Estados Unidos es el «cuello de botella» que impide alcanzar un pacto contra el cambio climático
Durante su intervención en el II Congreso «El ser creativo» que se celebra en Madrid, señaló que el dióxido de carbono es el «termostato» del planeta y que si se eliminara, se condensaría el vapor de agua terrestre y la temperatura media del planeta sería de -22 grados centígrados, mientras que con la composición actual este valor es de 15 grados centígrados.
De este modo, mostró que son los humanos los que causan el cambio climático en una probabilidad del 90%, algo que comparte el 97% de los científicos a nivel mundial, puesto que la composición química del planeta ha cambiado desde la época de la revolución industrial. En todo caso, Molina consideró que el CO2 no es el único factor preocupante, sino que otro de estos factores son los efectos extremos del clima cuyas consecuencias son «muy extremas».
A su juicio, si no se modifica la situación actual y se actúa contra el cambio climático la temperatura global podría subir 6 grados centígrados, algo que «traería consecuencias extremas». Por ello, subrayó que es preciso «actuar por razones y costes económicos, pero sobre todo por cuestiones éticas». «Tenemos la necesidad de proteger a las generaciones futuras», concluyó.
Por su parte, Jeremy Rifkin, economista y presidente de la Foundation on Economic Trends y ex asesor político de Angela Merkel, Bill Clinton o Nicolas Sarkozy, reclamó una nueva visión económica del mundo porque el planeta «solo dispone de dos generaciones para quitarse de encima el CO2» y advirtió de que con los nuevos regímenes económicos como China o India los mercados se han dado cuenta desde 2008 de los límites de globalizar el planeta a base de petróleo.
En este contexto, destacó que una subida de la temperatura global de tres grados centígrados para finales de este siglo podría devolver a la Tierra a temperaturas del Pleistoceno y que el ciclo hídrico del planeta resultaría afectado.
La especie humana podría desaparecer
«Estamos en las etapas tempranas de una extinción masiva», pronosticó, por lo que Rifkin reclamó una revolución económica sin la que «la especie humana podría desaparecer». Asimismo propuso un plan basado en varios pilares que pasan por un mayor compromiso para incrementar el porcentaje de energías renovables, un pilar del que dijo que España «hasta el año pasado» estaba siendo pionero.
Al mismo tiempo, el economista instó a mejorar las soluciones para almacenar la energía que está distribuida por todo el planeta. De este modo, también aseguró que se pueden convertir todos los edificios públicos y privados en pequeñas centrales de energía, algo que espera que se pueda alcanzar en los próximos 40 años. «Si nuestros edificios se convierten en pequeñas centrales solares aumentarán inmediatamente de valor», afirmó.
Igualmente, el cuarto pilar sería interconectar las redes eléctricas y energéticas mediante las nuevas tecnologías, para que se pueda compartir, comprar, vender e intercambiar energía «desde Irlanda a Rusia». Esta apuesta consideró que sería una forma de democratizar la energía, algo que también se conseguiría si el transporte se convierte en células energéticas (quinto pilar), porque consideró que «la única manera» de conseguir una revolución verde es, precisamente, si los pequeños consumidores se intercambian la energía.
A este respecto, manifestó que esto es precisamente lo que propugna el «interesante» movimiento del 15-M y apostó por que precisamente esta será la tercera revolución industrial que es la de la actual generación de jóvenes. «Este es el poder para la gente», sentenció y azuzó a España porque es «el momento de que este país lidere este cambio», empezando por las energías renovables. «Este es nuestro momento, es una decisión como especie», concluyó.
El cambio climático, uninvento dela industria petrolera
En esta misma exposición participó el meteorólogo y astrofísico británico Piers Corbyn, que consideró que el cambio climático es un intento «ridículo» para aumentar el control y la fiscalidad y explicó su teoría de que detrás de la lucha del cambio climático están los intereses del sector petrolero porque de este modo, el precio del crudo subirá hasta un 50%, al revalorizarse los activos que tiene en el subsuelo.
En este contexto, criticó a los científicos del Panel Intergumental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) porque «la teoría del cambio climático no casa con los hechos», ante lo que cabe la postura de deshacerse de la teoría o cambiar los hechos, que es «lo que ha hecho el IPCC». «Los datos están manipulados», insistió. «Podéis tener una religión del cambio climático, pero no me impongáis vuestras creencias», advirtió.
De este modo, expuso que todos los hechos climatológicos extremos ya fueron predichos y explicó que estas oscilaciones son cíclicas, al tiempo que afirmó que los incendios de Rusia y las inundaciones de Pakistán de los últimos años tuvieron que ver con unas expulsiones solares que modificaron la corriente del Golfo.
En resumen, Piers Corbyn vaticinó que «va a haber un enfriamiento de las temperaturas a nivel global de aquí a 2035» y se ha aventurado a pronosticar que entre el 27 de noviembre y el 28 de diciembre, Reino Unido, España y el oeste de Europa vivirán un «periodo excepcional» de frío que dejará intensas nevadas. Por su parte, para Estados Unidos espera que del 15 al 17 de diciembre se produzcan temperaturas extremadamente frías y que del 11 al 14 de enero de 2012 habrá un exceso de nieve en el noroeste de este país norteamericano.
Finalmente, advirtió de que el 19 de enero de 2012 habrá una tormenta con efectos muy graves y que en Australia se vivirá en enero una ola de calor «extremo», ya que ha reiterado que todo se puede pronosticar con datos y fórmulas científicas. «Sea feliz, no se sienta culpable de conducir un coche; conduzca y emita CO2 porque a las plantas les gusta», es su receta, al tiempo que recomendó buscar «ciencias y políticos fiables».


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