El Plan de Bionergía extremeño contempla ayudas específicas para las plantas de biogás hasta 2020
Esta medida se une a otras adoptadas a través del Plan de Incentivos Agroindustriales para el 2013 y del Fondo Jessica-Fidae. Este último financia proyectos de eficiencia energética y energías renovables.
De este modo lo señaló Cardesa durante su participación en el seminario «Biogás agroindustrial«, que reunió en Zafra (Badajoz) a medio centenar de empresarios.
En la cita, el director general destacó, asimismo, que el Ejecutivo regional apuesta por la bionergía como una línea «estratégica» para la comunidad que genera empleo, desarrollo rural, sostenibilidad y ahorro energético y económico.
En concreto, resaltó el potencial de producción de biogás en Extremadura, así como «su viabilidad energética, económica y medioambiental», según informó la Administración autonómica.
Cardesa indicó en este sentido que se trata de una alternativa «real y rentable» para agricultores, ganaderos e industrias, que permite gestionar de forma «adecuada» los residuos agroindustriales, abaratando al mismo tiempo el suministro energético.
Según los datos aportados, Extremadura genera anualmente 584.000 toneladas de residuos, cuyo aprovechamiento energético ahorraría «más de catorce millones de euros al año en importaciones de combustibles fósiles».
Por su parte, el director del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex), Germán Puebla Ovando, presente también en la cita, dio un paso más poniendo a disposición del sector el trabajo de los institutos de investigación públicos integrados en este centro de reciente creación.
Se refirió especialmente a la línea de trabajo desarrollada por Cicytex La Orden-Valdesequera sobre bioenergía y biomateriales, que incluye estudios con biogás.
Investigadores del centro, que organizó la jornada, presentaron en este marco un estudio a través del que se aprovechan los purines de cerdo para la producción de biogás, como alternativa a su almacenamiento en balsas. Con este trabajo se consigue por un lado, generar energía eléctrica y calorífica y, por otro lado, obtener un biofertilizante para el abono de los cultivos.
Este proyecto está basado en la codigestión, que consiste en mezclar el purín con residuos agroindustriales, residuos de biomasa y cultivos energéticos, como el sorgo o la chumbera, para determinar con qué combinación se obtiene mayor cantidad de biogás.
El punto de partida de la investigación se encuentra en el laboratorio, en el que se ensayan las distintas mezclas. Aquellas que obtienen mejores resultados se prueban posteriormente en planta piloto. El proceso termina cuando se aplica el biofertilizante en los campos de ensayo.
En este encuentro, financiado por el programa europeo Poctep y el proyecto Altercexa, también participaron Agenex y las empresas Sener y Gexpurines, que ilustraron sus intervenciones con dos ejemplos prácticos.




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