Enel apuesta por el carbón limpio
La empresa eléctrica italiana Enel inauguró el primero de los tres módulos de la nueva planta de carbón limpio de Civitavecchia, en la provincia de Roma, la primera del país y la «más avanzada del mundo», según aseguró el consejero delegado del grupo, Fulvio Conti.
La central, que funcionará a pleno rendimiento en 2009, producirá casi 2.000 megawatios, en torno al 4% del total de energía que se consume en Italia en un año, y permitirá reducir hasta un 18% las emisiones de dióxido de carbono de la antigua planta de petróleo.
Conti se refirió a la central como «ejemplo de la técnica y la ingeniería italianas» y aseguró que numerosos empresarios y funcionarios extranjeros la han visitado para conocer las innovaciones desarrolladas por Enel. El directivo recordó que el grupo tiene prevista la apertura de una planta similar en el delta del río Po, en el norte de Italia, que contribuirá, junto a otras inversiones a «garantizar la seguridad y la independencia energética» del país.
La planta, situada junto al puerto de Civitavecchia, se abastecerá de carbón proveniente de más de cien países, y cuenta con un nuevo proceso de transformación que permite reducir aproximadamente en un 80% las emisiones de dióxido sulfúrico, óxido de nitrógeno y polvo.
Conti comentó también la polémica sobre la construcción de la planta, que rechazaban varios grupos ecologistas y parte de los vecinos de Civitavecchia, que se concentraron en los alrededores de la central, si bien no eran visibles desde la entrada para la prensa y las autoridades.
El consejero delegado de Enel señaló que habían buscado en todo momento «el encuentro con la población y las instituciones locales y con los grupos contrarios», y aseguró que el área de Civitavecchia estará en la «vanguardia de la tutela del medio ambiente y la salud».
El ministro de Desarrollo Económico de Italia, Claudio Scajola, único representante del Gobierno después de la ausencia de última hora del primer ministro, Silvio Berlusconi, afirmó que la planta respalda la estrategia energética del Ejecutivo, basada en reducir la dependencia del gas y del petróleo.
El objetivo del Gobierno es que el 50% de la energía provenga de combustibles fósiles (fundamentalmente carbón, petróleo y gas), el 25% de fuentes renovables y el 25% restante de la construcción de centrales nucleares, de las que actualmente no hay ninguna en Italia.




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