Endesa apunta a la «hibernación» como la posible solución al cierre de sus centrales de ciclo combinado

La compañía justifica la petición a Industria en que El director de comunicación de Endesa en Andalucía, Jesús García Toledo, apeló a la concienciación del Gobierno con el fin de que articule alguna retribución para que estas centrales térmicas sean rentables y «no supongan un gasto para la empresa».

Junto a esto, explicó que la decisión que ha llevado a la empresa a pedir dicha autorización ha sido «la disminución en la producción de ciclo combinado en los últimos años, el descenso de la demanda, la penetración de las energías renovables y la competencia con el carbón en las térmicas», lo que supone una situación «complicada» para Endesa, porque debido a la regulación aprobada por el ministro de Industria, José Manuel Soria, este tipo de plantas están «prácticamente inactivas», por lo que «no son rentables», aunque «son importantes para el sistema».

Según precisó, todo ello ha supuesto «una reducción en el número de horas que funcionan estas instalaciones que implica que su producción sea mínima», y recordó que en el 2013 la producción de ciclos combinados en el sistema peninsular español cayó «en torno a un 30%».

García Toledo indicó que cuando desde el Ministerio se conceda la autorización será cuando desde la compañía «se valore si procede o no al cierre definitivo de estas instalaciones», puesto que se trata de una petición con «matices».

Recalcó «que la situación y las necesidades de hace diez años, cuando se construyeron muchas de esas centrales no son las mismas que en la actualidad» y recordó que Iberdrola también solicitó el cierre de la central de Arcos de la Frontera (Cádiz).

Consideró que de lo que se trata es de «concienciar al regulador de qué centrales son necesarias porque apoyan a las renovables y dan una garantía de suministro al sistema, esa es su función», aunque «no pueden funcionar como lo hacían antes».

De ahí que se apueste por que el Gobierno saque adelante el «decreto de hibernación» que permitiría a las compañías mantener estas centrales y «usarlas cuando haya una necesidad real, una punta de consumo, para que aporten al sistema esos megavatios que se puedan necesitar en un momento».

La autorización del cierre para ambas centrales se solicitó de forma coordinada en un folleto oficial que se remitieron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la semana pasada, con motivo de la Oferta Pública de Venta (OPV) en la que se encuentra inmersa Endesa para que su matriz, la italiana Enel, reduzca la deuda por 3.100 millones de euros.

Se trata de un trámite obligado por Ley, ya que cualquier modificación en relación a una central térmica, como cierre, cambio de potencia o apertura, tiene que ser comunicada al Gobierno para que se le autorice.

En el caso de la central de Foix, se trata de instalaciones de fuel-gas, que general 520 megavatios (MW), mientras que la de Huelva es de ciclo combinado y produce 398 MW.

Industria recibió ya la notificación de la petición de cierre y ahora deberá decidir sobre la petición.

Actualmente, Endesa tiene cinco plantas de ciclos combinados, situadas en Huelva, San Roque (Cádiz), Barcelona (2) y As Pontes (A Coruña), con una suma de 3.467 MW de potencia instalada entre todas ellas.

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