El Senado rechaza fijar el cierre gradual de las centrales nucleares al cumplir cuarenta años de vida
Así, el senador del PSOE, Jesús Alique, defendió la apuesta de su grupo «clara» por las renovables que ayudan a reducir la dependencia energética del exterior que, en la actualidad –si se suman las importaciones de uranio– «se acerca» al 90%. En este sentido, defendió que la energía nuclear «no es barata, ni segura, ni limpia y, a pesar de las décadas de experiencia, todavía tiene problemas» y que, la inversión privada, sin respaldo público es «obviamente poco atractiva».
Además, defendió la moción de su grupo en la que se insistió en que España «está en condiciones» de cerrar todas las centrales nucleares al final de la vida útil, empezando por Santa María de Garoña (Burgos) en 2013 y acabando con Trillo (Guadalajara) en 2028. En sustitución de esta, propuso que los huecos de generación liberados por las sucesivas paradas de reactores se cubran con ciclos combinados o con renovables y que el cierre del parque atómico sea financiado por las empresas que gestionan energías maduras, como la hidráulica o la nuclear.
«Apostamos por un sistema eléctrico en el que cada vez tenga menos peso la nuclear, la dependencia de los hidrocarburos», aclaró.
Tres enmiendas de la Entesa, CiU y el Grupo Mixto
La moción socialista incorporaba tres enmiendas, de la Entesa, de CiU y del grupo mixto. Así, el senador de Entesa del Progrés de Cataluña, Joan Saura, propuso que en 2020 el 50% de renovables cubra las necesidades energéticas de España, porque sí se puede cerrar las centrales nucleares, ya que España exporta energía eléctrica desde hace seis años. «Esta propuesta no es ni marginal, ni está fuera de tiempo», afirmó, al tiempo que defendió que la nuclear no es «ni segura, ni barata». «Podemos y queremos eliminar la energía nuclear (…) porque España tiene «el doble de la potencia instalada que utiliza» y exporta energía a países como Francia, Marruecos o Andorra.
Asimismo, mostró su convencimiento de que la «contrarreforma energética del PP va a fracasar» porque el futuro no son las nucleares.
Mientras, el senador de Amaiur (del Grupo Mixto) Alberto Unamunzaga dijo que hay que ser «parte activa» del cierre de las nucleares y que «no vale» utilizar los problemas económicos para invertir en un nuevo sistema de energía que supondrá cambios estructurales en la sociedad, por lo que apoyó la moción del PSOE.
Por su parte, el senador de Foro Asturias (Grupo Mixto) Isidro Martínez Oblanca apoyó el cierre de las centrales pero «acompañado» de alternativas que no desprecien sino que defiendan e impulsen el uso del «único» combustible fósil autóctono, como es el carbón nacional y su relevancia en el mix de generación energética que, a corto plazo, será «una energía limpia» y criticó que el PSOE quiere llevar hacia el gas, despreciando al carbón nacional.
Mientras, la senadora del grupo Vasco (PNV) Miren Lanaizbarrutia, reclamó una nueva política energética global «sin poner parches» y rechazó la tecnología nuclear porque «crea dependencia tecnológica» de Francia y Estados Unidos, por lo que este grupo ha apoyado la moción. A su juicio, «lo razonable» es el cierre «inmediato» de Garoña porque «es prescindible», en lugar de plantear ampliar su operación hasta 2019, y abogó por una sociedad de futuro sin nuclear, por insegura.
Por su parte, el senador de CiU Ramón Arturo, cuyo grupo votó en contra, insistió en que cualquier conflicto con la energía influye «negativamente» y reclamó como «uno de los grandes retos» de esta legislatura «resolver de una vez por todas el mix energético» porque es una «cuestión estratégica» del país. A ese respecto, instó a adoptar una estrategia energética realista.
El PP emplaza a los partidos a alcanzar un pacto de Estado sobre energía
En el turno en contra, el senador del PP José Ignacio Palacios, calificó la moción del PSOE de «innecesaria» y sus argumentos carentes de fundamento y acusó, al igual que el resto de grupos, a los socialistas de ser «una veleta» a este respecto porque dio un giro de 180 grados del Gobierno a la oposición. El popular reprochó al PSOE que ahora defiendan un calendario de cierre gradual de las nucleares conforme vayan cumpliendo 40 años y que no lo hayan aprobado durante los años que gobernaron, al tiempo que les acusó de «decir una cosa cuando están en el Gobierno y otra cuando esta en la oposición».
Al mismo tiempo, defendió que mientras el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) considere que una planta es segura y está en condiciones de seguir operando y que la empresa titular piense que la inversión es rentable «pueden ampliar la vida útil o de diseño». Asimismo, si el CSN decide que una central no siga operando, «se cerraría de manera inmediata».
Por ello, abogó por alcanzar un mix energético equilibrado en el que se tengan en cuenta «todas las fuentes de energía» y que sea un suministro «seguro, respetuoso con los objetivos medioambientales y competitivo».
En todo caso, afirmó que «ni por parte del Gobierno ni de las empresas eléctricas», se plantea en este momento la construcción de nuevas centrales y emplazó a todos los grupos de la Cámara y, en especial al PSOE, a que «entre todos» se pueda alcanzar un pacto de Estado en materia energética porque es «un tema prioritario que es preocupación de los ciudadanos».


Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir