EolicCat cifra en 395 millones de euros el impacto económico tras la suspensión de primas renovables
Así lo aseguró un informe encargado por esta asociación, que preside Miquel Cabré, director de estrategia y desarrollo de negocio de Alstom Wind, a la consultora Deloitte.
Cabré aseguró que, «más allá de ser un error en política energética y ambiental», el decreto 1/2012 del Gobierno es un «error económico», que no compensa la reducción del déficit de tarifa que persigue la norma, y confió en que la temporalidad de la suspensión de las primas sea «la mínima imprescindible para redefinir el sistema», ya que el sector eólico no se siente culpable del déficit de tarifa del mercado eléctrico.
EolicCat aseguró que, de entrada, la decisión del Ministerio de Industria de suspender los incentivos económicos para las nuevas plantas de energías renovables supondrá que se perderán 133 millones de euros en primas y alertó de que el sector afronta un panorama «catastrófico» si la suspensión se alarga tres o cuatro años.
Este cálculo de Deloitte tiene como base que se construya al menos el 25% de la potencia eólica proyectada y afectada por la nueva normativa, lo que equivale a 575 megavatios (MW) de los 2.301 MW totales repartidos en 128 proyectos que no tendrán incentivos, incluido el concurso eólico catalán de 768 MW actualmente paralizado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Además, hay 323,17 MW de 13 parques eólicos que tampoco recibirán primas si no se ponen en servicio antes de fin de año, según EolicCat, que señaló que algunos están en riesgo de no poder cumplir el plazo por causas ajenas a las empresas impulsoras, como que no estará operativa la infraestructura eléctrica de evacuación de la energía.
De los 395,2 millones de euros, unos 135,8 corresponden a la reducción que podría producirse en el PIB por la menor contribución de la eólica hasta 2015; 33,9 millones a las inversiones asociadas que genera el sector, 205 millones a las inversiones «complementarias» que llegarían si culmina el concurso eólico de 2010 y otros 20,5 millones de repercusión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).
Además, el informe calculó que se perderían hasta 4.780 empleos, entre directos e indirectos, por esta suspensión de las primas a las renovables.
Si se elimina esta prevención del 25% y se presupone que ninguno de estos proyectos llegará a buen puerto por la suspensión de las renovables, el impacto económico global sería aún mayor, de unos 525 millones de euros.
Actualmente, Cataluña es la séptima comunidad autónoma en producción eólica, ya que su potencia en servicio es de 1.008 megavatios, y el anterior plan de la energía del gobierno catalán se marcó el objetivo de alcanzar los 3.500 megavatios en 2015.
Según Deloitte, la contribución fiscal de las fases de promoción, construcción y puesta en marcha de los parques eólicos se vería afectada en 611,9 millones de euros. A esta cifra se debe sumar el riesgo para la administración de dejar de ingresar 40,9 millones al año por la operativa de los parques.
Desde el punto de vista ambiental, se pueden dejar de sustituir 520.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep) y dejar de evitar la emisión de un millón de toneladas equivalentes de CO2.
También advirtió de que la suspensión de primas también puede afectar al proyecto experimental de eólica marina Zèfir, que se debe desarrollar frente a la costa de Tarragona, ya que dejará de contar con ingresos previstos hasta ahora para compensar parte de la inversión.
El vicepresidente de EolicCat, Víctor Cusí, añadió que la nueva norma «corta las raíces del sector, y eso hace más difícil salir al exterior» y exportar, lo que calificó de error estratégico, ya que España es referente eólico mundial actualmente.


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