Energías renovables en el hogar
Las energías renovables aplicables a las viviendas pueden aportar numerosas ventajas de ahorro a medio plazo y también pueden contribuir a frenar el avance del cambio climático al evitar emisiones de CO2 a la atmósfera. Entre estas energías, encontramos las siguientes:
Energía solar fotovoltaica: La utilización de placas con células fotovoltaicas de silicio convierten la luz en electricidad. Es una opción muy interesante para viviendas aisladas y proporciona suficiente energía para alimentar la iluminación y los electrodomésticos.
La instalación es cara, pero se puede compensar vendiendo energía a la red eléctrica.
Energía solar térmica: Este tipo de energía aprovecha la energía del sol para producir calor. Dos metros cuadrados de placas solares y un depósito de 200 litros pueden cubrir hasta el 90% de las necesidades anuales de agua caliente para una vivienda unifamiliar formada por entre 3 y 4 personas.
Lo más rentable es instalarlas durante la edificación y su duración puede prolongarse durante más de 20 años con un mantenimiento mínimo
La solar térmica también es un complemento para la calefacción en sistemas que utilicen agua a menos de 60º C, como es el caso de la calefacción por suelo radiante.
Calderas de biomasa: Estas calderas utilizan como combustible cilindros de madera, astillas, cáscara de almendra, huesos de aceituna, pepitas de uva, entre otras cosas. Funcionan como las estufas, por lo que es necesario abrir una salida de humos, y permiten calentar agua y acoplar radiadores.
Molinos eólicos: Se trata de aerogeneradores de muy baja potencia que permiten bombear agua para el riego o producir electricidad aprovechando la fuerza del viento.


Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir