Enel descarta realizar modificaciones en su participación en Endesa y en su filial renovable Enel Green Power

Durante una conferencia con analistas para presentar su plan estratégico, Starace subrayó que actualmente no se trabaja en operaciones corporativas para aumentar o reducir su participación en la filial española, que actualmente es del 70%. Según consideró, la actual estructura del grupo es la única vía para «prosperar» ya que de otra forma estas compañías, en referencia a sus filiales, no tendrían acceso a la «posición mundial» que ofrece Enel.

Starace destacó la nueva estructura de Enel, «menos compleja», donde se incluye la separación de la división latinoamericana Enersis de Endesa porque hay «grandes diferencias» en sus respectivas zonas geográficas. De esta manera, explicó, «se simplificó el proceso de toma de decisiones en Enersis», que seguirá siendo «el vehículo de crecimiento de Enel en Latinoamérica», un proceso de mejora organizativa que «no ha terminado«. En ese sentido, avanzó que la futura organización de Enersis consistirá en una división por países.

Enel presentó su plan estratégico 2015-2019, un periodo en el que prevé invertir 34.000 millones de euros y elevar su beneficio neto hasta los 3.000 millones de euros este año y 3.400 millones en 2017. En concreto, Francesco Starace abogó por invertir en «pequeños proyectos» diversificados y más flexibles, que además facilitarán una mayor nivel de autofinanciación, y centrados en un «90%» en negocios de riesgo bajo como generación renovable y convencional, así como redes. La nueva inversión se dedicará a atender las necesidades de infraestructuras en los países emergentes, así como a realizar «mejoras cualitativas» en los mercados consolidados.

Enel, que el pasado otoño asumió el control del negocio en Latinoamérica que hasta entonces gestionaba Endesa, señaló que alrededor del 60% de la inversión la destinará a mercados emergentes. La eléctrica italiana destinará a los negocios de redes 5.400 millones de euros de inversión que se concentrarán en crecimiento orgánico, sin compras a terceros, en los países emergentes en los que tiene presencia, así como a infraestructuras de última generación tales como redes inteligentes o los nuevos contadores digitales.

En cuanto a renovables, actividad que realiza a través de su filial Enel Green Power, se marcó como objetivo alcanzar los 7.100 megavatios (MW) de capacidad instalada, un 50% más que las previsiones del plan anterior, principalmente en las regiones de Latinoamérica, América del Norte y África. Aproximadamente la mitad de la inversión prevista en este negocio renovable se hará en Chile, México y Brasil.

En comercialización minorista, Enel prevé un incremento del 18% de su base de clientes en Italia, España y Portugal, que pasarán de 22 millones al cierre de 2014 a 26 millones en 2019. Con respecto a la posible abolición de las tarifas reguladas en Italia, Starace apuntó que «no cambiaría gran cosa», ya que se trataría de pasar los clientes de la parte regulada a la no regulada de la empresa, aunque pidió que se tenga en cuenta la normativa europea antes de tomar decisiones.

Enel prevé realizar rotaciones de activos por 5.000 millones de euros en los próximos años, de los que 2.000 millones están ejecución y otros 2.000 millones ya están identificados. En principio, no ha definido «restricciones respecto a lo que podemos o no podemos vender», siempre que no afecte a la lógica del plan estratégico, y consideró esta estrategia una «herramienta que aporta valor» al grupo. La compañía también avanzó su intención de reducir capacidad de generación en Italia por cuestiones de eficiencia ya que «tener plantas cerradas no nos parece un buen negocio», una tendencia que podría extenderse a «otros países» que Starace no precisó.

Asimismo, Enel presentó una nueva política de dividendo, que sitúa el pay out en el 50%, porcentaje del beneficio que se distribuye entre los accionistas, y lo aumentará en cinco puntos porcentuales cada año, hasta situarlo en el 65% en 2019. En cualquier caso, la compañía eléctrica italiana estableció que como mínimo se abonará a los accionistas 0,16 euros por título en 2015 y 0,18 euros en 2016, con importantes crecimientos desde los 0,14 euros de 2014, con el objetivo de «tranquilizar a los accionistas».

Cae un 84% su beneficio

El grupo energético italiano Enel redujo su beneficio neto hasta los 517 millones de euros en 2014, lo que supone una bajada del 84% respecto al año anterior, debido a la depreciación de activos y al incremento de los gastos financieros netos. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) fue de 15.757 millones de euros, lo que supone una reducción del 5,6%, respecto a los 16.691 millones de 2013, y el beneficio neto de explotación (Ebit) fue de 3.087 millones de euros, un 68,3% menos respecto al año anterior cuando fue de 9.740 millones de euros.

Los ingresos de Enel fueron de 75.791 millones de euros, lo que supone una bajada del 3,7% respecto a los 78.663 millones de 2013, mientras que el endeudamiento se situó en 37.383 millones de euros, un 3,7% menos que los 39.706 millones registrados el 31 diciembre de 2013. Las inversiones efectuadas durante el año pasado ascendieron a 6.701 millones de euros, lo que supone un aumento de 781 millones en comparación con el ejercicio precedente.

El consejero delegado de Enel, Francesco Starace, comentó que «se consiguieron alcanzar los objetivos financieros en 2014 a pesar de que el impacto sobre los beneficios producido por el difícil contexto macroeconómico del año anterior«. Starace comentó que la rebaja del beneficio se debió a «una revisión contable de los activos que se ha visto traducida en varias depreciaciones sobre todo en Italia y Eslovaquia». Enel está participada en un 31% por el Estado italiano.

Invertirá 5.700 millones en Latinoamérica

Enel prevé invertir alrededor de 5.700 millones de euros en Latinoamérica entre este año y 2017, de acuerdo a los datos ofrecidos en su primer plan estratégico tras la adquisición de los activos de esta región a su filial Endesa. En concreto, las inversiones ascenderán a unos 2.100 millones este año, alrededor de 1.800 millones en 2016 y unos 1.700 millones en 2017, según el plan estratégico 2015-2019 que presentó.

De acuerdo a este documento, Enel espera que su división latinoamericana logre un resultado bruto de explotación (ebitda) de 3.700 millones de euros este año, 4.200 millones en 2016 y 4.300 millones en 2017. Estas inversiones se dedicarán principalmente a nuevas infraestructuras, tanto redes como centrales de generación convencional y renovable, aunque también a la mejora de la calidad del suministro eléctrico, ya que se espera reducir en un 40% el tiempo de interrupción medio.

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