El sector energético se erige como un vector puntal para el desarrollo económico español

Ésta fue una de las conclusiones a la que llegaron algunos de los principales representantes del sector energético español (Red Eléctrica, Sedigas, Endesa y Cepsa) durante una conferencia sobre política energética.

Según aseguró el presidente de Red Eléctrica, Luis Atienza, durante su comparecencia, la electricidad está llamada a ser uno de los motores de la sociedad futura dada su flexibilidad, sus ventajas desde el punto de vista de la seguridad y su contribución a las energías libres en emisiones contaminantes.

Para ello, agregó, es fundamental dar estabilidad a los objetivos inversores y lograr un sistema energético robusto, al tiempo que se refuerzan las interconexiones eléctricas -necesarias para atender los objetivos en materia de renovables- y se promueven políticas de ahorro y eficiencia energética.

Por su parte, el presidente de Sedigas, Antonio Peris, incidió en la necesidad de contar con un «mix» energético que de cabida a todas las tecnologías, pero que diferencie a aquellas que son maduras de las que están en fase de desarrollo.

Un aspecto en el que coincidió también el presidente de la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados, Antonio Cuevas, quien recalcó además el potencial de la fotovoltaica y de la termosolar, a pesar del los recortes propuestos por el Gobierno.

Además, el presidente de Sedigas subrayó que España precisa de un marco económico estable a largo plazo que ayude a mantener el flujo inversor y que contribuya a alcanzar una energía competitiva, de calidad y segura, un objetivo en el que los ciclos combinados, aquellos que emplean gas natural en su proceso de generación, tienen un papel esencial.

El director general de Endesa, José Bogas, recalcó el papel que tiene el sector para la recuperación de la economía española a pesar de los desequilibrios que amenazan el mercado energético y entre los que citó la alta dependencia, las escasas interconexiones o el déficit de tarifa, el desajuste que se produce cuando los ingresos vía tarifa no son suficientes para cubrir los costes del sistema.

En este sentido, Bogas indicó que este desequilibrio, que alcanza ya los 20.000 millones de euros, amenaza el futuro de las eléctricas, debilita la confianza sobre la economía española y los mercados y distorsiona el precio de la electricidad. Asimismo, apostó por la energía nuclear a medio y largo plazo y consideró fundamental que se prorrogue la vida útil de las plantas españolas.

El consejero delegado de Cepsa, Dominique de Riberolles, indicó que la presencia del petróleo en el «mix» energético es esencial y reconoció que los objetivos medioambientales de la Unión Europea son muy exigentes, y por tanto el sector tendrá que asumir un esfuerzo importante para adaptarse a las nuevas directivas.

En este sentido, agregó que el ahorro energético debe ser una de las principales preocupaciones no sólo del sector petrolero, sino del energético en general y añadió que los consumidores deben ser conscientes de que no se debe «despilfarrar».

Por lo que respecta a las previsiones de demanda, De Riberolles destacó que, según la Agencia Internacional de la Energía, en 2030 el transporte seguirá representando en torno al 25 % del consumo final de energía. Añadió que el petróleo supondrá el 36,5 % en la satisfacción de esta demanda y seguirá cubriendo cerca del 80 % de la necesidad de energía final para el transporte.

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