ENI intenta bloquear a Gas Natural Fenosa para suspender los contratos españoles de gas debido a la crisis que atraviesa Egipto
Unión Fenosa Gas es la sociedad conjunta entre ENI y Gas Natural Fenosa que opera la planta egipcia de gas de Damietta y canaliza, por tanto, parte de las exportaciones desde ese país. Fuentes de Gas Natural Fenosa no quisieron hacer comentarios acerca de la resolución judicial.
A efectos prácticos, esta decisión podría permitir a los cuatro consejeros de la compañía italiana, sin oposición de los cinco de la española, denunciar los acuerdos de suministro de gas entre Unión Fenosa Gas y varias filiales de la empresa española con el argumento de que en Egipto, dada la inestabilidad política, se produjo una situación de «fuerza mayor».
El juzgado apreció un «contexto comercial» en el que a Gas Natural Fenosa podría no interesarle denunciar los acuerdos con los clientes, ya que el daño a estos clientes podría ser superior al daño que sufriría Unión Fenosa Gas en caso de mantener la situación actual.
No obstante, el juzgado obliga a ENI a presentar una caución de 10 millones de euros, así como una garantía por importe de 150 millones de euros a la vista de que la estrategia italiana de que Unión Fenosa Gas denuncie los acuerdos con clientes podría volverse en contra de esta última empresa, que tiene en marcha un proceso de arbitraje en Egipto en el que se denunció a la empresa Egyptian General Petroleum por no suministrar gas a Damietta, y que ahora podría perderse por culpa de la actitud de ENI, ya que denunciar los acuerdos de Unión Fenosa Gas con clientes recurriendo al argumento de situación de «fuerza mayor» equivale a dar la razón a la empresa egipcia denunciada, que también evocó un asunto de «fuerza mayor» para suspender el suministro a Damietta.
El juzgado aclaró que las cautelares, de activarse finalmente, sólo afectarán a las decisiones que se tomen en el futuro, y no a las ya adoptadas, ya que en este caso suspender las decisiones anteriores sería una resolución de «elevada agresividad».
ENI, recordó, no pretendía anular decisiones pasadas, sino que buscaba simplemente la «inhibición de una conducta», estrategia que el juzgado calificó de «adecuada».
Sin embargo, el éxito de ENI es relativo. Por un lado, la abstención de los cinco consejeros de Gas Natural, frente al voto de los cuatro de la italiana, no permitirá adoptar acuerdos sobre la materia, ya que «las abstenciones computan a efectos de obtener la mayoría absoluta». ENI debería por tanto pactar o ir a un juicio o arbitraje si quiere denunciar los contratos.
Además, el auto dio la razón a ENI en lo referido al derecho de voto, pero desestimó otra de las principales pretensiones, que era la de impedir de forma cautelar a los consejeros de Gas Natural Fenosa deliberar y asistir a las reuniones en las que se traten cuestiones relacionadas con las filiales.
Fuentes del sector indicaron que el conflicto entre ENI y Gas Natural Fenosa tiene como base las discrepancias de gobierno corporativo entre socios originadas por la situación en Egipto, donde disponen de la planta de exportación de Damietta, parada en la actualidad por culpa de las tensiones en el país.
Los acuerdos sobre los que los consejeros de Gas Natural Fenosa no podrán votar, y que son los que ENI podría querer denunciar, son los que tiene suscritos Unión Fenosa Gas con las filiales Gas Natural Comercializadora, Nueva Generadora del Sur y Unión Fenosa Gas Comercializadora, así como a la propia Gas Natural Fenosa.



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