El sector de las renovables tiene margen para reducir costes en un 60%, según el CIEMAT

En el marco de un seminario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, el director de la División de Energías Renovables del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), Manuel Romero, dijo que el conjunto de las energías renovables tiene un potencial de reducción de costes del 60% desde su situación actual hasta el periodo 2020-2025.

Agregó que las energías renovables «podrían llegar a cubrir el 50% de la demanda energética a lo largo de este siglo y para ello, no solo es necesario reducir costes, sino también una serie de desarrollos tecnológicos». Respecto a estos desarrollos, subrayó que «las empresas no se ven del todo seguras para embarcarse en la inversión», y apuntó que «el coste de la innovación en un producto supone entre un 80% y 90% de su precio».

Los desafíos a los que ha de hacer frente la energía eólica, según Romero, son las predicciones del viento, que actualmente se hace a 48 horas y con una precisión que no alcanza el 30%, y colocar los molinos en «lugares arriesgados», como el mar.

Por otra parte, en el campo de los biocarburantes, el desafío está «en aumentar su rendimiento, ya que por hectárea se obtienen 1.000 litros de combustible», indicó. «Cada coche necesitaría una hectárea para suministrarle combustible a lo largo de una vida. Si en Europa hay 190 millones de vehículos, necesitaríamos 190 hectáreas, por lo que irremediablemente tendríamos que obtener biomasa de fuera», explicó.

Por otro lado, el director general de Operaciones de Isofotón, Emiliano Perezagua, que también participaba en el encuentro, afirmó que una de las barreras que tiene la energía fotovoltáica es la falta de personal cualificado en este tipo de tecnología.

Perezagua subrayó que «no es fácil encontrar expertos en energía solar fotovoltaica» y agregó que «solicitamos en las universidades que formen personal cualificado en este tipo de tecnología». Otras dificultades a las que se enfrenta esta energía son las barreras administrativas y adaptar las infraestructuras energéticas a los edificios.

A pesar de estas «barreras», el representante de Isofotón se mostró optimista, ya que apuntó que, para el 2030, «la mayoría de los nuevos edificios llevaran energía fotovoltaica instalada en la fachada y tejados». Se espera también, aseguró Perezagua, que para ese mismo año esta energía dé trabajo a 200.000 personas en Europa y suministre electricidad a 50 millones de personas.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *