El PP vasco se suma por primera vez al rechazo sobre la reapertura de la central nuclear de Garoña

Esta es la primera ocasión en la que el PP vasco se pronuncia en la Cámara autonómica en contra de la reapertura de estas instalaciones, aunque el parlamentario «popular» y alcalde de Vitoria, Javier Maroto, ya se había desmarcado en debates anteriores de la disciplina de voto de su partido, posicionándose a favor del cierre definitivo de Garoña.

La iniciativa fue aprobada por el pleno del Parlamento vasco, que debatió acerca de este asunto a propuesta del PSE-EE. Finalmente, los socialistas acordaron un texto con el PNV, que también ha sido apoyado por EH Bildu y el PP, mientras que UPyD se abstuvo.

La Cámara vasca aprobó este pronunciamiento una semana después de que Nuclenor (coparticipada al 50% por Endesa e Ibredrola) solicitara al Ministerio de Industria la renovación del permiso de explotación de la planta, una medida que depende de los informes técnicos que debe realizar el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

La petición se realizó después de que el Gobierno central modificara a principios de año la normativa sobre este tipo de instalaciones. El cambio que permite solicitar la reapertura de una central después de que su licencia haya caducado, si la paralización se había producido por razones económicas y no de seguridad.

A través de este texto acordado por el PSE-EE y el PNV, el Parlamento vasco insta al Gobierno central a «no autorizar» una nueva licencia para la reapertura de la central, que permanece cerrada desde 2012 después de más de 40 años de actividad. Esta petición, se realiza «en coherencia con los reiterados pronunciamientos» que en este sentido han realizado las instituciones vascas.

El Parlamento, según se recoge en la proposición no de ley, solicitará el amparo de la Comisión europea ante una posible reapertura de la central, con el fin de que el Ejecutivo europeo «supervise el procedimiento de concesión» de una eventual licencia para que pueda reiniciar su actividad.

También se espera que, de esta forma, «se asegure el cumplimiento de las exigencias de seguridad» impuestas en los últimos años tras la catástrofe nuclear de la central nuclear de Fukushima (Japón).

El parlamentario del PSE, Txarli Prieto, que había presentado la propuesta original en torno a este asunto, reprochó al Gobierno central que haya optado por «desdecirse» al cambiar la normativa sobre este asunto, de forma que con su actitud abre la puerta a que siga adelante una actividad «altamente peligrosa» desarrollada por una central que tendría que «cerrar la persiana» debido a su antigüedad.

Además, criticó a Maroto su «oportunismo» y la falta de «credibilidad» de su discurso. Prieto lamentó que el parlamentario haya optado en su intervención por un discurso «frívolo» y centrado en las críticas a otros partidos, en lugar de «responder de lo que hace» el Gobierno central de su partido. «Se puede esconder, pero usted es el alcalde de Vitoria y tiene que responder de lo que hace su partido», afirmó.

El parlamentario del PNV, Juan Carlos Ramírez, afirmó que no es «aceptable» que el Gobierno central no atienda a las demandas de las instituciones que reclamaron el cierre definitivo de Garoña y afirmó que «no es justo que los dividendos de los accionistas» de Garoña se sitúen «por encima de la seguridad de miles de ciudadanos».

Por su parte, Dani Maeztu (EH Bildu) criticó que el Ejecutivo central haya cambiado la normativa sobre las centrales nucleares haciendo una regulación «ad hoc» que reduce la «presión fiscal» y las exigencias de seguridad a las empresas. Esto, a su juicio, habría podido hacerse «a cambio» de «financiación del partido» o de «sobres» de dinero. «No lo sé, puede elegirse cualquier opción, y seguro que se queda corta», añadió.

En una línea similar a la mantenida por Prieto, criticó la poca «coherencia» de Maroto, al que recordó que es su partido el que ha abierto la puerta a que Garoña reanude su actividad. Además, reprochó a Maroto que «se olvide» de su papel de parlamentario y que hable de las propuestas presentadas por EH Bildu en relación a este asunto sin habérselas «leído».

El parlamentario del PP y alcalde de Vitoria, Javier Maroto, aseguró que el gabinete de Mariano Rajoy «se ha enfrentado a las grandes empresas eléctricas» en cuestiones como la revisión del sistema de tarifas. Respecto a la decisión de votar a favor de la petición de la clausura de Garoña, reconoció que se trata de una decisión «difícil», aunque destacó que la planta «debe cerrarse ya».

Por su parte, Gorka Maneiro (UPyD) lamentó la «demagogia» con la que algunos partidos plantean este debate, y afirmó que, si las instalaciones «cumplen todos los requisitos», no debe haber impedimento para que sigan funcionando.

El PP vasco trabajará para «condicionar» la posición de Industria

Por su parte, el portavoz parlamentario del PP, Borja Sémper, aseguró que la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, va a hacer «todo lo que esté en su mano» para «condicionar» la futura posición del Ministerio de Industria y que no se reabra Garoña.

El portavoz explicó que el cambio de postura de su formación va a ser trasladada, tanto al PP nacional como al Gobierno central, y la presidenta autonómica, Arantza Quiroga, va a hacer «todo lo que esté en su mano» para «condicionar» la futura posición del Ministerio de industria.

«Creemos que tenemos mucho que aportar y nuestra posición también se debe de tener en cuenta en relación a la posición del Gobierno español a los temas que afectan a Euskadi», indicó.

Respecto al cambio de postura, explicó que responde a un «debate interno» en el que se ha escuchado, tanto la postura del alcalde Javier Maroto, como del diputado general de Álava, Javier de Andrés y que finalmente y por unanimidad, han decidido «cambiar la posición y sumarse al rechazo mayoritario que existe en la Cámara vasca, así como en el conjunto de la población alavesa».

Tras rechazar que este cambio responda a un cálculo electoral, Sémper explicó que esta «evolución» en la posición no se ha adoptado «de la noche a la mañana» sino que el PP vasco lleva «mucho tiempo» reflexionando sobre el futuro de Garoña. «A pesar de que Garoña no está en nuestra comunidad autónoma, afecta e influye en Euskadi», defendió.

Según informó, entre las razones que llevaron al PP vasco a rechazar la reapertura hay aspectos económicos, sociales, de ámbito político, «y la posición tanto de Maroto como de De Andrés, así como la determinación de Quiroga para que la posición del PP se adecue a la situación actual». «El diputado general de Álava no solo ha dado el visto bueno sino que comparte esta decisión», insistió.

El portavoz popular explicó que existe mucha «incertidumbre» respecto al futuro de Garoña pero precisó que este cambio de postura no plantea si el PP está a favor o en contra de la energía nuclear, sino que se circunscribe la situación de una planta concreta, en este caso la burgalesa.

Por ultimo, agradeció tanto en privado como públicamente a Maroto sus aportaciones al debato, y al parlamentario «popular» alavés, Carmelo Barrio, que hasta ahora era quien había defendido en el Parlamento vasco la postura de continuidad de la central nuclear burgalesa.

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