España tendrá un centro de apoyo logístico ante cualquier tipo de accidente en una central nuclear

Se trata de una de las propuestas adicionales realizadas por los explotadores de la plantas nucleares españolas con el fin de incorporarlas a las pruebas de resistencia planteadas por la Unión Europea a raíz del accidente de la central japonesa de Fukushima tras el terremoto del pasado marzo.

La ubicación del centro aún está en el aire y no hay un plazo concreto para su puesta en marcha, pero Bernaldo de Quirós indicó que entrará en funcionamiento «en un plazo corto», tal vez a finales de 2012.

El propósito es crear una instalación con personal especializado y con equipos compatibles con los existentes en las centrales, de modo que en caso de accidente se pudiera suministrar desde el centro equipos diesel portátiles, bombas u otros materiales que fueran precisos para solucionar la emergencia.

Bernaldo de Quirós se refirió a las pruebas de resistencia llevadas a cabo hasta ahora en la Central Nuclear de Almaraz y mostró su satisfacción por los resultados que se han obtenido.

La semana pasada la central almaraceña se convirtió en la primera planta española que tuvo una inspección técnica por parte del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) respecto a la Primera Instrucción Técnica Complementaria (ITC-1).

La ITC-1 contempla un programa de pruebas de resistencia que consisten en la reevaluación de la seguridad de los sistemas de protección con el fin de evidenciar los márgenes de seguridad existentes e incorporar mejoras adicionales para mitigar accidentes por encima de las bases de diseño.

En este sentido, Bernaldo de Quirós se mostró satisfecho, ya que, según aseguró , «la planta está muy robusta».

Las pruebas llevaron a recalcular todos los márgenes existentes frente a un terremoto importante y se comprobó que «nuestro diseño cubre tres veces por encima con respecto al diseño original en terremotos». Además, se recalculó la resistencia de las presas de Valdecañas y Arrocampo.

Otra prueba que fue positiva fue la operación en manual con los equipos ante una pérdida total de corriente eléctrica en el exterior.

Además de la ITC-1, la planta de Almaraz, al igual que todas las situadas en la Unión Europea, tendrá que pasar la Segunda Instrucción Técnica Complementaria (ITC-2), que se centra en mitigar las consecuencias derivadas de un ataque externo de cualquier índole y que está especialmente relacionada con grandes incendios de origen externo ante la posibilidad de que un avión se estrelle contra una planta.

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