El sector eólico confía en retormar el «dialogo constructivo» y advierte al Gobierno de que la retroactividad es «una mala práctica regulatoria»

Sicre expresó su profunda decepción ante la ausencia de un representante del Ministerio de Industria, Energía y Turismo durante la celebración de la Convención Eólica 2012, «a pesar de las intensas gestiones que hemos realizados desde la AEE», organizadora del evento y que este año celebra su décimo aniversario.

«Nos sentimos decepcionados de que nadie del ejecutivo nos acompañe hoy, pero más aún de que no hayan aceptado nuestra mano, ni nuestra colaboración para diseñar la hoja de ruta que diseñe el futuro de la eólica«, afirmó la presidenta de la asociación eólica.

A pesar de esto, Sicre reiteró su confianza en que «se retomará la senda del dialogo constructivo» y afirmó que «el Gobierno nos lanzará la mano», puesto que su objetivo es apostar por un cambio de modelo productivo hacia sectores y modernos y de alto valor añadido, «que es donde está la eólica», dispuesta a contribuir a sacar a España de la crisis económica que vive el país. «De lo contrario, se tirará por la borda el esfuerzo de los últimos 20 años, que ha llevado a España a ser líder mundial en el sector» y que es clave para la independencia energética futura del país.

«Hace un año, el secretario de Estado de Energía, Fabrizio Hernández, nos prometió la aprobación, para antes del verano, de un marco regulatorio, pactado con el sector, que garantizaría la rentabilidad razonable de los proyectos», expuso la presidenta de la AEE. Sin embargo, en septiembre de 2011, Industria envió a la CNE un proyecto de real decreto «totalmente inaceptable, tanto en términos de modelo como económicos, y sin pactar con el sector».

Respecto a este asunto, Sicre dijo que, aunque finalmente se paralizó la publicación del real decreto, «la victoria fue amarga», puesto que el sector volvió al punto de partida, «sumido en la más absoluta incertidumbre y sin una norma que nos dé garantía de futuro y nos aporte visibilidad, corriendo el riesgo de desaparecer».

Asimismo, la presidenta de la AEE hizo referencia al real decreto 1/2012 que «establece una parálisis del sector, una nueva moratoria» y que «asestó un duro golpe a la energía eólica y nos dejó un futuro incierto».

En este sentido, Sicre reconoció que de los 1.900 MW inscritos en el pre-registro de asignación en el momento de la aprobación de esta norma, «unos 1.000 MW tienen problemas para ser ejecutados» y añadió que tampoco se dió solución a los 600 MW canarios que no se habían inscrito en el registro.

«Sabemos que la eólica no era la energía que estaba en el punto de mira, pero los efectos estas siendo desastrosos», añadió la presidenta de la AEE, y «cambiar las reglas a la mitad del partido es un hecho grave que tiene un impacto en la imagen, no solo del sector, sino en la de España».

Ante este panorama, Rocío Sicre reconoció que el sector no ha tardado en ver las consecuencias y puso como ejemplo que «durante 2012 los fabricantes de aerogeneradores instalados en España no han tenido ni un solo pedido en fabrica para el mercado domestico».

Por este motivo, los eólicos reclaman, «con insistencia», al nuevo Gobierno abrir una mesa de dialogo para encontrar una salida al sector que desemboque en un marco regulatorio «estable y predecible» que garantice la supervivencia de la industria, asegure la seguridad jurídica a las inversiones realizadas y atraiga otras futuras. Sin embargo, la presidenta de la asociación eólica, que reconoció que si han sido recibidos por Industria, afirmó que la respuesta al respecto fue «tajante» y les manifestaron que su primera preocupación es «resolver el problema del déficit de tarifa. El resto vendrá luego».

«¿Que va a pasar con los 10.000 MW adjudicados a través de los distintos concursos autonómicos?, ¿Se va a mantener el objetivo de los 35.000 MW que marca el PER?, ¿Hasta cuando vamos a tener el sector paralizado como consecuencia de este real decreto?, ¿Se va a preservar la seguridad jurídica de las inversiones ya realizadas?» se preguntó Sicre ante esta situación, para acabar lanzando al aire la siguiente cuestión «¿Va a seguir España apostando por la energía eólica?».

Por todo ello, la presidenta de la AEE urgió al Gobierno a que les reciban en persona para poder explicar «cuanto antes» que «existe un modo de garantizar la supervivencia del sector mediante un trabajo de colaboración con el Gobierno y con un mínimo impacto para el país», al tiempo que afirmó que «con un pequeño esfuerzo por parte de todos se puede mantener la apuesta por la eólica y podemos garantizar el futuro del sector en España».

«El viento no se para con un real decreto, por lo que nuestra esperanza está puesta en el viento», dijo rotunda.

Para Sicre, el sector necesita «un impulso», que se traduzca en un marco regulatorio propio y específico para la eólica «que aporte estabilidad y que atraiga la inversión necesaria para poder cumplir los objetivos marcados», tanto en España como en Europa.

La AEE quiso dejar claro que «el sector no es ajeno a la problemática del déficit de tarifa», por lo que está dispuesto a hacer sacrificios, «como los ha venido haciendo», pero aseguró que a pesar de esta situación «acuciante» el sector no está dispuesto a aceptar medidas retroactivas «que podrían poner en jaque la supervivencia del sector y la permanencia de la industria en España».

«Es necesario tomar medidas ante el astronómico déficit de tarifa y la caída de la demanda, pero existen líneas rojas que no podemos cruzar» y entre ellas se encuentra la retroactividad, que es «una mala práctica regulatoria y así lo entienden los inversores de todo el mundo», dijo Sicre.

Por último, la presidenta de la asociación eólica también quiso recordar que, a nivel internacional, «España es el cuarto país del mundo y el segundo de Europa en cuanto a potencia instalada y es el segundo, tras Dinamarca, en aportación eólica a la cobertura de la demanda».

Según los datos aportados por la AEE, el sector «ha entrado en una etapa de madurez y consolidación», con más de 200 empresas creadas «que generan valor a lo largo y a lo ancho de toda la cadena de suministro», 30.000 personas trabajando, cerca de 1.000 parques eólicos situados en 44 provincias y con un Know how altamente demandado fuera de nuestro país. Además, el sector eólico «evita la importación de combustibles fósiles por cerca de 2.000 millones de euros anuales y aporta un 0,3% al PIB nacional».

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *