España es uno de países de la Unión Europea donde más se abarató el precio de la electricidad doméstica

España es el tercer país de la Unión Europea donde más se redujo el precio de la electricidad, un 8,8%, en la segunda mitad de 2013 respecto al año anterior, pese a la tendencia al alza registrada en los Veintiocho, según los datos publicados en el último estudio de precios domésticos de la energía realizado por la oficina estadística comunitaria, Eurostat.

Esta caída se debe a el precio medio pagado por los hogares españoles por cada 100 kWh de electricidad se situó en los 20,8 euros en el periodo de referencia, un precio cercano a la media de los Veintiocho (20,1 euros después de aumentar un 2,8%) y de la zona del euro (21,3 euros, con una subida del 4,2%).

En el caso de España, estos precios no registran aún el fuerte abaratamiento del primer semestre de 2014 provocado por la abundancia de viento y lluvia, y por la consecuente mayor contribución de tecnologías como la eólica y la hidráulica, que abaratan el mercado mayorista. En cualquier caso, el descenso del 8,8% permitió que España pasase de la sexta a la octava posición en la clasificación de países más caros.

Los mayores descensos de precios de la electricidad doméstica se registraron en Chipre (15%), Hungría (14%), España con el citado 8,8% y Bulgaria (8%), mientras que los precios se mantuvieron estables en Letonia, Malta y Finlandia.

Por el contrario, los mayores encarecimientos se registraron en Estonia (22%), Grecia (20%), Rumanía (17%), Francia y Lituania (con un 10% cada uno).

Dinamarca, con 29,4 euros por cada 100 kWh es el país con la electricidad más cara para los hogares, por delante de Alemania (29,2 euros), Chipre (24,8 euros), Irlanda (24,1 euros), Italia (23,2 euros), Bélgica (22,2 euros) y Portugal (21,3 euros).

Si se analizan los precios en función del poder de adquisitivo de los países, la electricidad doméstica era más barata en Finlandia, Luxemburgo, Letonia y Francia, mientras que por el contrario era más cara en Chipre, Alemania, Portugal y Rumanía. En este caso, el precio de estos 100 kWh fue en España de 22,7 euros, un 9,6% por encima de los 20,7 euros de la media de la zona euro.

En cuanto al precio del gas natural doméstico, España vivió un encarecimiento de esta fuente de energía de un 3,4% en el segundo semestre de 2013 respecto a los mismos seis meses de 2012, después de la notable alza del 59,8% que registró en el segundo semestre de 2012 respecto al mismo periodo de 2011.

En la segunda mitad de 2013, el precio del gas llegó al 8,9 euros por 100 kWh, por encima de los 7,1 euros que pagaron de media los Veintiocho, después de aumentar su precio un 1%, y los 7,9 que pagaron los socios del euro. Por tanto, los hogares españoles presentan el sexto recibo más caro de la Unión Europea.

En este periodo, los mayores aumentos en el precio del gas doméstico se observaron en Rumanía (10%), Portugal (9%) y en Reino Unido (8%), mientras que las disminuciones más pronunciadas se dieron en Hungría (15%), Grecia (13%), Polonia (10%), Bélgica, República Checa, Letonia y Eslovenia (9% cada uno).

Los países con los recibo de gas más caros son Suecia, Dinamarca, Italia, Portugal y Grecia, mientras que Rumanía, Hungría, Croacia y Estonia presentan los precios más bajos.

Eurostat informó también de que si se miden los precios del gas en relación con el nivel de poder adquisitivo del país, España se sitúa dentro del grupo de los más caros, sólo por detrás de Bulgaria, Portugal, Grecia y Lituania. En cambio, los más baratos desde esta perspectiva fueron Luxemburgo, Letonia, Reino Unido, Bélgica y Rumanía.

Soria destaca datos de Eurostat

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, destacó que los esfuerzos fruto de las reformas impulsadas por el Gobierno empiezan a dar sus frutos y, en relación a la reforma energética, «según los datos de Eurostat, por primera vez en 10 años, los precios de la electricidad en España bajan por debajo de la media europea«.

El ministro defendió que eso «es competitividad en la industria», destacando que se ha hecho frente a los dos problemas que tenía el sector energético: «que los precios de la energía no habían parado de aumentar desde 2004» a razón de «un 6,9% cada año, un 70% en 10 años» y que aumentaba el déficit que se iba generando en el sistema eléctrico porque, según manifestó, «los ingresos eran insuficientes para poder hacer frente a los costes» y por ello se tomaron las medidas, que «sabemos que no han gustado mucho» al sector pero que se tomaron «a favor del interés general».

Luz cara respecto a renta

Por su parte, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) salió al paso de los datos de Eurostat y calculó que el precio real de la electricidad en España es superior a la media europea si se compara la renta media española con la de Europa. «Estamos pagando por la electricidad un 30% más de lo que nos correspondería» indican, por lo que la asociación cree que «urge atajar el vergonzante abuso en este sector».

Según Adicae, la renta media española es un 25% inferior a la de los países de la zona euro, lo que, trasladado al recibo eléctrico, implica que los 100 kilovatios hora (kWh) deberían estar a unos 16 euros en nuestro país y no 20,8. Para Adicae, el informe de Eurostat muestra en realidad «cifras muy preocupantes para el consumidor español«, ya que deja patente entre otras cosas que países con más nivel de renta, como Francia, Holanda o Suecia, pagan menos que España en electricidad.

«Sin embargo, un mercado eléctrico enloquecido y una situación de abuso tras abuso han encarecido el recibo a límites insoportables, cerca de duplicarse respecto a lo que valía la luz en el momento de ser privatizada», señala la asociación. Adicae también considera que «los parches implementados por el Ministerio de Industria y las diversas regulaciones improvisadas en los últimos tiempos apenas sirven para mantener los precios, sin que haya esperanzas efectivas de que los consumidores vean reducidas sus facturas energéticas«.

Respecto al gas, Adicae señala que la situación es «aún peor» ya que los hogares españoles presentan el sexto recibo más caro de la Unión Europea y pagan más que la media europea después de registrar subidas del 3,4% en el segundo semestre de 2013.

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