España reúne varias experiencias mundiales en captura, transporte y almacenamiento de emisiones

En concreto, esta tecnología consiste en reducir las emisiones de dióxido de carbono hacia la atmósfera, mediante la separación o captura del CO2 contenido en los gases de combustión producidos en centrales térmicas y procesos industriales, su transporte hasta el enclave seleccionado y su almacenamiento en el subsuelo, según sus promotores.

En los trabajos del Comité -constituido en junio del año pasado- participaron una treintena de países. Tras la reunión, se dieron a conocer las experiencias españolas llevadas a cabo, como las de la Robla, Compostilla y Puertollano. Entre las iniciativas internacionales, destacaron el estadounidense Secarb o el noruego Mongstad.

La participación española se canalizó a través de un «comité espejo» de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), presidido por la Asociación de la Plataforma Tecnológica Española del CO2 (PTECO2) y secretariado por AENOR, en el que se reúnen empresas y organizaciones interesadas en esta tecnología en España. Este grupo de trabajo realizará un seguimiento de los trabajos internacionales y canalizará la voz de los expertos españoles.

En la reunión plenaria del ISO TC/265, celebrada esta semana en la sede de AENOR en Madrid, se definieron los grupos de trabajo en los que se subdivide el comité y se presentaron las primeras propuestas de normas, en aspectos como tecnología y procesos de captura de CO2, consumo energético y eficiencia en la captura de CO2 por postcombustión en la industria energética.

Además, se propuso elaborar normas de sistema de transporte; requisitos y recomendaciones para el almacenamiento de CO2 de forma segura para personas y medio ambiente; aspectos horizontales -terminología, comunicación, consumo energético y evaluación del riesgo- y cuantificación y verificación.

Las normas contienen el consenso del mercado respecto a la mejor forma de abordar procesos importantes para las organizaciones, en los que se juegan su competitividad y contribuyen al desarrollo de la tecnología.

Durante la jornada, también se dio a conocer la situación actual en materia de tecnologías de captura, transporte y almacenamiento de CO2, a través de la presentación de proyectos desarrollados en España y a nivel internacional.

España reúne varias experiencias mundiales en captura, transporte y almacenamiento de emisiones

En concreto, esta tecnología consiste en reducir las emisiones de dióxido de carbono hacia la atmósfera, mediante la separación o captura del CO2 contenido en los gases de combustión producidos en centrales térmicas y procesos industriales, su transporte hasta el enclave seleccionado y su almacenamiento en el subsuelo, según sus promotores.

En los trabajos del Comité -constituido en junio del año pasado- participaron una treintena de países. Tras la reunión, se dieron a conocer las experiencias españolas llevadas a cabo, como las de la Robla, Compostilla y Puertollano. Entre las iniciativas internacionales, destacaron el estadounidense Secarb o el noruego Mongstad.

La participación española se canalizó a través de un «comité espejo» de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), presidido por la Asociación de la Plataforma Tecnológica Española del CO2 (PTECO2) y secretariado por AENOR, en el que se reúnen empresas y organizaciones interesadas en esta tecnología en España. Este grupo de trabajo realizará un seguimiento de los trabajos internacionales y canalizará la voz de los expertos españoles.

En la reunión plenaria del ISO TC/265, celebrada esta semana en la sede de AENOR en Madrid, se definieron los grupos de trabajo en los que se subdivide el comité y se presentaron las primeras propuestas de normas, en aspectos como tecnología y procesos de captura de CO2, consumo energético y eficiencia en la captura de CO2 por postcombustión en la industria energética.

Además, se propuso elaborar normas de sistema de transporte; requisitos y recomendaciones para el almacenamiento de CO2 de forma segura para personas y medio ambiente; aspectos horizontales -terminología, comunicación, consumo energético y evaluación del riesgo- y cuantificación y verificación.

Las normas contienen el consenso del mercado respecto a la mejor forma de abordar procesos importantes para las organizaciones, en los que se juegan su competitividad y contribuyen al desarrollo de la tecnología.

Durante la jornada, también se dio a conocer la situación actual en materia de tecnologías de captura, transporte y almacenamiento de CO2, a través de la presentación de proyectos desarrollados en España y a nivel internacional.

España reúne varias experiencias mundiales en captura, transporte y almacenamiento de emisiones

En concreto, esta tecnología consiste en reducir las emisiones de dióxido de carbono hacia la atmósfera, mediante la separación o captura del CO2 contenido en los gases de combustión producidos en centrales térmicas y procesos industriales, su transporte hasta el enclave seleccionado y su almacenamiento en el subsuelo, según sus promotores.

En los trabajos del Comité -constituido en junio del año pasado- participaron una treintena de países. Tras la reunión, se dieron a conocer las experiencias españolas llevadas a cabo, como las de la Robla, Compostilla y Puertollano. Entre las iniciativas internacionales, destacaron el estadounidense Secarb o el noruego Mongstad.

La participación española se canalizó a través de un «comité espejo» de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), presidido por la Asociación de la Plataforma Tecnológica Española del CO2 (PTECO2) y secretariado por AENOR, en el que se reúnen empresas y organizaciones interesadas en esta tecnología en España. Este grupo de trabajo realizará un seguimiento de los trabajos internacionales y canalizará la voz de los expertos españoles.

En la reunión plenaria del ISO TC/265, celebrada esta semana en la sede de AENOR en Madrid, se definieron los grupos de trabajo en los que se subdivide el comité y se presentaron las primeras propuestas de normas, en aspectos como tecnología y procesos de captura de CO2, consumo energético y eficiencia en la captura de CO2 por postcombustión en la industria energética.

Además, se propuso elaborar normas de sistema de transporte; requisitos y recomendaciones para el almacenamiento de CO2 de forma segura para personas y medio ambiente; aspectos horizontales -terminología, comunicación, consumo energético y evaluación del riesgo- y cuantificación y verificación.

Las normas contienen el consenso del mercado respecto a la mejor forma de abordar procesos importantes para las organizaciones, en los que se juegan su competitividad y contribuyen al desarrollo de la tecnología.

Durante la jornada, también se dio a conocer la situación actual en materia de tecnologías de captura, transporte y almacenamiento de CO2, a través de la presentación de proyectos desarrollados en España y a nivel internacional.

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