Esta iniciativa medioambiental urbana es fruto de un acuerdo firmado en abril de 2010 entre estas dos entidades en la búsqueda de vehículos de transporte público urbano más limpios y eficientes.

El propósito se ratificó en que las primeras pruebas demostraron que ahorra hasta un 30% de consumos y emisiones en relación a un autobús de GNC, que ya se considera avanzado en materia medioambiental.

El autobús híbrido se construyó sobre la base de un vehículo Iveco estándar (de 12 metros de longitud) de la flota de TMB, al que se añadieron dos motores eléctricos para la tracción, ultra-condensadores para almacenar la electricidad producida por un generador acoplado al motor térmico, un sistema para recuperar la energía de las frenadas y otros elementos.

Así, el autobús circula sólo con la energía de los motores eléctricos y utiliza el motor de gas natural como generador de electricidad cuando los ultra-condensadores se vacían.

TMB realizó previamente un exhaustivo programa de pruebas sobre el modelo, y ahora aplicará la misma transformación en otros diez buses de su flota durante los próximos meses.