Enel ganó 4.390 millones de euros en 2010, un 21% menos, por falta de extraordinarios

De este modo lo indicó la compañía -que controla un 92% de Endesa-, que presentó en Londres los resultados del pasado ejercicio y su plan estratégico hasta 2015.

Sin tener en cuenta estos extraordiarios, es decir, atendiendo a los resultados ordinarios, el beneficio fue de 4.405 millones (+5%).

En cuanto al resultado bruto de explotación (Ebitda), alcanzó los 17.480 millones de euros, es decir, creció un 6,8%, mientras que el resultado neto de explotación (Ebit) se situó en 11.258 millones de euros (+2%).

Los ingresos de la compañía aumentaron un 14% el año pasado, hasta alcanzar los 73.377 millones de euros y la deuda financiera neta de la eléctrica ascendía, al cierre de 2010, a 44.924 millones de euros, de modo que se redujo un 11,7% en comparación con el ejercicio anterior.

Enel propuso además el reparto de un dividendo de 0,28 euros por título con cargo a 2010 (de esta cantidad. 0,10 euros ya fueron pagados en noviembre de 2010).

El consejero delegado de Enel, Fulvio Conti, se declaró satisfecho con unos resultados que «han superado las expectativas de mercado». Desde su punto de vista, «el grupo está posicionado estratégicamente y su fortaleza financiera le permite mirar hacia el futuro con confianza».

La empresa se esforzará asimismo para desarrollar su plan de negocio asegurándose crecimiento y retornos para los accionistas en los próximos cinco años.

Previsiones de aumentar su beneficio ordinario un 31% hasta 2015

Asimismo, la energética italiana presentó su plan estratégico para el periodo 2011-2015, en el que cuenta con aumentar su beneficio neto ordinario (es decir, al margen de operaciones extraordinarias) desde los 4.405 millones de euros de 2011 hasta los 5.800 millones en 2015, es decir, un 31,6%. La compañía calcula que para el año 2013, el beneficio ordinario neto estará en los 4.900 millones de euros.

El plan pasa también por elevar su resultado bruto de explotación (Ebitda) desde los 17.480 millones de 2011 hasta los 20.000 millones en 2015 (+14,4%).

De hecho, el grupo cuenta con que, tanto su Ebitda como su «cash flow» aumentarán a lo largo de este plazo temporal, gracias al avance en sus planes de desarrollo, integración y programas de eficiencia. La compañía confirmó también su política de dividendos, con un «pay out» del 60%.

En los próximos cinco años, Enel pretende mantener una posición de liderazgo en sus mercados clave, entre los que se cuenta el español. En concreto, la empresa cuenta con hacerse con un mix «balanceado» (contando con plantas hidroeléctricas de bombeo, completando sus proyectos de eficiencia y expansión de capacidad y teniendo en cuenta además la entrada en funcionamiento del gasoducto Medgaz).

Tanto en la Península Ibérica como en Italia, Enel planea continuar haciendo inversiones «de alto valor añadido», como las relacionadas con los contadores digitales y las redes inteligentes («smart grids»), así como potenciar las ofertas conjuntas de gas y electricidad.

En Latinoamérica, la empresa augura inversiones de 4.800 millones de euros hasta 2015, centradas en el crecimiento orgánico (generación y distribución). En Rusia, la inversión se situará en unos 1.000 millones de euros a lo largo de estos cinco años que contempla el plan; en Eslovaquia será de cerca de 2.700 millones y en Rumanía de unos 800 millones.

En cuanto a su política de renovables, a través de su filial Enel Green Power el grupo planea invertir un total de 6.400 millones de euros. De esta cantidad, 2.400 millones se invertirán en Italia, España y Portugal, y el resto en otros países.

En total, Enel hará frente a inversiones de aproximadamente 31.000 millones de euros entre 2011 y 2015 (30.870 millones, en concreto). Esto supone un aumento de 1.166 millones frente al plan estratégico precedente (2010-2014), que ponía sobre la mesa 29.704 millones de capex. De la citada cantidad, 16.050 millones se vinculan a operaciones de crecimiento y el resto al desarrollo y mantenimiento de los negocios de la compañía.

A lo largo de estos cinco años continuará la integración con Endesa, de la que el grupo espera sinergias de 886 millones de euros que, sumados a los cerca de 108 millones del programa de reducción de costes «Zenith» de Endesa, sumarán unas sinergias totales de 994 millones.

Enel mantiene sus planes nucleares

Conti, afirmó que la compañía mantiene sus planes nucleares, tras el terremoto y el tsunami de Japón y su impacto en la central japonesa de Fukushima. «No vemos mayores impactos en nuestras plantas y programas» y dejó claro que no duda de la capacidad de Japón para superar esta tragedia que, según sus previsiones, influirá en la demanda global de «commodities». «Se prevé un aumento de la demanda a medio término», señaló.

Aproximadamente 900 millones de euros del Ebitda del grupo (que en 2010 ascendió a 17.480 millones) proceden de la nuclear, focalizada en Eslovaquia y España (donde Endesa es titular de los reactores de Garoña, Almaraz I y II, Ascó I y II y Vandellós II, además de Trillo -a través de Nuclenor-).

Además, tiene previsto invertir 2.700 millones en el desarrollo de proyectos de este tipo en Eslovaquia y hasta 400 millones en Italia en un primero momento si se aprueba el plan nuclear en el referéndum convocado para junio, sobre lo cual, Conti expresó su confianza en que el pueblo italiano apruebe la construcción de nucleares.

Asimismo, dijo que en 2010, la capacidad nuclear de Endesa en España ascendió a 3.514 megavatios y la producción a 27.619 gigavatios por hora.

Para Conti, además, es difícil llegar a ninguna conclusión en este momento y abogó, en este sentido, por no anticipar conclusiones y recordó que durante muchos años no se había registrado ningún accidente de este calibre en ningún reactor nuclear.

Llamó la atención sobre el hecho de que Japón cuenta con 52 nucleares: «51 funcionaron bien, y desafortunadamente uno no resistió el tsunami», dijo. También subrayó que Japón es uno de los países más sísmicos del mundo, algo que también sabe la industria nuclear, la cual «ha demostrado que las centrales que tiene son capaces de resistir», añadió.

Desde su punto de vista, «si todo sale bien (en alusión al bienestar de los ciudadanos) se podrá demostrar que la tecnología nuclear puede hacerse de un modo tan fuerte que es capaz de resistir un terremoto del nivel nueve en la escala de Richter», dijo.

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