El PSOE no logra sacar adelante su propuesta de ley para aumentar la competencia en las gasolineras
Durante el debate parlamentario, todos los grupos adelantaron que no apoyarían la propuesta y expresaron su sorpresa por el hecho de que el PSOE la haya mantenido cuando se está tramitando a la vez un real decreto ley en que el Gobierno plantea reformar prácticamente los mismos artículos de la ley de hidrocarburos y con los mismos objetivos.
En el texto, defendido por el diputado Román Ruiz Llamas, el PSOE planteaba limitar la apertura de gasolineras a las petroleras que controlen más del 25% del mercado en una provincia -frente al tope del 30% propuesto por el Gobierno-.
Al mismo tiempo proyectaba impedir que los contratos preexistentes puedan renovarse cuando expiren, algo que no contempla el Gobierno y que el PSOE considera «una trampa».
En relación con la duración de los contratos de suministro en exclusiva entre operadores mayoristas y gestores de estaciones de servicio, que el Gobierno quiere limitar a un año, los socialistas piden que la limitación se extienda a los supuestos en que el mayorista conserva la propiedad pero la tiene arrendada a un tercero que la gestiona.
La proposición socialista también contenía medidas para mejorar la competencia en el sector de la distribución mayorista, entre ellas reducir del 25% al 10% el porcentaje máximo de participación de los accionistas de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) y a un 6% los derechos de voto.
Los socialistas presentaron estas mismas medidas en forma de enmiendas al real decreto ley de apoyo al emprendedor, pendiente de debate en el pleno del Congreso y que contiene un apartado dedicado a fomentar la competencia en el sector de los hidrocarburos.
En la defensa de la proposición, Ruiz Llamas recordó que más del 80% de las gasolineras españolas están en manos de tres operadores -Cepsa, Repsol y BP– y que los precios de los carburantes en España antes de impuestos «se encuentran entre los más elevados de las principales economías europeas».
Asimismo, la Comisión de Economía del Congreso debatirá este miércoles una proposición no de ley del PSOE en la que propone medidas para fomentar la competencia en el sector de los combustibles con el objetivo de reducir el precio de la gasolina y el gasoil.
Entre las medidas propuestas, tanto para el segmento mayorista como para el minorista, se encuentra limitar la apertura de nuevas gasolineras a los grandes operadores, habilitar un espacio en la página web del Ministerio de Industria donde informar de las estaciones de servicio más baratas o avanzar en la armonización europea del reporte de precios.
En paralelo, el PSOE también sugirió fomentar la competencia con medidas como revisar las concesiones en autopistas, reducir la duración de los contratos o facilitar la apertura de nuevas estaciones de servicios en hipermercados, que tienen un precio medio inferior a las de los operadores tradicionales.
El objetivo es «evitar la excesiva concentración que se ha observado» en algunas de las principales carreteras del país, donde la mayor parte de las estaciones de servicio pertenecen a la misma operadora, así como permitir la expansión de operadores alternativos.
También se propone «limitar las recomendaciones de precios de venta al público y los incentivos a la coordinación entre empresas» para evitar la confluencia de «intereses comerciales entre empresas, debilitar las posibilidades de alineamiento de estrategias y fomentar la competencia» entre gasolineras abanderadas por un mismo operador pero no gestionadas por él.
«Hay que intensificar todas aquellas medidas encaminadas a incrementar la transparencia en el sector con el fin de reducir los costes de búsqueda y mejorar la capacidad de los consumidores de comparar entre estaciones de servicio y, de esta forma, estimular la competencia«, añadió el PSOE, que propuso que el Ministerio de Industria publique periódicamente un ranking de las estaciones más baratas en función de los diferentes entornos locales.
Con respecto a la regulación del sector mayorista, los socialistas consideraron que es necesario «asegurar que ninguna empresa que opere en los segmentos de refino y comercialización de carburantes pueda ejercer un control o una influencia significativa sobre la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH)».
Y es que, según denunciaron, los vínculos estructurales con el monopolista de la red de transporte permite a las tres operadoras principales «influir en la gestión y acceder a información sobre las infraestructuras de importación, transporte y almacenamiento», otorgándoles ventaja con respecto a posibles nuevos operadores que quisieran entrar en el mercado.
En la misma línea, los socialistas propusieron «garantizar que la red de transporte y la actividad de almacenamiento se produzca en condiciones objetivas, transparentes y no discriminatorias» e «introducir mayor competencia en la actividad de refino», actualmente integrada fundamentalmente por las tres grandes compañías.



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