El grupo alemán E.ON quiere cerrar tres de sus actuales sedes en el país
El presidente de la compañía, Johannes Teyssen, pretende responder con un estricto plan de ahorro y saneamiento, que todavía debe pasar el visto bueno del consejo de administración, la crisis que atraviesa la empresa.
Según la decisión de la junta directiva, E.ON renunciará a tres de sus principales sedes en Alemania: además de Múnich y de su central energética en Hannover, la compañía podría disolver su filial gasística Ruhrgas en Essen.
En tanto, parte de los departamentos de estas filiales serán trasladados a sociedades existentes o de nueva creación en la central de Düsseldorf.
Por otra parte, estas medidas de austeridad se harán extensibles a las empresas de la compañía en el extranjero, según el semanario.
A medio plazo, Teyssen pretende convertir el consorcio en una sociedad anónima europea (SE) con menor influencia de los sindicatos.
Estos recortes supondrían además la eliminación de varios centenares de puestos de trabajo. Ya con el anterior plan de ahorro en 2009, el consorcio eliminó en Alemania un total de 2.000 puestos de trabajo y otros 4.000 en el extranjero.
La semana que viene está previsto que Theyssen presente su plan de austeridad al consejo de administración en una reunión a puerta cerrada en Hamburgo.



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