El Gobierno Vasco cerró Petronor el pasado 20 de marzo por emisiones de benzeno y la empresa lo niega por ser «categóricamente incierto»
Según Medio Ambiente, el Gobierno reclamó a Petronor los datos de emisiones tras recibir quejas de vecinos de la zona por los malos olores y por sufrir dolores de cabeza.
Al comprobar el elevado nivel de partículas de benzeno, el Ejecutivo ordenó la parada total de la refinería hasta que estuvo reparada la incidencia, una avería en la refrigeración de la Unidad 1. Las instalaciones se volvieron a poner en marcha el 1 de abril.
Por su parte, la empresa negó que Medio Ambiente haya cerrado la factoría y aseguró que un requerimiento de esta magnitud por parte del Ejecutivo hubiera exigido una orden escrita que en ningún caso se produjo.
Petronor agregó que es «categóricamente incierto que, como parece desprenderse del comunicado de la oficina de prensa del Departamento de Medio Ambiente, se hayan superado los máximos legalmente exigidos» de emisiones.
Sin embargo, el departamento de Medio Ambiente mantendrá activos seis equipos de medición, tres de ellos fijos y los otros tres móviles, en las inmediaciones de Petronor y no registraron ninguna incidencia medioambiental en la puesta en marcha de las instalaciones.
Además, durante toda la semana realizará un seguimiento especial de los resultados de estas unidades de medición para evaluar si existe alguna repercusión en el entorno.
La refinería informó de que reanudó la producción de combustibles derivados del petróleo, que tenía detenida desde mediados del pasado mes de febrero por la baja demanda existente, al apreciar un leve repunte del consumo de estos productos.




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