y en decisiones como ésta».
Según la responsable de UPyD, reducir la velocidad a 110 kilómetros por hora «es como si los zapatos se volvieran más caros y nos dijeran cuántos pares podemos comprar al año. Socialismo, del viejo y casposo, en estado puro».
Asimismo, Díez sostuvo que «tiene bemoles que estas instrucciones abusivas partan del Gobierno que ha desarrollado la política energética más aberrante de nuestra historia moderna, que ha incrementado el precio del kilovatio mucho más allá de lo que habría sido deseable, que se ha opuesto a cualquier medida racional en el tema de las renovables o la nuclear».
ICV tacha de «improvisadas, insuficientes y tardías» las medidas
Por su parte, la portavoz de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) en el Congreso de los Diputados, Nuria Buenaventura, tachó de «improvisadas, insuficientes y tardías» las medidas decretadas por el Gobierno dentro del plan de ahorro energético y recordó que su grupo ha presentado al menos tres proposiciones de ley con medidas para ahorrar energía.
Para ICV hay que hacer una «apuesta decidida» por el transporte público, desarrollar planes energéticos en ciudades de más de 20.000 habitantes y aprobar una Ley de Fiscalidad Ambiental para incentivar el ahorro y la eficiencia energética.
«Durante cuatro años se han perdido muchísimas oportunidades para hacer lo que ahora, por cuestiones de urgencia, se está haciendo pero que no tendrá los resultados que habrían tenido si se hubiese hecho con planificación, con acuerdo y participación de todas las instituciones, administraciones y sectores», dijo.
Cepyme considera que la medida es «recaudatoria»
El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Jesús María Terciado, consideró que la medida adoptada por el Gobierno de reducir la velocidad máxima en autovías y autopistas a 110 kilómetros por hora para el ahorro de energía es «recaudatoria y va a tener poco éxito».
Asimismo, denunció que esta iniciativa se trata de «una ocurrencia» y dudó de su «utilidad» en el ahorro de energía, ya que teme que es «más bien» una medida «coercitiva» enfocada a la recaudación a través de multas.
Terciado abogó por que, en lugar de reducir la velocidad, se defiendan las fuentes de producción de energía autóctonas, que «no se han apoyado adecuadamente», al haberse realizado un «planteamiento ideológico más que de competitividad» al respecto de las mismas. Así, señaló que el carbón se ha encontrado «al límite de su extinción» y que se ha conseguido resolver, pero sin garantizar «ni muchísimo menos» su futuro, y que la energía nuclear ha sido enfocada desde un punto de vista «ideológico». Por ello, apostó por «dejar al margen complejos ideológicos» y desarrollar cuanto antes la energía nuclear, que es el objetivo, y no reducir velocidad».
Rebajar la velocidad generaría un ahorro de 8,2 toneladas de CO2
La limitación en la velocidad de 120 a 110 kilómetros por hora en la velocidad de las autovías supondrá un ahorro de emisiones de 8.212.316 toneladas de dióxido de carbono, según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE). Este dato se ha obtenido calculando el ahorro estimado en toneladas de petróleo que generará la medida aprobada por el Consejo de Ministros.
Concretamente, se evitará el consumo de 2.434.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep), lo que además de ahorro económico evitará a la atmósfera la emisión de más de 8,2 toneladas de CO2 equivalente.
Recientemente, en su primera comparecencia ante el Congreso de los Diputados del secretario de Estado de Energía del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, Fabricio Hernández, aseguró que entre 2004 y 2010 la dependencia e intensidad energéticas se han reducido entre un 2,5 y un 14 por ciento respectivamente.
Las autoescuelas abogan por la «conducción eficiente»
Por último, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) apostó por la «conducción eficiente» para ahorrar en lugar de la reducción del límite de velocidad.
La CNAE señaló que esta rebaja en la velocidad contribuirá a ahorrar entre un 8 y un 9% de combustible en las autopistas y autovías, pero apuntó que los grandes movimientos de tráfico se producen en los núcleos urbanos o en sus cercanías.
Además, la patronal de autoescuelas apuntó que el ahorro energético al volante no sólo depende de la velocidad, sino de la antigüedad y mantenimiento del vehículo, así como del modo de conducción.
Bernardo Hernández, coordinador de los cursos de conducción eficiente de CNAE, aseguró que con las técnicas de «conducción eficiente» el conductor de un turismo que recorra al año unos 15.000 kilómetros se puede ahorrar entre 255 y 400 euros anuales, y un conductor profesional que haga unos 100.000 kilómetros anuales dejará de gastar entre 1.500 y 2.400 euros al año.


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